Jalisco
El cardenal rechaza división territorial en la Arquidiócesis
La declaración de Juan Sandoval contradice el punto de vista del obispo auxiliar Trinidad González Rodríguez
GUADALAJARA, JALISCO (09/JUL/2011).- El cardenal y arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, expresó su rechazo categórico a que la Arquidiócesis que dirige pudiera ser dividida en su actual extensión territorial, para el surgimiento de nuevos obispados. El purpurado indicó que él se opone a esta posibilidad, porque ello daría pie a nuevas diócesis con pocos fieles.
En entrevista sobre el tema, el arzobispo explicó: “Si se consideran los siete millones de fieles que tiene actualmente el territorio de la Arquidiócesis tapatía, en cualquier lugar posible de las nuevas sedes eclesiásticas se contaría con una feligresía de 400 a 500 mil habitantes, como pudieran ser las ciudades de Ocotlán o Ameca, como cabeceras de los nuevos obispados que pudieran establecerse por parte de la jerarquía católica”.
En tono interrogatorio con los comunicadores, expuso: “¿A los fieles y a ustedes les parecería que Guadalajara se dividiera en dos diócesis, teniendo actualmente una sola catedral y una sola patrona, como es la Virgen de Zapopan, una sola tradición; y que de la Calzada Independencia para acá fuera otra diócesis? ¿Verdad que no?”, cuestionó el arzobispo.
Sin embargo, Juan Sandoval admitió que el nuevo arzobispo que lo suceda en su actual puesto será quien decida si se divide o no el territorio de la Arquidiócesis.
Como es del dominio público, el jerarca católico tapatío presentó su renuncia desde hace tres años como pastor de la Arquidiócesis por motivos de edad, pues cumplió 75 años, edad límite establecida en los lineamientos del Derecho Canónico para los dignatarios de la Iglesia Católica.
La declaración del cardenal de Guadalajara en contra de la división de la Arquidiócesis contradice el punto de vista del obispo auxiliar Trinidad González Rodríguez, cuya opinión fue a favor de un posible división de la arquidiócesis, por considerar que favorecería una mejor atención pastoral de la feligresía.
Sandoval Íñiguez participó ayer en la inauguración de la segunda jornada académica de "La Iglesia en la Revolución Mexicana", en el auditorio del Patio de los Ángeles en el barrio de Analco.
A propósito del seminario académico en el que abordó la situación de la Iglesia Católica durante el porfiriato, el cardenal comentó que en los tiempos recientes, concretamente a partir de 1992, se ha mejorado el estatus jurídico de la Iglesia Católica como institución, sobre todo con los cambios constitucionales “que le dieron personalidad jurídica y derechos para la posesión de inmuebles”.
No obstante, afirmó que los jerarcas eclesiáticos “quedamos como medio ciudadanos. No es lo mismo la tolerancia hacia la Iglesia, que reconocer la autonomía de la Iglesia en diversos ámbitos, como en la libertad de educación”.
En entrevista sobre el tema, el arzobispo explicó: “Si se consideran los siete millones de fieles que tiene actualmente el territorio de la Arquidiócesis tapatía, en cualquier lugar posible de las nuevas sedes eclesiásticas se contaría con una feligresía de 400 a 500 mil habitantes, como pudieran ser las ciudades de Ocotlán o Ameca, como cabeceras de los nuevos obispados que pudieran establecerse por parte de la jerarquía católica”.
En tono interrogatorio con los comunicadores, expuso: “¿A los fieles y a ustedes les parecería que Guadalajara se dividiera en dos diócesis, teniendo actualmente una sola catedral y una sola patrona, como es la Virgen de Zapopan, una sola tradición; y que de la Calzada Independencia para acá fuera otra diócesis? ¿Verdad que no?”, cuestionó el arzobispo.
Sin embargo, Juan Sandoval admitió que el nuevo arzobispo que lo suceda en su actual puesto será quien decida si se divide o no el territorio de la Arquidiócesis.
Como es del dominio público, el jerarca católico tapatío presentó su renuncia desde hace tres años como pastor de la Arquidiócesis por motivos de edad, pues cumplió 75 años, edad límite establecida en los lineamientos del Derecho Canónico para los dignatarios de la Iglesia Católica.
La declaración del cardenal de Guadalajara en contra de la división de la Arquidiócesis contradice el punto de vista del obispo auxiliar Trinidad González Rodríguez, cuya opinión fue a favor de un posible división de la arquidiócesis, por considerar que favorecería una mejor atención pastoral de la feligresía.
Sandoval Íñiguez participó ayer en la inauguración de la segunda jornada académica de "La Iglesia en la Revolución Mexicana", en el auditorio del Patio de los Ángeles en el barrio de Analco.
A propósito del seminario académico en el que abordó la situación de la Iglesia Católica durante el porfiriato, el cardenal comentó que en los tiempos recientes, concretamente a partir de 1992, se ha mejorado el estatus jurídico de la Iglesia Católica como institución, sobre todo con los cambios constitucionales “que le dieron personalidad jurídica y derechos para la posesión de inmuebles”.
No obstante, afirmó que los jerarcas eclesiáticos “quedamos como medio ciudadanos. No es lo mismo la tolerancia hacia la Iglesia, que reconocer la autonomía de la Iglesia en diversos ámbitos, como en la libertad de educación”.