Jalisco
El precio de la comodidad
Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha: Víctor Hugo
Una de las problemáticas más complejas y estudiadas en la actualidad gira en torno al irreparable deterioro del medio ambiente, fenómeno que ha sido principalmente motivado por los hábitos y comodidades que los seres humanos hemos adoptado como nuestro estilo de vida. A pesar de ser conscientes de la crítica situación en la cual se encuentra nuestro planeta, cambiar la forma de vida parece ser una labor titánica e inalcanzable.
De acuerdo con un artículo publicado en The New Economics Foundation, el nivel de consumo humano ha excedido la capacidad ecológica del planeta desde la década de los setenta del siglo pasado. Mientras que en 1950 existía en promedio un automóvil por cada 50 personas en el mundo, el día de hoy la estadística ha aumentado a un auto por cada 12 personas. Asimismo, de 1958 a nuestros días, el nivel atmosférico de dióxido de carbono se ha incrementado en más de 20 por ciento.
Es importante mencionar que el consumismo que nos caracteriza como especie nos aleja cada día más de la concientización ambiental y social. En efecto, con base en el estudio publicado en la revista The Internationalist, es más lo que el mundo occidental gasta en productos de lujo que lo que costaría el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Pensando en nuestra ciudad, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone un estándar de nueve metros cuadrados de áreas verdes por habitante, Guadalajara cuenta con 3.5 metros cuadrados por persona, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Asimismo, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades) de Jalisco, de las más de cinco mil toneladas de basura que se producen diariamente en la ciudad, sólo 130 se reciclan.
Igual de alarmante resulta que, del total del consumo energético en la ciudad, 40% corresponde al transporte. En cambio, Tokyo (una de las ciudades más pobladas del mundo) sólo consume cinco por ciento.
Es evidente que el estilo de vida que hemos acogido no es ecológicamente rentable. Cambiar de hábitos y generar conciencia ambiental no representan una moda sino una necesidad internacional. Quizá conservar nuestros hábitos sea cómodo, pero esa misma comodidad se traducirá en irreversibles daños a largo y mediano plazo. Situándonos en un momento crítico de la historia de nuestro planeta, la respuesta la encontramos en la concientización, en la cooperación, pero sobre todo, en una acción visionaria y comprometida.
Cambiar por convicción y no por padecimiento
Colectivo Ecologista Jalisco
— El Colectivo Ecologista Jalisco (CEJ) pretende crear una conciencia ambiental con incidencia pública. Para lograr esto, es necesario tener conocimiento integral y pleno del tema. ¿Cómo se preparan ustedes para fomentar dicha conciencia en la sociedad?
— Somos una asociación civil que se fundó en 1986 por el maestro Jorge Gastón Gutiérrez, cuya intención fue y es, integrar un equipo de personas con un perfil interdisciplinario. Tenemos gente de Sociología, Psicología Social, Letras, Educación, Ciencia Política, Biología, Derecho, Ingeniería. La intención básica es realizar un trabajo horizontal y grupal en donde todos estemos participando, retroalimentándonos y formándonos comúnmente.
Algunos manejan más a detalle los temas de salud y otros los temas de política pública. El trabajo se hace a partir de la confianza y responsabilidad que cada integrante desempeña. Por esta razón no tenemos un director, un presidente o un jefe.
La mayoría de la gente cree que los temas ambientales son sólo de dimensión ecológica, pero también tienen una dimensión social, cultural y política. Obviamente hemos adquirido cursos de capacitación, nos hemos especializado en temas muy particulares, muy específicos, como Manejo Participativo de Bosques, Tecnologías y Combustibles Limpios, Tóxicos y Salud Ambiental, Tóxicos y Mujeres, Agricultura Orgánica, Consumo Sustentable, entre otros.
— Ante las alarmantes consecuencias del calentamiento global parece que la sociedad, lejos de reaccionar, se acopla. ¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrentan ustedes al intentar concientizarla?
— El cambio de hábitos. Ante la información negativa, la primera reacción es de choque o de agresión porque implica reflexionar sobre nuestras conductas dañinas. Por ejemplo, que el consumo de carne tiene una aportación importante para las emisiones de metano y la eliminación de selvas para que las vacas pasten, que al llevar al hijo a la escuela en camioneta gigante creen protegerlo de un ambiente externo, pero ese niño vive en una ciudad con aire contaminado que se produce por ese tipo de camionetas.
Buscamos cambiar actitudes, capacitar a la gente, modificar hábitos, darles herramientas y alternativas siendo críticos. Nos hemos especializado en educación ambiental para adultos, para públicos difíciles o tradicionalmente alejados. Con los niños es sencillo modificar un hábito, el problema son los adultos. Ese niño a lo mejor aprende, pero al llegar a su casa sus papás le ponen el ejemplo contrario.
Trabajamos con transportistas para convencerlos de tecnologías ambientalmente adecuadas, con políticos para que diseñen programas y políticas ambientales integrales, con industriales para que dejen de usar ciertas sustancias tóxicas, con campesinos para que produzcan alimentos de manera más limpia. Ésta es la educación ambiental que a nosotros nos interesa.
— ¿Crees que la gente en Guadalajara estaría dispuesta a dejar la comodidad de su automóvil si tuviera un transporte público de mayor calidad?
— Yo pienso que sí. Creo que implica cambiar la idea de lo que significa la comodidad. Por ejemplo, el Metro, el Tren Ligero o el Macrobús, su principal fortaleza es que viajas rápido, apretado, pero rápido. Ahí tienes que sacrificar comodidad por rapidez. ¿Qué prefieres: ir una hora 30 minutos sentado, o 20 minutos parado?
Hicimos un taller de Movilidad Sustentable con un colegio, en el que cada familia lleva a sus hijos en una camioneta generando grandes congestionamientos viales. Con un mapa identificamos al colegio y las casas de la mayoría de las familias. Más de 70% vivía a menos de dos kilómetros de distancia del colegio, no es mucho, y en este país que recientemente se reconoció con los primeros lugares en obesidad y en diabetes infantil, pues podrían irse perfectamente caminando.
Los papás decían que es inseguro, que las banquetas no son de calidad, pero precisamente por eso hay que activarse como ciudadano para que esas cosas cambien. Si la gente no usa las banquetas, no les va a importar que estén llenas de hoyos, que no haya tapas en las coladeras, que estén llenas de basura.
El hecho de que seamos la ciudad con el parque lineal más grande –la Vía Recreativa–, que ya tiene más de 300 mil usuarios cada domingo, te habla de una gran necesidad por tener espacios públicos de calidad. Que los paseos nocturnos en bici que se hacen una vez al mes tienen cuatro mil 500 usuarios, es muchísimo. Eso te habla de una necesidad de otro tipo de infraestructura y movilidad. Siempre será preferible que vayan 160 personas en un camión a 160 coches en la calle contaminando.
Estamos como en una adolescencia en donde la gente no tiene suficiente confianza en los cambios, pero está cambiando, cambia renegando, pero ahí va. Antes éramos los “Apatíos”, en vez de los “Tapatíos”, pero ahora hay mucha actividad ciudadana, debate, cuestionamiento, y eso va a ser siempre preferible a que la gente no haga nada.
— ¿Qué consejos le puedes dar a la sociedad para generar un cambio en pro del medio ambiente desde su entorno social?
— Cambiar por convicción y no por padecimiento. Tenemos un proyecto de consumo responsable que se llama Eco-Tienda. Mucha de la gente que va ahí o al tianguis de Productores Orgánicos, que organizamos cada sábado, tiene una enfermedad por la cual no puede consumir productos que tengan residuos de plaguicidas. Ahí la gente cambia porque padece una enfermedad. Hay que cambiar por convencimiento y no hasta que te alcance un problema de esta naturaleza.
Segundo, cambiar en lo individual más que pretender hacer grandes cambios y luchas sociales.
Tercero, hacer medidas de transición, no un efecto “péndulo” de estar en el híper-consumismo de lo desechable, lo plástico y lo sintético para pasar luego al ecologismo extremo, esos cambios no son viables. Lo recomendable es cambiar en lo que puedan mantener. Tal vez dejar de usar el coche dos veces por semana, ir a pie al mayor número de lugares, usar la bicicleta, compartir el auto, afinarlo.
El último consejo sería tener un estilo de vida sencillo. No necesitas que tu casa huela a vainilla-manzana-fresca mañana. Parece que si no huele, no hace espuma y no deja radioactividad, casi casi la gente no cree que limpia, pero se trata de tener estilos de vida más sencillos, hacer una lista de las cosas que realmente son necesarias, tomarse el tiempo para reflexionar y hacer los cambios.
— ¿Qué valor guía tu vida?
— La responsabilidad personal. Hacerte cargo de las consecuencias buenas o malas de lo que decides. En general, tenemos una educación de muchas culpas y mucho castigo y siento que, siendo responsable, se es más adulto y más viable como sociedad.
— ¿Qué es más peligroso: la ignorancia o la indiferencia?
— Definitivamente la indiferencia porque trae alevosía. Implica la decisión a ser insensible a algo. Creo que hoy en día no tenemos una sociedad ignorante, tenemos personas indiferentes.
— Mensaje a los jóvenes de Mar Adentro de México, A.C.:
— Lo más importante es ir trazando las metas y los objetivos de la persona que a uno le gustaría ser. Creo que el verdadero éxito está en ser lo más cercano al sueño que uno tiene de uno mismo. Concéntrense y enfóquense en lo que les gusta hacer y háganlo con gusto.
Cambio climático y sus implicaciones para la seguridad nacional
“El escenario de un cambio climático abrupto y sus implicaciones para la seguridad nacional de Estados Unidos”, es el título de un informe realizado en octubre de 2003 por el consultor de la CIA (actual director de Planificación de la Royal Dutch/Shell Group), Peter Schwartz, y por Doug Randall de la empresa Global Bussiness Network.
Este documento, dirigido al Pentágono, permitió que la información sobre las consecuencias del cambio climático saliera al público para convertirlo en un tema de Emergencia de Seguridad Nacional.
Se decidió que la población debía estar informada para reaccionar ante una amenaza diferente. Ya no era un enemigo al que apuntar con una pistola como decía el mismo Randall, pero sí había un arma y ésta era la unión de todos en torno a un problema de todos, y sólo con esta unión y con medidas al alcance de nuestras posibilidades se podría vencer al enemigo.
Este informe ha desencadenado una serie de medidas en la opinión pública que han ayudado a concientizar a la población del problema, inspirando incluso la película de ficción “The Day After Tomorrow” (El Día Después del Mañana, 2004).
Es innegable que una vez que el problema del cambio climático sale de los científicos para ser un problema de todos. La opinión pública ha jugado un papel imprescindible ya que ha colaborado a la concientización de las repercusiones socioeconómicas en la vida del ciudadano.
Ante un gran problema se requieren grandes soluciones, como la suma de todas nuestras pequeñas acciones por el bien propio y el de los demás.
10 Noticias Positivas:
*Inaugura el rector de la UNAM el Museo de la Mujer Mexicana.
*La Sedena decomisa en Nuevo León casi una tonelada de mariguana.
*En septiembre habilitan Museo de Palacio de Gobierno GDL.
*El INBA decreta Monumento Artístico al Museo de Antropología.
*Inaugurarán en septiembre primera autopista marítima Francia y España.
*Reparado, 75% del derrame en el Golfo.
*Nuevas tecnologías reducen consumo de papel.
*Ahorro para el retiro crece 30 por ciento.
*Implementan programa de salud para erradicar rabia en Zapopan.
*Se mantendrá exportación de vehículos hechos en Jalisco.
Mar Adentro Propone:
"Las soluciones están paralizadas ante los retos.
¿Qué hacemos aquí cómodamente mirando?"
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De acuerdo con un artículo publicado en The New Economics Foundation, el nivel de consumo humano ha excedido la capacidad ecológica del planeta desde la década de los setenta del siglo pasado. Mientras que en 1950 existía en promedio un automóvil por cada 50 personas en el mundo, el día de hoy la estadística ha aumentado a un auto por cada 12 personas. Asimismo, de 1958 a nuestros días, el nivel atmosférico de dióxido de carbono se ha incrementado en más de 20 por ciento.
Es importante mencionar que el consumismo que nos caracteriza como especie nos aleja cada día más de la concientización ambiental y social. En efecto, con base en el estudio publicado en la revista The Internationalist, es más lo que el mundo occidental gasta en productos de lujo que lo que costaría el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Pensando en nuestra ciudad, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone un estándar de nueve metros cuadrados de áreas verdes por habitante, Guadalajara cuenta con 3.5 metros cuadrados por persona, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Asimismo, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades) de Jalisco, de las más de cinco mil toneladas de basura que se producen diariamente en la ciudad, sólo 130 se reciclan.
Igual de alarmante resulta que, del total del consumo energético en la ciudad, 40% corresponde al transporte. En cambio, Tokyo (una de las ciudades más pobladas del mundo) sólo consume cinco por ciento.
Es evidente que el estilo de vida que hemos acogido no es ecológicamente rentable. Cambiar de hábitos y generar conciencia ambiental no representan una moda sino una necesidad internacional. Quizá conservar nuestros hábitos sea cómodo, pero esa misma comodidad se traducirá en irreversibles daños a largo y mediano plazo. Situándonos en un momento crítico de la historia de nuestro planeta, la respuesta la encontramos en la concientización, en la cooperación, pero sobre todo, en una acción visionaria y comprometida.
Cambiar por convicción y no por padecimiento
Colectivo Ecologista Jalisco
— El Colectivo Ecologista Jalisco (CEJ) pretende crear una conciencia ambiental con incidencia pública. Para lograr esto, es necesario tener conocimiento integral y pleno del tema. ¿Cómo se preparan ustedes para fomentar dicha conciencia en la sociedad?
— Somos una asociación civil que se fundó en 1986 por el maestro Jorge Gastón Gutiérrez, cuya intención fue y es, integrar un equipo de personas con un perfil interdisciplinario. Tenemos gente de Sociología, Psicología Social, Letras, Educación, Ciencia Política, Biología, Derecho, Ingeniería. La intención básica es realizar un trabajo horizontal y grupal en donde todos estemos participando, retroalimentándonos y formándonos comúnmente.
Algunos manejan más a detalle los temas de salud y otros los temas de política pública. El trabajo se hace a partir de la confianza y responsabilidad que cada integrante desempeña. Por esta razón no tenemos un director, un presidente o un jefe.
La mayoría de la gente cree que los temas ambientales son sólo de dimensión ecológica, pero también tienen una dimensión social, cultural y política. Obviamente hemos adquirido cursos de capacitación, nos hemos especializado en temas muy particulares, muy específicos, como Manejo Participativo de Bosques, Tecnologías y Combustibles Limpios, Tóxicos y Salud Ambiental, Tóxicos y Mujeres, Agricultura Orgánica, Consumo Sustentable, entre otros.
— Ante las alarmantes consecuencias del calentamiento global parece que la sociedad, lejos de reaccionar, se acopla. ¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrentan ustedes al intentar concientizarla?
— El cambio de hábitos. Ante la información negativa, la primera reacción es de choque o de agresión porque implica reflexionar sobre nuestras conductas dañinas. Por ejemplo, que el consumo de carne tiene una aportación importante para las emisiones de metano y la eliminación de selvas para que las vacas pasten, que al llevar al hijo a la escuela en camioneta gigante creen protegerlo de un ambiente externo, pero ese niño vive en una ciudad con aire contaminado que se produce por ese tipo de camionetas.
Buscamos cambiar actitudes, capacitar a la gente, modificar hábitos, darles herramientas y alternativas siendo críticos. Nos hemos especializado en educación ambiental para adultos, para públicos difíciles o tradicionalmente alejados. Con los niños es sencillo modificar un hábito, el problema son los adultos. Ese niño a lo mejor aprende, pero al llegar a su casa sus papás le ponen el ejemplo contrario.
Trabajamos con transportistas para convencerlos de tecnologías ambientalmente adecuadas, con políticos para que diseñen programas y políticas ambientales integrales, con industriales para que dejen de usar ciertas sustancias tóxicas, con campesinos para que produzcan alimentos de manera más limpia. Ésta es la educación ambiental que a nosotros nos interesa.
— ¿Crees que la gente en Guadalajara estaría dispuesta a dejar la comodidad de su automóvil si tuviera un transporte público de mayor calidad?
— Yo pienso que sí. Creo que implica cambiar la idea de lo que significa la comodidad. Por ejemplo, el Metro, el Tren Ligero o el Macrobús, su principal fortaleza es que viajas rápido, apretado, pero rápido. Ahí tienes que sacrificar comodidad por rapidez. ¿Qué prefieres: ir una hora 30 minutos sentado, o 20 minutos parado?
Hicimos un taller de Movilidad Sustentable con un colegio, en el que cada familia lleva a sus hijos en una camioneta generando grandes congestionamientos viales. Con un mapa identificamos al colegio y las casas de la mayoría de las familias. Más de 70% vivía a menos de dos kilómetros de distancia del colegio, no es mucho, y en este país que recientemente se reconoció con los primeros lugares en obesidad y en diabetes infantil, pues podrían irse perfectamente caminando.
Los papás decían que es inseguro, que las banquetas no son de calidad, pero precisamente por eso hay que activarse como ciudadano para que esas cosas cambien. Si la gente no usa las banquetas, no les va a importar que estén llenas de hoyos, que no haya tapas en las coladeras, que estén llenas de basura.
El hecho de que seamos la ciudad con el parque lineal más grande –la Vía Recreativa–, que ya tiene más de 300 mil usuarios cada domingo, te habla de una gran necesidad por tener espacios públicos de calidad. Que los paseos nocturnos en bici que se hacen una vez al mes tienen cuatro mil 500 usuarios, es muchísimo. Eso te habla de una necesidad de otro tipo de infraestructura y movilidad. Siempre será preferible que vayan 160 personas en un camión a 160 coches en la calle contaminando.
Estamos como en una adolescencia en donde la gente no tiene suficiente confianza en los cambios, pero está cambiando, cambia renegando, pero ahí va. Antes éramos los “Apatíos”, en vez de los “Tapatíos”, pero ahora hay mucha actividad ciudadana, debate, cuestionamiento, y eso va a ser siempre preferible a que la gente no haga nada.
— ¿Qué consejos le puedes dar a la sociedad para generar un cambio en pro del medio ambiente desde su entorno social?
— Cambiar por convicción y no por padecimiento. Tenemos un proyecto de consumo responsable que se llama Eco-Tienda. Mucha de la gente que va ahí o al tianguis de Productores Orgánicos, que organizamos cada sábado, tiene una enfermedad por la cual no puede consumir productos que tengan residuos de plaguicidas. Ahí la gente cambia porque padece una enfermedad. Hay que cambiar por convencimiento y no hasta que te alcance un problema de esta naturaleza.
Segundo, cambiar en lo individual más que pretender hacer grandes cambios y luchas sociales.
Tercero, hacer medidas de transición, no un efecto “péndulo” de estar en el híper-consumismo de lo desechable, lo plástico y lo sintético para pasar luego al ecologismo extremo, esos cambios no son viables. Lo recomendable es cambiar en lo que puedan mantener. Tal vez dejar de usar el coche dos veces por semana, ir a pie al mayor número de lugares, usar la bicicleta, compartir el auto, afinarlo.
El último consejo sería tener un estilo de vida sencillo. No necesitas que tu casa huela a vainilla-manzana-fresca mañana. Parece que si no huele, no hace espuma y no deja radioactividad, casi casi la gente no cree que limpia, pero se trata de tener estilos de vida más sencillos, hacer una lista de las cosas que realmente son necesarias, tomarse el tiempo para reflexionar y hacer los cambios.
— ¿Qué valor guía tu vida?
— La responsabilidad personal. Hacerte cargo de las consecuencias buenas o malas de lo que decides. En general, tenemos una educación de muchas culpas y mucho castigo y siento que, siendo responsable, se es más adulto y más viable como sociedad.
— ¿Qué es más peligroso: la ignorancia o la indiferencia?
— Definitivamente la indiferencia porque trae alevosía. Implica la decisión a ser insensible a algo. Creo que hoy en día no tenemos una sociedad ignorante, tenemos personas indiferentes.
— Mensaje a los jóvenes de Mar Adentro de México, A.C.:
— Lo más importante es ir trazando las metas y los objetivos de la persona que a uno le gustaría ser. Creo que el verdadero éxito está en ser lo más cercano al sueño que uno tiene de uno mismo. Concéntrense y enfóquense en lo que les gusta hacer y háganlo con gusto.
Cambio climático y sus implicaciones para la seguridad nacional
“El escenario de un cambio climático abrupto y sus implicaciones para la seguridad nacional de Estados Unidos”, es el título de un informe realizado en octubre de 2003 por el consultor de la CIA (actual director de Planificación de la Royal Dutch/Shell Group), Peter Schwartz, y por Doug Randall de la empresa Global Bussiness Network.
Este documento, dirigido al Pentágono, permitió que la información sobre las consecuencias del cambio climático saliera al público para convertirlo en un tema de Emergencia de Seguridad Nacional.
Se decidió que la población debía estar informada para reaccionar ante una amenaza diferente. Ya no era un enemigo al que apuntar con una pistola como decía el mismo Randall, pero sí había un arma y ésta era la unión de todos en torno a un problema de todos, y sólo con esta unión y con medidas al alcance de nuestras posibilidades se podría vencer al enemigo.
Este informe ha desencadenado una serie de medidas en la opinión pública que han ayudado a concientizar a la población del problema, inspirando incluso la película de ficción “The Day After Tomorrow” (El Día Después del Mañana, 2004).
Es innegable que una vez que el problema del cambio climático sale de los científicos para ser un problema de todos. La opinión pública ha jugado un papel imprescindible ya que ha colaborado a la concientización de las repercusiones socioeconómicas en la vida del ciudadano.
Ante un gran problema se requieren grandes soluciones, como la suma de todas nuestras pequeñas acciones por el bien propio y el de los demás.
10 Noticias Positivas:
*Inaugura el rector de la UNAM el Museo de la Mujer Mexicana.
*La Sedena decomisa en Nuevo León casi una tonelada de mariguana.
*En septiembre habilitan Museo de Palacio de Gobierno GDL.
*El INBA decreta Monumento Artístico al Museo de Antropología.
*Inaugurarán en septiembre primera autopista marítima Francia y España.
*Reparado, 75% del derrame en el Golfo.
*Nuevas tecnologías reducen consumo de papel.
*Ahorro para el retiro crece 30 por ciento.
*Implementan programa de salud para erradicar rabia en Zapopan.
*Se mantendrá exportación de vehículos hechos en Jalisco.
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¿Qué hacemos aquí cómodamente mirando?"
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