Jalisco
Festejos de Año Nuevo, apaciguados por la lluvia
Debido a las aguas no se vieron fogatas, pero sí se escuchó pirotecnia, comentan vecinos de Miravalle
TLAQUEPAQUE, JALISCO (01/ENE/2013).- No parece martes por la tarde y menos día festivo, el primero del año. Las calles de la colonia Miravalle, al sur de la ciudad, lucen desoladas, acaso se escuchan reuniones dentro de las casas, igual a como se vivió la última noche del año en la zona, debido a las lluvias, platican habitantes.
Vecinos coinciden en que esa área se caracteriza por hacer alarde a las celebraciones, y con ello, en Año Nuevo y Navidad es usual ver los brotes de humo por fogatas, pero la última noche del 2012 no fue así, lo que ayudó a amanecer con una buena calidad de aire.
A Francisco Montañez la lluvia le cambió los planes. Tanto para pasar la última noche del año, como el primer día del 2013 tenía la intención de visitar a su hermana a la zona de Oblatos, en el oriente de Guadalajara, pero con la imposibilidad de moverse con el aguacero, prefirió quedarse, cenó y se durmió temprano en su casa, cuyos alrededores estuvieron sin grandes alborotos.
"Ya le calmaron mucho, de unos cuatro o cinco años para atrás eran muchas fogatas, una en cada esquina, y la gente que te conoce, pues te invita: 'oye, vente a convivir aquí con nosotros'. Anoche con la lluvia, pues nadie quería salir".
Si Francisco Montañez no pudo festejar el 31 de diciembre, el 1 de enero pasa el día reunido con sus amigos, todos resguardados de la lluvia en un techo de lámina en la calle. Se toman algunas cervezas en lata y platican que en cuanto a fogatas, la zona estuvo tranquila, no así en pirotecnia.
"Eso no se ha controlado, empiezan temprano los morros, como a las siete de la noche, y ya como a las 12, ya casi no se oía. Ya no más se escuchaba la música, la gente ambientada en sus casas, por la lluvia. Uno que otro cohete pasaba, ¡pero de borracho!".
En el festejo de los Guzmán Triguero se reúnen cuatro familias en la cochera de una casa en la calle Paul Gauguin, y esta ocasión la tradición siguió, sólo que le agregaron cobijas y abrigos gruesos para despedir el 2012 con una cena de carne asada en un ambiente de lluvia y frío, más tranquilo que otros años, aseguran sentados en la cochera, envueltos en cobertores y con el carbón casi listo para su recalentado.
"En la colonia hacen fogatas en la temporada de Año Nuevo y Navidad; anoche de plano no hicieron porque estaba llueve y llueve. Los juegos pirotécnicos no más poquito, marcianitos y las luces de bengala, fue todo; pero es más de lado de los edificios, ahí se oía más fuerte".
En un departamento del área de edificios de Miravalle se juntan para despedir el año familiares y amigos del joven Gerardo Paredes; él se asume en contra de los juegos pirotécnicos porque no le gusta el olor a pólvora y platica que en las áreas comunes de los inmuebles, hubo quienes se juntaron a quemar fuegos artificiales durante casi toda la noche; mientras que fogatas, no vio una sola.
Gerardo continúa el festejo para recibir el 2013 y el primer día del año camina con un cartón de cerveza en los brazos, que apenas puede levantar, acompañado de su primo, para seguir la fiesta.
EL INFORMADOR / ALEJANDRA PEDROZA
Vecinos coinciden en que esa área se caracteriza por hacer alarde a las celebraciones, y con ello, en Año Nuevo y Navidad es usual ver los brotes de humo por fogatas, pero la última noche del 2012 no fue así, lo que ayudó a amanecer con una buena calidad de aire.
A Francisco Montañez la lluvia le cambió los planes. Tanto para pasar la última noche del año, como el primer día del 2013 tenía la intención de visitar a su hermana a la zona de Oblatos, en el oriente de Guadalajara, pero con la imposibilidad de moverse con el aguacero, prefirió quedarse, cenó y se durmió temprano en su casa, cuyos alrededores estuvieron sin grandes alborotos.
"Ya le calmaron mucho, de unos cuatro o cinco años para atrás eran muchas fogatas, una en cada esquina, y la gente que te conoce, pues te invita: 'oye, vente a convivir aquí con nosotros'. Anoche con la lluvia, pues nadie quería salir".
Si Francisco Montañez no pudo festejar el 31 de diciembre, el 1 de enero pasa el día reunido con sus amigos, todos resguardados de la lluvia en un techo de lámina en la calle. Se toman algunas cervezas en lata y platican que en cuanto a fogatas, la zona estuvo tranquila, no así en pirotecnia.
"Eso no se ha controlado, empiezan temprano los morros, como a las siete de la noche, y ya como a las 12, ya casi no se oía. Ya no más se escuchaba la música, la gente ambientada en sus casas, por la lluvia. Uno que otro cohete pasaba, ¡pero de borracho!".
En el festejo de los Guzmán Triguero se reúnen cuatro familias en la cochera de una casa en la calle Paul Gauguin, y esta ocasión la tradición siguió, sólo que le agregaron cobijas y abrigos gruesos para despedir el 2012 con una cena de carne asada en un ambiente de lluvia y frío, más tranquilo que otros años, aseguran sentados en la cochera, envueltos en cobertores y con el carbón casi listo para su recalentado.
"En la colonia hacen fogatas en la temporada de Año Nuevo y Navidad; anoche de plano no hicieron porque estaba llueve y llueve. Los juegos pirotécnicos no más poquito, marcianitos y las luces de bengala, fue todo; pero es más de lado de los edificios, ahí se oía más fuerte".
En un departamento del área de edificios de Miravalle se juntan para despedir el año familiares y amigos del joven Gerardo Paredes; él se asume en contra de los juegos pirotécnicos porque no le gusta el olor a pólvora y platica que en las áreas comunes de los inmuebles, hubo quienes se juntaron a quemar fuegos artificiales durante casi toda la noche; mientras que fogatas, no vio una sola.
Gerardo continúa el festejo para recibir el 2013 y el primer día del año camina con un cartón de cerveza en los brazos, que apenas puede levantar, acompañado de su primo, para seguir la fiesta.
EL INFORMADOR / ALEJANDRA PEDROZA