Jalisco

Historias de éxito que trascienden

Guy Laliberté supo desde los 16 años de edad qué quería hacer de su vida...

Nacido en Quebec, Canadá, en 1959, Guy Laliberté supo desde los 16 años de edad qué quería hacer de su vida. Inspirado desde la adolescencia por el mundo del entretenimiento, formó parte de un grupo de música folklórica callejero donde desarrolló su pasión por el acordeón y la harmónica.

El mundo artístico bohemio lo inspiró a dejar la universidad para irse de “gira” por Europa con su grupo musical. Dice que vivía fascinado durmiendo de noche en las bancas armado con acordeones, su harmónica y un par de cucharas atraído siempre por el arte callejero, donde aprendió, por cierto, la colorida habilidad de tragar fuego.

De regreso en Quebec, comenzó a trabajar en una planta hidroeléctrica pero - sabio el destino - al tercer día hubo una huelga, perdió su trabajo y decidió no buscar otro igual jamás. En cambio, se unió a un grupo de artistas callejeros cuyo líder era un joven llamado Gilles Ste – Croix.

Gilles, cuyo trabajo consistía en cortar manzanas de los árboles de la comunidad “hippy” en que vivía (entonces a finales de los década de los 70’s) había un día decidido hacer, de la escalera de madera que utilizaba para alcanzar la fruta, unos prácticos zancos para hacer más ágil y divertida su labor. Decidió entonces convertir su trabajo en artístico entretenimiento que habría de compartir con los demás miembros de su grupo callejero, entre los cuales estaba Laliberté.

Así, Guy y Gilles, juntos desde la altura de sus zancos y sus ideas, decidieron hacer un festival anual de artistas como ellos que, aunque modesto al principio, fue generando atención hasta que el gobierno de Quebec, inspirado por la fuerza creativa de Laliberté, patrocinó su participación en los festejos del 450 aniversario del descubrimiento de Canadá, esto en 1984, a sus 24 años de edad.

Desde entonces, Laliberté hizo, literalmente, todo tipo de malabares financieros y empresariales para llevar su show a cuantas ferias podía. El joven malabarista que algún día tocaba el acordeón por monedas hoy es dueño del 95% de una empresa valuada por encima de 2 mil millones de dólares.

Su visión de un circo ecléctico, abrumadoramente onírico y sin animales, ha llevado su espectáculo a todos los continentes, a cerca de 100 millones de personas y, de la mano de Laliberté, ha llegado hasta la luna.

Del 30 de Septiembre al 11 de Octubre, Guy Laliberté, se convirtió en el primer artista circense en llegar al espacio y, fiel a su origen, hizo un espectáculo digno de reconocerse: fuera de este mundo.

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