Jalisco

La independencia de nuestro idioma

''La felicidad general de un pueblo descansa en la independencia individual de sus habitantes''. José Martí

GUADALAJARA, JALISCO (14/SEP/2013).- Cada año, al conmemorar la celebración de la Independencia de nuestro país, pareciera exaltarse el sentido de mexicanidad. Al menos por una noche nos sentimos orgullosos de vestir con los colores patrios, de gritarle al mundo el nombre de nuestra nación y hasta de cantar el Himno Nacional.

Pero la conmemoración de la Independencia debería ser algo más que una noche de juerga. Debería ser más que un día de mexicanidad y 364 días de criticarnos destructivamente, de empobrecer a nuestro país y de buscar la semejanza con otros países que creemos superiores.

No. La Conmemoración de la Independencia es auto reflexión. Es un vistazo hacia adentro de quiénes somos y cómo asumimos nuestro rol de mexicanos en el contexto global, de qué nos distingue de otros países, qué aportamos al mundo pero también qué tenemos que reivindicar de nuestra identidad.

En este análisis, el lenguaje que nos configura juega un rol esencial. Uno de los distingos que tiene México entre otros países hispanohablantes es la adaptación que hemos hecho del idioma español a nuestra realidad. La filóloga hispánica Concepción Company asegura que la Independencia, al menos en nuestro país, se dio primero en la lengua, después en la batalla.

Porque el lenguaje es un símbolo de identidad entre personas que comparten una cultura, es la base sobre la que se cimenta la realidad nacional y las luchas que por protegerla devienen. El español, creado entre el criollismo y los indigenismos de la Nueva España, fue el primer elemento de identidad para la lucha común y aún hoy es un elemento que nos hace distintos de otros países que hablan nuestro idioma, nuestro español nos hace mexicanos.

Por eso, según algunos expertos, aun cuando mexicanismos como “chido” sean mal vistos por algunos sectores sociales, resulta relevante conocerlos, entenderlos y hasta protegerlos en el idioma cotidiano, porque nos dan identidad. Eso fue lo que hizo la Academia Mexicana de la Lengua en el último diccionario de mexicanismos y es también lo que otros esfuerzos
editoriales como El Chingonario han buscado desde hace tiempo: estudiar cómo hablamos los mexicanos para entender cómo somos.

Así que este día patrio te invitamos a observar tu lenguaje, a descubrir porqué en tu lenguaje coloquial queda al descubierto tu mexicanidad, y desde luego a celebrar con conciencia a nuestro país, con el compromiso de saber que tus actos y tu lenguaje son parte primordial de él.

Judith Hermosillo Lozano

ECOS DEL DEBATE

El uso constante de mexicanismos como “chido” o “gacho” refleja el nivel cultural de una persona.


“Por supuesto que no. Los mexicanismos son palabras que se hacen costumbre por su uso común y que muestran la gran mezcla de culturas que es la nuestra. Por ende, el nivel cultural de una persona se refleja más bien en su conducta, si está o no apegada a los buenos principios, costumbres y moral”.

David Calderón, participante de Mar Adentro.

“Para cualquier hablante mexicano estas expresiones son parte, en mayor o menor grado, de nuestra identidad nacional. Estigmatizar su uso a ciertos estratos sociales o culturales es ponerse un velo que distorsiona la realidad social, aunque, como en todo, su abuso sólo refleja un pobre manejo de la lengua mexicana, independientemente de la posición”.

Adolfo Aguilar, participante de Mar Adentro.

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De viva voz, los líderes sociales comparten algunas de sus experiencias

Mexicanismos: La expresión independiente del mexicano


Concepción Company nació en Madrid hace 35 años pero es mexicana por voluntad. Realizó sus estudios desde licenciatura hasta doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México y se siente plenamente atraída por la identidad mexicana, especialmente por su lenguaje.

Como Española, Concepción tiene una visión comparativa nata pero también científica entre el español peninsular y el que hablamos los mexicanos. Asegura que la independencia de nuestro país se llevó a cabo primero en el lenguaje y después en el acto, en la guerra que ahora conmemoramos.

“El siglo XVIII es el momento clave para entender quiénes somos. En él se realizó una escisión cultural, léxica, sintáctica y gramatical respecto de España que ya se venía gestando en los intelectuales, una corriente de criollismo y de saber que, aunque los llamaban españoles, hablaban diferente y los trataban diferente. Era una conciencia de mexicanidad”, relata.

La doctora Company realiza gramática histórica, es decir, analiza los textos de periodos históricos distintos para identificar la evolución del lenguaje y de lo que ése lenguaje representaba en un momento histórico determinado. En la lengua, dice, el mundo está lleno de hábitos y rituales. Los hablantes seguimos una serie de reglas gramaticales pero también somos muy creativos y capaces de romper las reglas cuando necesitamos comunicarnos de otra manera, y es ahí donde nos hemos distinguido como mexicanos.

En el español mexicano, dice Company, existe una gran carga sexual y mortuoria. El sexo, la muerte y los diminutivos han permeado nuestro lenguaje cotidiano a un nivel tal que se han creado nuevos verbos y figuras gramaticales.

“Si algo estructura al español de México es el sexo. El sexo pensado, no sólo como el placer erótico, sino como la pervivencia de la especie, la intimidad y el placer. Ejemplo de eso son los albures pero también las expresiones machistas. En México la palabra padre está relacionado con algo positivo, decimos: “Esto está padrísimo”, y en cambio “valió madre” tiene una connotación negativa”, ejemplifica.

De la misma forma existen centenares de denominaciones para el órgano sexual masculino y apenas un par de decenas para el femenino. La muerte es también un elemento primordial de nuestra cultura y por lo tanto de nuestro lenguaje y para expresarla utilizamos, entre otras palabras, el famoso indigenismo “chingar” que ya se ha convertido en verbo con decenas de variaciones: “Se lo chingaron” es sinónimo de “lo asesinaron”, y como ése, la palabra derivada del náhuatl ha generado distintas categorías gramaticales y se ha consolidado como parte esencial del español mexicano.

“Que un indigenismo haya dado tanta riqueza léxica y gramatical, significa que por siglos ha estado usándose, recreándose, generando metáforas y locuciones, porque la lengua es una herramienta flexible, una esponja de nuestra cultura y nuestra visión del mundo. Nos permite amar, pensar, comer y reír en español: eso es la lengua”, aclara Company.

Ahí radica un elemento que llama especialmente la atención de Concepción: la lengua no cambia porque podemos entender un texto de hace miles de años con un mínimo entrenamiento, pero al mismo tiempo se adapta a diferentes contextos. Cuando los conquistadores llegaron a nuestro país, ambas culturas debieron adecuar sus propias técnicas gramaticales a la nueva realidad que compartían, nombrar los fenómenos, las circunstancias y aún los objetos que surgieron de la conquista.

Y después del largo proceso de mestizaje que se vivió en aspectos tan diversos de la vida cotidiana, en México prevaleció a través de los siglos el reflejo de una cultura indigenista, sexual y mortuoria, y de la misma forma, la independencia cultural de nuestro país se adelantó al proceso bélico y de organización social. Los mexicanos fuimos primero mexicanos en nuestra lengua que en el nombre de nuestra  nación.

Por eso no podrían entenderse fenómenos como la independencia de los pueblos sin estudiarse el lenguaje que los formó, que los ideó y que los llevó a cabo. El lenguaje fue un elemento básico de cooperación social y de identificación entre insurgentes, un escalafón que determinó los momentos históricos que transformaron la historia de nuestro país y una bandera de igualdad y de lucha.

Gran parte del avance que se dio en el siglo XVIII, conocido después como el periodo de la Ilustración y en el que se enmarcó el proceso independentista de México, se debió a la emancipación lingüística de los estados conquistados. Aún hoy sabemos de lo determinantes que fueron los avances en materia de pensamiento, de igualdad y de creación democrática durante ese siglo y el posterior gracias al testimonio del lenguaje.

“El siglo XVIII es un mundo fascinante, donde los hombres se atrevieron a ser absolutamente individuales y dueños de sí mismos, es el mundo de la racionalidad. Por eso no podríamos entender la independencia de México sin los primeros atisbos de literatura, de periodismo y de creación de un lenguaje propio de este país, sin el nacimiento de nuestro español nacional, tampoco habríamos tenido una nueva nación.”, concluye.

PERFIL

Concepción Company

La Doctora Concepción Company es parte de la Academia Mexicana de la Lengua y una de las más destacadas filólogas hispánicas que existen. Ha publicado más de 17 obras relacionadas con el cambio sintáctico del español y coordinó el último Diccionario de Mexicanismos.

VOLUNTADES

Historias de éxito que trascienden

Un diccionario muy mexicano


A primera vista El chingonario pareciera no ser un diccionario, pero detrás de él hay una seria reflexión acerca del uso y abuso que hacemos los mexicanos del indigenismo chingar que ya hemos convertido en verbo. María del Pilar Montes de Oca Sicilia, su autora y también directora de la revista Algarabía, realizó en él un trabajo que se pasea entre la lingüística y el humor popular.

El chingonario recapitula en 190 páginas las palabras, expresiones y usos gramaticales que han derivado del verbo chingar, así como sus definiciones, nuevas invenciones y ejemplos de situaciones en las que se pueden utilizar.

Desde su lanzamiento en 2010, El chingonario ha resultado un éxito en ventas tanto a nacionales como a extranjeros. Los mexicanos que ojean el simpático diccionario no pueden evitar sonreír al identificarse con más de alguna frase que utilizan en su vida cotidiana. Justamente eso fue lo que intentó reflejar María del Pilar desde la concepción del proyecto: que el libro se convirtiera en espejo para los mexicanos.

Por su parte, las personas que no están tan familiarizadas con el uso de este verbo, pueden encontrarse un coctel muy variado de sus acepciones y usos en este país, y quedarse con el conocimiento de las singulares variaciones y adaptaciones de una palabra que ya refleja mucho del folclor mexicano.

10 NOTAS POSITIVAS

1. En Holanda descubren obra perdida de Van Gogh.

2. Otorgan a la Biblioteca del Estado de Jalisco “Juan José Arreola” legado del arqueólogo Phil Weigand.

3. El tapatío Víctor Casillas ganó el 2° y 3°  lugar en el Concurso Internacional de Fotografía Científica ‘’Cuando el Arte Encuentra a la Ciencia’’.

4. Autores de 11 países de Europa darán a conocer sus obras en la FIL 2013.

5. Se presenta muestra de danza contemporánea en la estación Juárez.

6. Descubren el volcán más grande del mundo debajo del Pacífico.

7. Inician ensayos en humanos de vacuna contra melanoma.

8. Latinoamérica contará con 26 nuevos satélites.

9. El mexicano Enrique Lomnitz fue reconocido como uno de los mejores talentos del mundo menores de 35 años por su proyecto: “Isla urbana”.

10. En Madrid nace un oso panda gigante.

Mar Adentro Propone

Para  leer…


El diccionario de mexicanismos de Concepcion Company Company muestra claramente todos los modismos utilizados en la cultura mexicana y les da un significado. Sin duda un libro que ayuda a conocer mejor al “Español mexicano”.

Para  saber…  


México aporta al mundo 12 mil palabras y unas 18 mil acepciones, la mayoría de ellas vinculadas al sexo, el albur, lo festivo y cariñoso.

Para conocer…

A partir del pasado 10 de septiembre la compañía de internet Yahoo y la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) pusieron en marcha un espacio didáctico sobre curiosidades de este idioma dentro de la página de Yahoo en Español.

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