Jalisco

Marchan en silencio jóvenes católicos

El objetivo, afirma el presidente del grupo juvenil, es promover la oración y el sacrificio en las nuevas generaciones de católicos

GUADALAJARA, JALISCO (29/MAR/2013).- Al ritmo lento de los tambores, la procesión comienza a moverse hacia la misma dirección en que se está poniendo el sol. Unas 500 personas integran la Marcha Juvenil del Silencio, organizada -como cada Viernes Santo-- por el grupo de Jóvenes Católicos de la Arquidiócesis de Guadalajara.
 
Después de la patrulla de tránsito, una pick-up negra adornada con hojas de palma transporta a la figura de la Virgen Dolorosa, que este año estrena un vestido negro con bordados de oro. Es en su honor que los jóvenes y sus familias caminan desde la Parroquia de San Pablo Apóstol -en el cruce de las calles Federación y Cairo--hasta la Catedral, donde finaliza la procesión con el rezo del Rosario.  
 
"Ocho kilómetros con 546 metros", puntualiza Francisco Javier Ascencio, quien desde hace 18 años se encarga de la realización de la actividad, a la que el anterior cardenal Juan Sandoval Iñiguez designó como una manifestación de fe. El objetivo, afirma el presidente del grupo juvenil, es promover la oración y el sacrificio en las nuevas generaciones de católicos.
 
Algunos de entre ellos -cerca de 60-- deciden ofrecer más que dos horas de caminata en silencio, y realizan un "encierro" de cuatro días en el templo de San Pablo Apóstol, del que sólo salen para observar la partida de la procesión de la que han formado parte en años anteriores.
 
Después de la banda de guerra que va marcando el paso, cuatro hombres jóvenes cargan una cruz de madera. El resto de los fieles los siguen de cerca.

EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL

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