Jalisco
México solidario, el México que urge
''La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo''. Eduardo Galeano
GUADALAJARA, JALISCO (31/AGO/2013).- México es un país solidario. Podemos observar a lo largo de nuestra historia que cuando nos unimos, podemos lograr lo inimaginable, lo inalcanzable.
Este 31 de agosto se celebra el Día Internacional de la Solidaridad, declarado por la ONU como la conmemoración al inicio del movimiento “Solidarnosc”, fundado en Polonia, y como recuerdo de la importancia de la solidaridad como un valor esencial para la convivencia entre las naciones, entendiéndola, no sólo como un término de carácter moral, sino como una condición que debe ser vivida día a día por cada uno de nosotros.
Perdemos y ganamos día con día el sentido de la solidaridad: lo perdemos en la medida que el panorama de nuestra vida se nubla, que nos volvemos egoístas, en la medida que perdemos la esperanza por un México mejor, en que urgimos resultados inmediatos y esperanzadores; pero también la ganamos día con día. Así como se pierde, se gana. El perderla nos empuja a hacer algo, nos impulsa a recuperarla porque dentro de nosotros sabemos que la solidaridad es un valor propio del ser humano, uno que no estamos dispuestos a perder. Perder nos lleva a recuperar ese empuje, a arreglar a México con nuestras propias manos.
México es un país testigo de las tragedias y unido en la esperanza, ejemplos de ello son el terremoto de Haití, el de 1985 en la Ciudad de México, las explosiones de 1992 en Guadalajara y el Tsunami de Asia, entre muchos otros ejemplos. Si nos podemos unir en las tragedias, ¿por qué no en el día a día?, ¿por qué no ayudarnos a crecer? Ayudar a México —traducido en cada ciudadano— es apoyarnos a nosotros mismos, comprar productos mexicanos es invertir en nosotros, vivirnos a nosotros. Somos solidarios, debemos serlo día con día, debemos serlo no sólo en la tragedia sino en la alegría. Somos un país con una desigualdad económica enorme, pero todos nacemos y crecemos con esa particularidad mexicana que nos impulsa a ver más allá, a ser más creativos, a ser más ingeniosos, a ser “compas”, a ayudarnos.
Antes de olvidar que el camino del aislamiento conlleva a la soledad, debemos recordar nuestra historia, nuestra alegría; vivir la solidaridad con toda la extensión de la palabra, tenerle la mano al de al lado: crecer juntos. La solidaridad no es vertical, es horizontal.
ECOS DEL DEBATE
“Más allá de los momentos de contingencia, en México somos solidarios”.
"Yo creo que sí. Siento que en nuestra sociedad actual hay una conciencia mucho más activa de lo que es estar en una posición de privilegio y saber ayudar a la gente que no tiene los mismos recursos que tú, a quienes viven en condición de marginalidad”.
Nicole McCann, participante de Mar Adentro.
“Creo que en general somos una cultura solidaria, pero por desgracia lo somos más cuando nos es recordado por alguna catástrofe. Nos hemos acostumbrado a ver algunas cosas como normales, pero en los momentos de tragedia, podemos ser sumamente solidarios”.
Pamela Estefanía Quirarte, participante de Mar Adentro.
COMPARTE
De viva voz, los líderes sociales comparten algunas de sus experiencias
Tierra fértil para la formación de innovadores solidarios
Gaby es sencilla, inconforme y entusiasta de corazón. Desde muy joven se sintió inclinada por los temas del comercio justo y la promoción de productos locales. Pensaba que tendría un restaurante en Tapalpa y que se dedicaría a trabajar con proveedores de la comunidad, sin embargo, la vida y sus ganas de transformar la llevaron a conseguir algo más grande.
Se llama Prospera. Es una empresa que surge de la necesidad de generar conciencia de consumo y promover la igualdad, una plataforma que impulsa a microempresarios a crecer, encontrar un nicho de mercado y volverse competitivos a nivel mundial: innovar.
Gabriela es parte de un nuevo grupo de ciudadanos jóvenes que están rompiendo esquemas a través de la innovación social, de la protección del medio ambiente, del despertar de la conciencia, de la búsqueda de la igualdad y la promoción, entre otras cosas, de la solidaridad.
“Tradicionalmente México es un país muy solidario, un país preocupado por los demás porque ha sido históricamente abusado. El tema de la desigualdad, la prepotencia y la impunidad a todos nos duele, porque es lo que hemos vivido por muchos años, por eso es una tierra fértil para formar innovadores sociales”, afirma.
Esta sensibilidad, sumada a las nuevas herramientas con que cuentan los jóvenes, está creando la identidad del mexicano moderno que actúa y no se queja, que sabe que tiene el destino en sus manos y que está dispuesto a colaborar con otros, en sana competencia, para lograr la igualdad.
El comercio justo es uno de los caminos más factibles para lograrlo. Gaby explica que en este tipo de comercio es más importante el proceso que el producto: vigilar que se respeten los derechos y la dignidad de todas las personas involucradas, a través de sus horarios y salarios; que todas las partes involucradas en el intercambio reciban algo positivo y que se respete al medio ambiente, por ejemplo.
En el comercio justo los consumidores juegan un papel importante, pues son ellos quienes determinan con su compra quién permanece en el mercado y quién no; son capaces de premiar a las empresas que protejan a su personal, que respeten al medio ambiente, que utilicen productos naturales y que sean transparentes en la información que proporcionan al cliente. Todos estos parámetros son más fáciles de observar cuando se compran productos locales, porque el trato con los proveedores es cercano, tienes mayor acceso a la información y el dinero da más vueltas en la comunidad.
Cuando entendemos que a través de las acciones cotidianas que realizamos, como el consumo de productos, tenemos en nuestras manos la posibilidad de beneficiar a alguien de nuestra comunidad, a algún micro empresario o empresario mexicano que genere empleos estables y respetuosos, entonces el empoderamiento logrará solidaridad.
“La conciencia de los mexicanos sería otra porque seríamos mucho más empoderados, sentiríamos que nuestra dignidad depende mucho más de nosotros, pero además la realidad la podríamos transformar de manera organizada”, dice Gabriela al respecto
Para lograrlo, piensa Gaby, debemos convertirnos en ciudadanos curiosos, inquisitivos de lo que pasa en el mundo y que por lo menos lean las etiquetas de los productos que compran, lo que usan o lo que comen: saber de dónde viene, qué contiene o cómo está operando la empresa que lo fabrica.
En un ánimo de realismo Gaby afirma que esta conciencia de consumo se dará poco a poco, y que no es posible que de la noche a la mañana todo el mundo compre sólo productos justos, pero, para empezar, con que unos pocos se interesen en el tema está bien, pues al final de cuentas es un proceso evolutivo.
“Implica de fondo hacer un cambio de vida. No existir nada más para flotar, sino para cuestionarte la información que se te da, sancionar a quienes tengan prácticas desleales o que lastimen algún sector de la sociedad o del medio ambiente. No quedarse cruzados de brazos y querer dejar huella en el mundo. Esa es una conciencia que viene del corazón”, concluye Gaby con una sonrisa.
PERFIL
Gabriela Enrigue
Gabriela es maestra en Políticas Públicas por la UC de Berkeley. Desde 2008 es consultora de la Corporación Financiera Internacional, empresa filial del Grupo Banco Mundial donde se especializa en la optimización de procesos económicos para la inclusión de sectores marginados.
VOLUNTADES
Historias de éxito que trascienden
El trueque solidario
Vivimos en la era del conocimiento en donde las oportunidades de vida entre una persona u otra pueden estar determinadas por su preparación intelectual y de habilidades específicas. Siendo así, la diferencia económica ya no es la única determinante de la desigualdad, también el conocimiento juega un rol principal.
Con esa visión y un gran toque de solidaridad se creó el concepto de Trade School, un sistema de trueque en donde lo que se intercambia es el conocimiento. Es decir, si tú sabes cocinar, pero a la vez te gustaría aprender a crear papel reciclado, por ejemplo, te inscribes al sistema y ofertas una clase a cambio de recibir otra de tu interés.
Este modelo de clases compartidas ya se ha replicado en 48 ciudades de todo el mundo y ha sido un éxito. Trade School ya está presente también en Guadalajara, en donde se han intercambiado clases gratuitas de cocina, mecánica, defensa personal, huertos urbanos, ajedrez, latín, creación de empresas, entre otras.
Trade School demuestra que todos tenemos algo que aportar a nuestra comunidad, que en la diversidad de nuestros conocimientos y estilos de vida radica la riqueza de un conjunto social, y sobre todo, que la solidaridad implica estar dispuesto a compartir con otros, más que a donar, porque todos podemos aprender de todos.
Si quieres inscribirte o conocer más, entra a http://www.tradeschool.coop/Guadalajara.
10 NOTAS POSITIVAS
1. Zapotecos ponen en marcha su propia red de telefonía celular.
2. La UNAM construye equipo para probar tecnología espacial.
3. En la Ciudad de México se conmemoró el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos con dos conferencias magistrales sobre la esclavitud.
4. José Emilio Pacheco será reconocido con el Premio Internacional Corona de Oro 2013.
5. Elena Poniatowska abrirá las actividades del décimo Festival Celebrate Mexico Now en Nueva York.
6. Da inicio la Feria Nacional del Libro en Zacatecas.
7. En Guanajuato se realiza el Festival Internacional de Arte Contemporáneo.
8. En Saltillo Inicia el Primer Encuentro Internacional de Poesía “Manuel Acuña”.
9. Concluye el festival “Días de América Latina”, donde México participó con danza, gastronomía, artesanía y economía.
10. Cinco obras inéditas de Salinger se publicarán a partir de 2015.
Mar Adentro Propone
Para leer…
El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, y su colega Andrew Charlton, revelan en el libro “Comercio justo para todos” un modelo económico de mercados abiertos en el que los países más pobres del mundo puedan ayudarse a sí mismos a través del comercio justo.
Para saber…
Según la Encuesta Nacional sobre Solidaridad y Acción Voluntaria que presentó el CEMEFI en 2012, en México se realizan 192 millones 500 mil acciones voluntarias en un año.
Para conocer…
Asiste al Museo del Periodismo y las Artes Gráficas en Av. Alcalde #225 y conoce la exposición “Mirada y Testimonio” del reconocido fotógrafo Pedro Valtierra. En ella se muestra el recorrido del autor por la situación de desigualdad de seis países latinos.
Este 31 de agosto se celebra el Día Internacional de la Solidaridad, declarado por la ONU como la conmemoración al inicio del movimiento “Solidarnosc”, fundado en Polonia, y como recuerdo de la importancia de la solidaridad como un valor esencial para la convivencia entre las naciones, entendiéndola, no sólo como un término de carácter moral, sino como una condición que debe ser vivida día a día por cada uno de nosotros.
Perdemos y ganamos día con día el sentido de la solidaridad: lo perdemos en la medida que el panorama de nuestra vida se nubla, que nos volvemos egoístas, en la medida que perdemos la esperanza por un México mejor, en que urgimos resultados inmediatos y esperanzadores; pero también la ganamos día con día. Así como se pierde, se gana. El perderla nos empuja a hacer algo, nos impulsa a recuperarla porque dentro de nosotros sabemos que la solidaridad es un valor propio del ser humano, uno que no estamos dispuestos a perder. Perder nos lleva a recuperar ese empuje, a arreglar a México con nuestras propias manos.
México es un país testigo de las tragedias y unido en la esperanza, ejemplos de ello son el terremoto de Haití, el de 1985 en la Ciudad de México, las explosiones de 1992 en Guadalajara y el Tsunami de Asia, entre muchos otros ejemplos. Si nos podemos unir en las tragedias, ¿por qué no en el día a día?, ¿por qué no ayudarnos a crecer? Ayudar a México —traducido en cada ciudadano— es apoyarnos a nosotros mismos, comprar productos mexicanos es invertir en nosotros, vivirnos a nosotros. Somos solidarios, debemos serlo día con día, debemos serlo no sólo en la tragedia sino en la alegría. Somos un país con una desigualdad económica enorme, pero todos nacemos y crecemos con esa particularidad mexicana que nos impulsa a ver más allá, a ser más creativos, a ser más ingeniosos, a ser “compas”, a ayudarnos.
Antes de olvidar que el camino del aislamiento conlleva a la soledad, debemos recordar nuestra historia, nuestra alegría; vivir la solidaridad con toda la extensión de la palabra, tenerle la mano al de al lado: crecer juntos. La solidaridad no es vertical, es horizontal.
ECOS DEL DEBATE
“Más allá de los momentos de contingencia, en México somos solidarios”.
"Yo creo que sí. Siento que en nuestra sociedad actual hay una conciencia mucho más activa de lo que es estar en una posición de privilegio y saber ayudar a la gente que no tiene los mismos recursos que tú, a quienes viven en condición de marginalidad”.
Nicole McCann, participante de Mar Adentro.
“Creo que en general somos una cultura solidaria, pero por desgracia lo somos más cuando nos es recordado por alguna catástrofe. Nos hemos acostumbrado a ver algunas cosas como normales, pero en los momentos de tragedia, podemos ser sumamente solidarios”.
Pamela Estefanía Quirarte, participante de Mar Adentro.
COMPARTE
De viva voz, los líderes sociales comparten algunas de sus experiencias
Tierra fértil para la formación de innovadores solidarios
Gaby es sencilla, inconforme y entusiasta de corazón. Desde muy joven se sintió inclinada por los temas del comercio justo y la promoción de productos locales. Pensaba que tendría un restaurante en Tapalpa y que se dedicaría a trabajar con proveedores de la comunidad, sin embargo, la vida y sus ganas de transformar la llevaron a conseguir algo más grande.
Se llama Prospera. Es una empresa que surge de la necesidad de generar conciencia de consumo y promover la igualdad, una plataforma que impulsa a microempresarios a crecer, encontrar un nicho de mercado y volverse competitivos a nivel mundial: innovar.
Gabriela es parte de un nuevo grupo de ciudadanos jóvenes que están rompiendo esquemas a través de la innovación social, de la protección del medio ambiente, del despertar de la conciencia, de la búsqueda de la igualdad y la promoción, entre otras cosas, de la solidaridad.
“Tradicionalmente México es un país muy solidario, un país preocupado por los demás porque ha sido históricamente abusado. El tema de la desigualdad, la prepotencia y la impunidad a todos nos duele, porque es lo que hemos vivido por muchos años, por eso es una tierra fértil para formar innovadores sociales”, afirma.
Esta sensibilidad, sumada a las nuevas herramientas con que cuentan los jóvenes, está creando la identidad del mexicano moderno que actúa y no se queja, que sabe que tiene el destino en sus manos y que está dispuesto a colaborar con otros, en sana competencia, para lograr la igualdad.
El comercio justo es uno de los caminos más factibles para lograrlo. Gaby explica que en este tipo de comercio es más importante el proceso que el producto: vigilar que se respeten los derechos y la dignidad de todas las personas involucradas, a través de sus horarios y salarios; que todas las partes involucradas en el intercambio reciban algo positivo y que se respete al medio ambiente, por ejemplo.
En el comercio justo los consumidores juegan un papel importante, pues son ellos quienes determinan con su compra quién permanece en el mercado y quién no; son capaces de premiar a las empresas que protejan a su personal, que respeten al medio ambiente, que utilicen productos naturales y que sean transparentes en la información que proporcionan al cliente. Todos estos parámetros son más fáciles de observar cuando se compran productos locales, porque el trato con los proveedores es cercano, tienes mayor acceso a la información y el dinero da más vueltas en la comunidad.
Cuando entendemos que a través de las acciones cotidianas que realizamos, como el consumo de productos, tenemos en nuestras manos la posibilidad de beneficiar a alguien de nuestra comunidad, a algún micro empresario o empresario mexicano que genere empleos estables y respetuosos, entonces el empoderamiento logrará solidaridad.
“La conciencia de los mexicanos sería otra porque seríamos mucho más empoderados, sentiríamos que nuestra dignidad depende mucho más de nosotros, pero además la realidad la podríamos transformar de manera organizada”, dice Gabriela al respecto
Para lograrlo, piensa Gaby, debemos convertirnos en ciudadanos curiosos, inquisitivos de lo que pasa en el mundo y que por lo menos lean las etiquetas de los productos que compran, lo que usan o lo que comen: saber de dónde viene, qué contiene o cómo está operando la empresa que lo fabrica.
En un ánimo de realismo Gaby afirma que esta conciencia de consumo se dará poco a poco, y que no es posible que de la noche a la mañana todo el mundo compre sólo productos justos, pero, para empezar, con que unos pocos se interesen en el tema está bien, pues al final de cuentas es un proceso evolutivo.
“Implica de fondo hacer un cambio de vida. No existir nada más para flotar, sino para cuestionarte la información que se te da, sancionar a quienes tengan prácticas desleales o que lastimen algún sector de la sociedad o del medio ambiente. No quedarse cruzados de brazos y querer dejar huella en el mundo. Esa es una conciencia que viene del corazón”, concluye Gaby con una sonrisa.
PERFIL
Gabriela Enrigue
Gabriela es maestra en Políticas Públicas por la UC de Berkeley. Desde 2008 es consultora de la Corporación Financiera Internacional, empresa filial del Grupo Banco Mundial donde se especializa en la optimización de procesos económicos para la inclusión de sectores marginados.
VOLUNTADES
Historias de éxito que trascienden
El trueque solidario
Vivimos en la era del conocimiento en donde las oportunidades de vida entre una persona u otra pueden estar determinadas por su preparación intelectual y de habilidades específicas. Siendo así, la diferencia económica ya no es la única determinante de la desigualdad, también el conocimiento juega un rol principal.
Con esa visión y un gran toque de solidaridad se creó el concepto de Trade School, un sistema de trueque en donde lo que se intercambia es el conocimiento. Es decir, si tú sabes cocinar, pero a la vez te gustaría aprender a crear papel reciclado, por ejemplo, te inscribes al sistema y ofertas una clase a cambio de recibir otra de tu interés.
Este modelo de clases compartidas ya se ha replicado en 48 ciudades de todo el mundo y ha sido un éxito. Trade School ya está presente también en Guadalajara, en donde se han intercambiado clases gratuitas de cocina, mecánica, defensa personal, huertos urbanos, ajedrez, latín, creación de empresas, entre otras.
Trade School demuestra que todos tenemos algo que aportar a nuestra comunidad, que en la diversidad de nuestros conocimientos y estilos de vida radica la riqueza de un conjunto social, y sobre todo, que la solidaridad implica estar dispuesto a compartir con otros, más que a donar, porque todos podemos aprender de todos.
Si quieres inscribirte o conocer más, entra a http://www.tradeschool.coop/Guadalajara.
10 NOTAS POSITIVAS
1. Zapotecos ponen en marcha su propia red de telefonía celular.
2. La UNAM construye equipo para probar tecnología espacial.
3. En la Ciudad de México se conmemoró el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos con dos conferencias magistrales sobre la esclavitud.
4. José Emilio Pacheco será reconocido con el Premio Internacional Corona de Oro 2013.
5. Elena Poniatowska abrirá las actividades del décimo Festival Celebrate Mexico Now en Nueva York.
6. Da inicio la Feria Nacional del Libro en Zacatecas.
7. En Guanajuato se realiza el Festival Internacional de Arte Contemporáneo.
8. En Saltillo Inicia el Primer Encuentro Internacional de Poesía “Manuel Acuña”.
9. Concluye el festival “Días de América Latina”, donde México participó con danza, gastronomía, artesanía y economía.
10. Cinco obras inéditas de Salinger se publicarán a partir de 2015.
Mar Adentro Propone
Para leer…
El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, y su colega Andrew Charlton, revelan en el libro “Comercio justo para todos” un modelo económico de mercados abiertos en el que los países más pobres del mundo puedan ayudarse a sí mismos a través del comercio justo.
Para saber…
Según la Encuesta Nacional sobre Solidaridad y Acción Voluntaria que presentó el CEMEFI en 2012, en México se realizan 192 millones 500 mil acciones voluntarias en un año.
Para conocer…
Asiste al Museo del Periodismo y las Artes Gráficas en Av. Alcalde #225 y conoce la exposición “Mirada y Testimonio” del reconocido fotógrafo Pedro Valtierra. En ella se muestra el recorrido del autor por la situación de desigualdad de seis países latinos.