Jalisco
Ser joven hoy: Día Internacional de la Juventud
''Para liberar el poder de los jóvenes debemos asociarnos con ellos''. Ban Ki-moon.
GUADALAJARA, JALISCO (17/AGO/2013).- En el año 1440 se crea la imprenta. 330 años más tarde, la máquina a vapor. 165 años más tarde la televisión, 30 más tarde la computadora, 20 más tarde la internet y sólo 16 más tarde se realizan importantes descubrimientos sobre el genoma humano, que abren la puerta a muchísimos otros.
Como podrá apreciar el lector, la progresiva disminución de los espacios de tiempo entre uno y otro hito tecnológico es tremenda, lo que implica que la sociedad deba adecuarse a evolucionar en cuanto al conocimiento y las herramientas para desarrollarlo, también cada vez más rápido.
A la larga, pareciera lógico sostener que los jóvenes de hoy desarrollan ciertas habilidades a más temprana edad que los de antaño. Evidente, además, para quienes se han criado cerca de la televisión, teléfonos móviles e internet. Entendible, entonces, que ante la mirada atónita de los mayores, un joven ayude a su contrariado abuelo a manipular su propio televisor o teléfono celular. Precisamente, ese niño se ha visto obligado a evolucionar permanentemente ante los cambios tecnológicos que abundan en su vida, con programas de televisión dedicados a su aprendizaje, educación formal cada vez más temprana, etcétera.
Resultado: jóvenes que no debieron esperar una vida y muchas generaciones para aprender sobre los últimos avances en materia de conocimiento humano.
No obstante lo anterior, parece conocida también la crítica que constantemente se hace a estas nuevas generaciones respecto de su escaso interés en materias de política, actualidad, sociedad, etcétera.
Panorama complejo; generaciones con tremendas capacidades, generalmente formadas bajo los principios rectores de la era del conocimiento y la información, pero despreocupadas de lo que pasa en el mundo en que viven.
¿Por qué la brecha entre capacidades e interés? Como sociedad ¿estamos desperdiciando el aporte de estas generaciones? ¿Cómo aprovechamos estas nuevas habilidades? ¿Qué les entregamos? ¿Cómo los formamos? ¿Estamos confiando en ellos?
A nuestro juicio, dicho círculo vicioso podría ser un problema de conciencia.
Si no confiamos en ellos, no pueden participar. Si no pueden participar, no les sirve tener interés. Si no tienen interés, los esfuerzos por formarlos y guiarlos parecen inoficiosos. Si no los podemos formar o guiar, no confiamos en ellos. Si no confiamos en ellos, sus talentos se pierden. Alguien debe dar el primer paso: ¿será el lector?
ECOS DEL DEBATE
Ante la falta de oportunidades educativas y laborales para los jóvenes, la migración es una opción legítima
Los jóvenes son la fuerza del cambio, pero ante la falta de oportunidades en algunos países, por la carencia de políticas públicas encaminadas en la calidad educativa y laboral, todo joven tiene derecho a lograr sus metas aún en otro país. Lo que deberíamos hacer es ser más cooperativos para apoyarlos con becas, empleos temporales en otros países e intercambios culturales que les permitan desarrollarse.
David Calderón, participante de Mar Adentro.
El fenómeno de migración se ha dado siempre en la historia de la humanidad; las personas se mueven de un lado a otro. Tanto así que muchos jóvenes migran con sus familias por la oferta de nuevas oportunidades (incluso dentro de su propio país). El problema yace cuando se ven obligados a migrar solos puesto que suelen terminar inmersos en redes de trata de personas o de prostitución.
Jorge Manrique, participante de Mar Adentro.
COMPARTE
De viva voz, los líderes sociales comparten algunas de sus experiencias
La juventud es una construcción social
El doctor Rogelio Marcial se ha dedicado a estudiar a la juventud desde distintas perspectivas y por ello reconoce que el término juventud es producto de una construcción social, es decir, la juventud no existe como tal y por tanto no puede delimitarse una edad única que la contenga ni especificarse sus características. Cada sociedad define, según sus condiciones particulares, quiénes son los jóvenes.
“Todavía en los años sesenta el joven era aquél de 19 a 21 años, porque los menores de 19 eran todavía como niños y los mayores de 21 ya iban orientando su vida hacia la adultez, con trabajos estables, uniones conyugales o hijos. Pero con las condiciones actuales esos procesos de entrada y salida de la juventud no están tan claros, por eso tenemos un periodo de juventud muy largo, según el Instituto Mexicano de la Juventud de 12 a 29 años”.
Entrar a la juventud más temprano es producto del acceso a la información que les resta inocencia a los niños y los va empoderando, y salir de la juventud es más tardado porque las trayectorias de vida no son tan claras como antaño: que un joven viva con sus padres no le garantiza que pueda estudiar, porque quizá deba trabajar para apoyar en casa; aún si estudia, eso no le garantiza que después pueda encontrar un buen trabajo porque la oferta laboral en el país es escasa; y todavía si encuentra un trabajo, eso tampoco garantiza que pueda emanciparse o mantener a una familia propia, porque los sueldos no siempre lo permiten. Entonces, la trayectoria de vida que un joven tenía anteriormente clara, hoy se presenta difusa y lo orilla a buscar otras alternativas.
Desde los años ochenta, dice el doctor Rogelio, esa estructura empezó a quebrarse y ha hecho que como sociedad no sepamos cuándo se deja de ser niño o cuándo ya se es adulto, porque no hay rituales de paso claros entre una etapa y otra. En algunas comunidades indígenas, en cambio, ni siquiera existe la palabra juventud en el vocabulario, porque los adolescentes se desposan a edades tempranas y pasan a ser adultos, de niños a adultos sin alguna transición, lo que explica que la juventud, entendida como la entendemos, está basada en nuestras relaciones y en lo que se espera que los jóvenes sean o hagan.
Ante esta realidad compleja que por un lado ofrece al joven herramientas tecnológicas, interconexión y acceso a la globalización a edad temprana, pero por el otro no garantiza espacios donde pueda aplicar esos conocimientos como miembro activo de la sociedad, los jóvenes podrían considerarse, bajo cierta perspectiva, como un grupo vulnerable.
“Aunque no son un grupo vulnerable en sí mismo, los jóvenes si viven sometidos al estereotipo social que existe desde hace siglos de que son seres incompletos e incapaces de completarse por sí mismos, sino bajo la tutela de los adultos. Esta tutela se convierte en una relación de poder donde el adulto cree saber lo que el joven quiere, y si el joven quiere una cosa distinta, entonces se considera que está mal, que está equivocado y se le reprime o castiga”.
Como sociedad debemos reconsiderar lo que entendemos como juventud y darnos cuenta de que no es lo mismo haber sido joven en 1920 que serlo ahorita y que, por lo tanto, no se puede esperar lo mismo de los jóvenes de aquella época a los de la nuestra. Asegura el doctor Rogelio que se debe entender a los jóvenes como sujetos con derechos y necesidades propias, pues sólo así se generarán relaciones renovadas con ellos en donde incluso los adultos puedan aprender las habilidades tecnológicas con que los jóvenes cuentan.
Aprovechar la curva demográfica en que nos encontramos con la mayor cantidad de jóvenes en la historia, y que ello represente efectivamente una posibilidad de avance y no un problema, dependerá fundamentalmente de dos cosas: que las políticas públicas dejen de considerar como incompletos a los jóvenes y más bien se orienten a brindarles las oportunidades educativas, laborales y sociales para desarrollarse plenamente; y que los jóvenes también asuman la responsabilidad que tienen de vivir en esta época, aprendiendo, por ejemplo, a discernir entre el cúmulo de información a que tienen acceso para tomar las decisiones correctas.
“Los jóvenes tienen derecho a que los apoyemos pero también deben tener bien claras sus responsabilidades hacia ellos mismos y hacia los demás. Ni modo, les tocó vivir en este tiempo que tiene sus ventajas pero también sus complicaciones, y lo que queda es aprender a trabajar en equipo y olvidar el individualismo exacerbado porque si no la mayoría va a fracasar. Debemos entender que, en la medida en que a mí me vaya bien, le tiene que ir bien a la gente que está a mi alrededor”.
PERFILES
Doctor Rogelio Marcial
Rogelio Marcial es doctor en Ciencias Sociales, director académico del Colegio de Jalisco e investigador nivel II en el Sistema Nacional. Se ha especializado en la investigación de culturas juveniles urbanas y algunos otros temas relacionados con juventud.
VOLUNTADES
Historias de éxito que trascienden
Trabajar con dignidad por los derechos de los jóvenes
En 1999 durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre Población y Desarrollo, se hizo presente un grupo de 30 jóvenes que decían representar a la juventud mundial e hicieron una serie de peticiones a los delegados, sin embargo, en su lista petitoria no se incluían cuestiones básicas como la educación, la salud y el empleo.
Fue por ello que un día después un grupo menor de jóvenes, liderados por Anna Halpine que apenas tenía 21 años, se presentaron en el recinto de la Conferencia y repartieron volantes, haciéndole saber a los delegados que aquél grupo no representaba a la juventud mundial y que lo que habían pedido no eran sus necesidades reales.
El arrojo y la visión de Anna fue tan atractivo para los delegados que le pidieron se mantuviese con una presencia permanente en las Naciones Unidas para consolidar un órgano de voz juvenil que influyera en los asuntos internacionales y promoviera la dignidad humana. Así nació World Youth Alliance.
Hoy esta organización está presente en 160 países a través de 1 millón de afiliados. Su misión: promover la dignidad de la persona y la solidaridad entre los jóvenes de países desarrollados y en desarrollo, para unificar las oportunidades y generar incidencia en conjunto, tanto en los planos regional e internacional.
Actualmente World Youth Alliance ejecuta una serie de programas culturales como festivales de cine, foros de las artes y orquestas de cámara; trabaja de manera permanente en la ONU y otras organizaciones internacionales a través de las comisiones de juventud; y apoya a proyectos juveniles de distintas regiones del mundo.
Esta organización internacional no gubernamental y sin fines de lucro, pone en evidencia que cuando los jóvenes se comprometen y los adultos son capaces de creer en su compromiso, cosas grandes pueden ocurrir. Con la fuerza de la colectividad, World Youth Alliance demuestra que los jóvenes conforman una voz que hay que escuchar.
10 NOTAS POSITIVAS
1. Jalisco duplicará inversión en ciencia.
2. Derrama turística en el país aumenta en 7.6% durante el primer semestre.
3. México se ubica entre los cinco países preferidos por pensionados extranjeros.
4. El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, colabora en la restauración de sitio inca en Argentina.
5. Juan Bautista Kouri, investigador mexicano, crea método para la detección oportuna de osteoartritis.
6. Alumnos del Instituto Politécnico desarrollan cargador solar para dispositivos móviles.
7. Técnicamente, la Eurozona ha salido de la recesión más grave de su historia.
8. Investigadores estadounidenses realizan avance en el desarrollo de vacuna contra la malaria.
9. Identifican a México como un destacadocompetidor en tecnologías de la información.
10. Descubren patrones biológicos para detectar el autismo.
Mar Adentro Propone
Para leer…
El antropólogo argentino Gonzalo A. Saraví retrata en su libro Transiciones vulnerables la situación actual de los jóvenes mexicanos en contextos de exclusión, ofreciendo un análisis respecto de sus experiencias de transición familiar, residencial, laboral y de expectativas de vida.
Saber más…
De acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, en México los temas que preocupan más a la población joven son la inseguridad y el desempleo, respectivamente.
Conocer más…
Si eres estudiante universitario y te gusta la fotografía, participa en el Segundo Encuentro Nacional de Artes plásticas. Visita: www.upaep.mx y participa en los concursos de fotografía.
Como podrá apreciar el lector, la progresiva disminución de los espacios de tiempo entre uno y otro hito tecnológico es tremenda, lo que implica que la sociedad deba adecuarse a evolucionar en cuanto al conocimiento y las herramientas para desarrollarlo, también cada vez más rápido.
A la larga, pareciera lógico sostener que los jóvenes de hoy desarrollan ciertas habilidades a más temprana edad que los de antaño. Evidente, además, para quienes se han criado cerca de la televisión, teléfonos móviles e internet. Entendible, entonces, que ante la mirada atónita de los mayores, un joven ayude a su contrariado abuelo a manipular su propio televisor o teléfono celular. Precisamente, ese niño se ha visto obligado a evolucionar permanentemente ante los cambios tecnológicos que abundan en su vida, con programas de televisión dedicados a su aprendizaje, educación formal cada vez más temprana, etcétera.
Resultado: jóvenes que no debieron esperar una vida y muchas generaciones para aprender sobre los últimos avances en materia de conocimiento humano.
No obstante lo anterior, parece conocida también la crítica que constantemente se hace a estas nuevas generaciones respecto de su escaso interés en materias de política, actualidad, sociedad, etcétera.
Panorama complejo; generaciones con tremendas capacidades, generalmente formadas bajo los principios rectores de la era del conocimiento y la información, pero despreocupadas de lo que pasa en el mundo en que viven.
¿Por qué la brecha entre capacidades e interés? Como sociedad ¿estamos desperdiciando el aporte de estas generaciones? ¿Cómo aprovechamos estas nuevas habilidades? ¿Qué les entregamos? ¿Cómo los formamos? ¿Estamos confiando en ellos?
A nuestro juicio, dicho círculo vicioso podría ser un problema de conciencia.
Si no confiamos en ellos, no pueden participar. Si no pueden participar, no les sirve tener interés. Si no tienen interés, los esfuerzos por formarlos y guiarlos parecen inoficiosos. Si no los podemos formar o guiar, no confiamos en ellos. Si no confiamos en ellos, sus talentos se pierden. Alguien debe dar el primer paso: ¿será el lector?
ECOS DEL DEBATE
Ante la falta de oportunidades educativas y laborales para los jóvenes, la migración es una opción legítima
Los jóvenes son la fuerza del cambio, pero ante la falta de oportunidades en algunos países, por la carencia de políticas públicas encaminadas en la calidad educativa y laboral, todo joven tiene derecho a lograr sus metas aún en otro país. Lo que deberíamos hacer es ser más cooperativos para apoyarlos con becas, empleos temporales en otros países e intercambios culturales que les permitan desarrollarse.
David Calderón, participante de Mar Adentro.
El fenómeno de migración se ha dado siempre en la historia de la humanidad; las personas se mueven de un lado a otro. Tanto así que muchos jóvenes migran con sus familias por la oferta de nuevas oportunidades (incluso dentro de su propio país). El problema yace cuando se ven obligados a migrar solos puesto que suelen terminar inmersos en redes de trata de personas o de prostitución.
Jorge Manrique, participante de Mar Adentro.
COMPARTE
De viva voz, los líderes sociales comparten algunas de sus experiencias
La juventud es una construcción social
El doctor Rogelio Marcial se ha dedicado a estudiar a la juventud desde distintas perspectivas y por ello reconoce que el término juventud es producto de una construcción social, es decir, la juventud no existe como tal y por tanto no puede delimitarse una edad única que la contenga ni especificarse sus características. Cada sociedad define, según sus condiciones particulares, quiénes son los jóvenes.
“Todavía en los años sesenta el joven era aquél de 19 a 21 años, porque los menores de 19 eran todavía como niños y los mayores de 21 ya iban orientando su vida hacia la adultez, con trabajos estables, uniones conyugales o hijos. Pero con las condiciones actuales esos procesos de entrada y salida de la juventud no están tan claros, por eso tenemos un periodo de juventud muy largo, según el Instituto Mexicano de la Juventud de 12 a 29 años”.
Entrar a la juventud más temprano es producto del acceso a la información que les resta inocencia a los niños y los va empoderando, y salir de la juventud es más tardado porque las trayectorias de vida no son tan claras como antaño: que un joven viva con sus padres no le garantiza que pueda estudiar, porque quizá deba trabajar para apoyar en casa; aún si estudia, eso no le garantiza que después pueda encontrar un buen trabajo porque la oferta laboral en el país es escasa; y todavía si encuentra un trabajo, eso tampoco garantiza que pueda emanciparse o mantener a una familia propia, porque los sueldos no siempre lo permiten. Entonces, la trayectoria de vida que un joven tenía anteriormente clara, hoy se presenta difusa y lo orilla a buscar otras alternativas.
Desde los años ochenta, dice el doctor Rogelio, esa estructura empezó a quebrarse y ha hecho que como sociedad no sepamos cuándo se deja de ser niño o cuándo ya se es adulto, porque no hay rituales de paso claros entre una etapa y otra. En algunas comunidades indígenas, en cambio, ni siquiera existe la palabra juventud en el vocabulario, porque los adolescentes se desposan a edades tempranas y pasan a ser adultos, de niños a adultos sin alguna transición, lo que explica que la juventud, entendida como la entendemos, está basada en nuestras relaciones y en lo que se espera que los jóvenes sean o hagan.
Ante esta realidad compleja que por un lado ofrece al joven herramientas tecnológicas, interconexión y acceso a la globalización a edad temprana, pero por el otro no garantiza espacios donde pueda aplicar esos conocimientos como miembro activo de la sociedad, los jóvenes podrían considerarse, bajo cierta perspectiva, como un grupo vulnerable.
“Aunque no son un grupo vulnerable en sí mismo, los jóvenes si viven sometidos al estereotipo social que existe desde hace siglos de que son seres incompletos e incapaces de completarse por sí mismos, sino bajo la tutela de los adultos. Esta tutela se convierte en una relación de poder donde el adulto cree saber lo que el joven quiere, y si el joven quiere una cosa distinta, entonces se considera que está mal, que está equivocado y se le reprime o castiga”.
Como sociedad debemos reconsiderar lo que entendemos como juventud y darnos cuenta de que no es lo mismo haber sido joven en 1920 que serlo ahorita y que, por lo tanto, no se puede esperar lo mismo de los jóvenes de aquella época a los de la nuestra. Asegura el doctor Rogelio que se debe entender a los jóvenes como sujetos con derechos y necesidades propias, pues sólo así se generarán relaciones renovadas con ellos en donde incluso los adultos puedan aprender las habilidades tecnológicas con que los jóvenes cuentan.
Aprovechar la curva demográfica en que nos encontramos con la mayor cantidad de jóvenes en la historia, y que ello represente efectivamente una posibilidad de avance y no un problema, dependerá fundamentalmente de dos cosas: que las políticas públicas dejen de considerar como incompletos a los jóvenes y más bien se orienten a brindarles las oportunidades educativas, laborales y sociales para desarrollarse plenamente; y que los jóvenes también asuman la responsabilidad que tienen de vivir en esta época, aprendiendo, por ejemplo, a discernir entre el cúmulo de información a que tienen acceso para tomar las decisiones correctas.
“Los jóvenes tienen derecho a que los apoyemos pero también deben tener bien claras sus responsabilidades hacia ellos mismos y hacia los demás. Ni modo, les tocó vivir en este tiempo que tiene sus ventajas pero también sus complicaciones, y lo que queda es aprender a trabajar en equipo y olvidar el individualismo exacerbado porque si no la mayoría va a fracasar. Debemos entender que, en la medida en que a mí me vaya bien, le tiene que ir bien a la gente que está a mi alrededor”.
PERFILES
Doctor Rogelio Marcial
Rogelio Marcial es doctor en Ciencias Sociales, director académico del Colegio de Jalisco e investigador nivel II en el Sistema Nacional. Se ha especializado en la investigación de culturas juveniles urbanas y algunos otros temas relacionados con juventud.
VOLUNTADES
Historias de éxito que trascienden
Trabajar con dignidad por los derechos de los jóvenes
En 1999 durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre Población y Desarrollo, se hizo presente un grupo de 30 jóvenes que decían representar a la juventud mundial e hicieron una serie de peticiones a los delegados, sin embargo, en su lista petitoria no se incluían cuestiones básicas como la educación, la salud y el empleo.
Fue por ello que un día después un grupo menor de jóvenes, liderados por Anna Halpine que apenas tenía 21 años, se presentaron en el recinto de la Conferencia y repartieron volantes, haciéndole saber a los delegados que aquél grupo no representaba a la juventud mundial y que lo que habían pedido no eran sus necesidades reales.
El arrojo y la visión de Anna fue tan atractivo para los delegados que le pidieron se mantuviese con una presencia permanente en las Naciones Unidas para consolidar un órgano de voz juvenil que influyera en los asuntos internacionales y promoviera la dignidad humana. Así nació World Youth Alliance.
Hoy esta organización está presente en 160 países a través de 1 millón de afiliados. Su misión: promover la dignidad de la persona y la solidaridad entre los jóvenes de países desarrollados y en desarrollo, para unificar las oportunidades y generar incidencia en conjunto, tanto en los planos regional e internacional.
Actualmente World Youth Alliance ejecuta una serie de programas culturales como festivales de cine, foros de las artes y orquestas de cámara; trabaja de manera permanente en la ONU y otras organizaciones internacionales a través de las comisiones de juventud; y apoya a proyectos juveniles de distintas regiones del mundo.
Esta organización internacional no gubernamental y sin fines de lucro, pone en evidencia que cuando los jóvenes se comprometen y los adultos son capaces de creer en su compromiso, cosas grandes pueden ocurrir. Con la fuerza de la colectividad, World Youth Alliance demuestra que los jóvenes conforman una voz que hay que escuchar.
10 NOTAS POSITIVAS
1. Jalisco duplicará inversión en ciencia.
2. Derrama turística en el país aumenta en 7.6% durante el primer semestre.
3. México se ubica entre los cinco países preferidos por pensionados extranjeros.
4. El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, colabora en la restauración de sitio inca en Argentina.
5. Juan Bautista Kouri, investigador mexicano, crea método para la detección oportuna de osteoartritis.
6. Alumnos del Instituto Politécnico desarrollan cargador solar para dispositivos móviles.
7. Técnicamente, la Eurozona ha salido de la recesión más grave de su historia.
8. Investigadores estadounidenses realizan avance en el desarrollo de vacuna contra la malaria.
9. Identifican a México como un destacadocompetidor en tecnologías de la información.
10. Descubren patrones biológicos para detectar el autismo.
Mar Adentro Propone
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Conocer más…
Si eres estudiante universitario y te gusta la fotografía, participa en el Segundo Encuentro Nacional de Artes plásticas. Visita: www.upaep.mx y participa en los concursos de fotografía.