Jalisco

Tapatía recibe premio en Washington por su labor altruista

Pamela Jiménez Cárdenas de 21 años de edad, forma parte del Harvard Square Homeless Shelter, albergue para personas sin vivienda con sede en Cambridge

WASHINGTON,D.C. (21/ABR/2012).- Mientras treintañeros acicalados aguardan para entrar a un ostentoso bar, a unas cuadras de ahí, sobre la calle 14 y la K, afuera del Banco PNC, un hombre de ropas desgastadas y piel oscura dormita sobre la acera. Una calle más abajo, en la 13 y la H, a la puerta del Museo Nacional de las Mujeres en las Artes, tres bultos de cobijas destacan. Aquí y allá, en solitario o en grupo, hombres, en su mayoría, pernoctan en donde se puede: la banca de un parque, la banqueta, el asiento de espera del autobús.

La escena tiene lugar en la capital de la primera potencia del mundo, pero no es exclusiva de esta metrópoli de Estados Unidos. Se vive en varias ciudades de la nación, y qué decir del resto de países del orbe. Pamela Jiménez Cárdenas no se suma a quienes observan ese escenario de miseria con incomodidad o indiferencia. Desde el otoño de 2009 forma parte del Harvard Square Homeless Shelter, albergue para personas sin vivienda con sede en Cambridge; por su labor en este centro, y sus antecedentes en actividades altruistas, el sábado al mediodía recibió el Benjamin Franklin Legacy Award, otorgado por la Creativity Foundation, en Washington D. C.

"Ellos (las personas sin vivienda), muchas veces necesitan gente con quien hablar. Nosotros somos un espacio que trabaja para proveer a nuestros invitados un lugar a salvo, donde son cuidados y respetados", dice Pamela, tapatía de 21 años.

Estudiante de Gobierno en la prestigiada universidad privada Harvard, afirma que el espíritu por ayudar al otro le viene de familia. No olvida sus raíces pese a dejar México a los nueve. "En casa teníamos muy presente que somos mexicanos viviendo en Estados Unidos, me inculcaron no perder mis raíces".

Desempeño y planes a futuro

A un año de terminar la carrera, Jiménez Cárdenas tiene tres proyectos en puerta: colaborar este verano con una organización que hace bibliotecas en la Amazonia brasileña, dirigir a su grupo del albergue para 2013 y viajar a Camerún, donde estudiará desarrollo internacional.

Detalla que, de asumir la directiva en el Homeless Shelter, aspira a tener un nuevo modelo para proveer más servicios, familiarizados con recursos gubernamentales: búsqueda de empleo, vivienda, seguro médico. Ahora sólo ofrecen comida, dormitorio y ropa. Tienen 24 camas: 20 para hombres y cuatro para mujeres. Señala que no es suficiente: la demanda los rebasa.

Entre los intereses de Pamela están el desarrollo internacional, la educación, los estudios de género (se dice feminista), e incluso la fotografía.

Con una educación familiar con orientación jesuita, explica que desde pequeña tiene claro el concepto de darse a los demás. Un recuerdo de su infancia es ir a llevar juguetes a niños en navidad. Empezó su labor altruista "formal" cuando fue niña exploradora ayudando a migrantes mexicanos, en California, donde vivió hasta iniciar su carrera.

Durante su estancia en Harvard ha participado en diferentes programas. Fue a Sudáfrica, donde colaboró en la elaboración de un conteo de gente sin tratamiento después de haber sido detectada con VIH; en Sao Paolo, Brasil, ayudó con la implementación de luz en favelas y proyectos medioambientales.

Cuando termine la carrera pretende vivir en México por un año para hacer trabajo de campo y desarrollar algún proyecto que tenga que ver con educación. También tiene claro que quiere estudiar una maestría, pero fuera de México y EU.

"Me interesa mucho el desarrollo internacional; el ser mexicana y vivir en los Estados Unidos me formó y he sido consciente de lo que pasa en mi país de origen y otros lados".

Anécdotas

Pamela narra lo angustioso que era para ella ver a un hombre, a través de su ventana y resguardada del frío, pasar la noche en la calle. Fue una experiencia que la marcó. Reflexionó sobre lo afortunada que era al tener techo. Con el tiempo, entabló diálogo y trato cordial con el varón.

La mexicana vuelve en el tiempo y recuerda que una de las personas de la calle, beneficiaria del albergue, la ayudó a arreglar su bicicleta; fue recíproca con ella.

Otra vivencia que tuvo con personas de la calle es la retroalimentación que le dieron para redactar ensayos de una clase. Discutía con ellas temas feministas, de política, entre otros.

¿Por qué fue postulada para el galardón?

María Domínguez, directora de Phillips Brooks House, conoce a Pamela Jiménez Cárdenas desde que ingresó al Harvard Square Homeless Shelter (albergue para personas sin vivienda, en Cambridge) en Otoño de 2009.

"Desde el principio hablaba con los invitados (del albergue) como personas de verdad, tiene algo en su alma muy distinto a los demás (voluntarios) Siempre se cuestionaba por qué está así el mundo; trabaja muy fuerte".

Domínguez explica que tanto ella como el consejo de la Facultad de Servicios Públicos de Harvard recibieron varias sugerencias para postular a alumnos al Benjamin Franklin Legacy Award; casi cada miembro estuvo de acuerdo con que Jiménez Cárdenas fuera la elegida. "Ella tiene una inteligencia mayor para su edad, es muy cariñosa, sencilla, humilde y creativa".

Añade que la tapatía fue parte del equipo que impulsó las salidas del albergue para ofrecer, a quienes lo necesitaran, ropa y comida. "Lo más importante para nosotros para elegirla fue que en su grupo hicieron más, salieron a la calle para llevarles ayuda y no quedarse cómodos en el refugio".

Ya en la ceremonia de entrega, Pamela fue presentada como una "extraordinaria persona", con "valía". "Somos muy afortunados por tener a una persona apasionada en su trabajo y en lo que hace", en la condición humana, dijo su presentadora.

Para saber

El Benjamin Franklin Legacy Award se entrega cada año a un grupo de estudiantes de universidades, instituciones, y organizaciones de servicio, que prometen creatividad en su trabajo y estudios, en las artes, humanidades, ciencia, negocios, y servicio público.

Pamela Jiménez es la única latina proveniente de Harvard que ha recibido este reconocimiento otorgado por la Creativity Foundation, organización creada en 2002 y que se inspira en el legado del político y científico, y gestor de la independencia estadounidense, Benjamin Franklin.

En 2008, la cantante colombiana Shakira decidió compartir con ella el premio ALMA, galardón humanitario, por su interés en la educación de los niños. En ese entonces, la tapatía tenía 17 años.

Los demás galardonados de 2012 son: Marian Joan Bechtel, por Intel Science Talent Seaborg Prize; Nishant Ganesh Kumar, por el National Collegiate Inventors and Innovators Alliance; Emerald Holman, por la Duke Ellington School oh the Arts; Simon Linn-Gerstein, por la Longy School of Music, y Annie Salinas, por el National History Day.

EL INFORMADOR / MIRIAM PADILLA

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