México
Cardenal Antonelli afirma que relaciones homosexuales no deben ser públicas
Antonelli aseguró que a pesar de que en México se han aprobado leyes proaborto y de uniones legales entre homosexuales, la nación todavía es considerada como una esperanza para la familia
CIUDAD DE MÉXICO.- El cardenal Ennio Antonelli, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, sugirió que las relaciones homosexuales no deberían hacerse evidentes en público, sino reservarse al ámbito privado.
“La convivencia homosexual no es una realidad de interés público, es sobre todo una experiencia privada que es claro que como cristiano no apruebo, pero en el plano civil, público y político debería dejarse en lo privado, y no promoverse”.
En entrevista por separado, Antonelli, junto con los cardenales de México, Javier Lozano Barragán, y el de Honduras, Óscar Rodríguez Madariaga, coincidieron en que bajo los preceptos de la Iglesia Católica las relaciones homosexuales nunca podrán ser equiparadas a una familia, porque dentro de ellas no se puede generar vida.
“Las relaciones homosexuales siempre han estado presentes, desde la antigüedad, la novedad es el hecho de que se quiere equiparar a la familia entre la convivencia homosexual y esto no puede ser aceptado, porque la familia tiene una especificidad, la familia da a los hijos y los educa”, dijo Antonelli.
En tanto, Lozano Barragán, quien es presidente del Consejo Pontificio para la Salud, consideró que dos personas del mismo sexo se podrán unir, e incluso el Gobierno reconocerles derechos, pero sin que se necesite un contrato matrimonial, pues éste es la fuente de la familia.
Por su parte, el también arzobispo de Tegucigalpa, Rodríguez Madariaga, aseguró que la familia no es algo que pueda ser definido por la criatura, sino por el creador.
“Oigo a veces a las personas que hablan de distintos tipos de familia, la familia no es como un supermercado a donde se va y se encuentra 20 tipos de cereales distintos, no es creación de los seres humanos sino de Dios, por lo que el hombre no debe definir qué es la familia”.
Antonelli aseguró que a pesar de que en México se han aprobado leyes proaborto y de uniones legales entre homosexuales, la nación todavía es considerada como una esperanza para la familia, porque siempre se le ha dado un lugar muy importante.
“La convivencia homosexual no es una realidad de interés público, es sobre todo una experiencia privada que es claro que como cristiano no apruebo, pero en el plano civil, público y político debería dejarse en lo privado, y no promoverse”.
En entrevista por separado, Antonelli, junto con los cardenales de México, Javier Lozano Barragán, y el de Honduras, Óscar Rodríguez Madariaga, coincidieron en que bajo los preceptos de la Iglesia Católica las relaciones homosexuales nunca podrán ser equiparadas a una familia, porque dentro de ellas no se puede generar vida.
“Las relaciones homosexuales siempre han estado presentes, desde la antigüedad, la novedad es el hecho de que se quiere equiparar a la familia entre la convivencia homosexual y esto no puede ser aceptado, porque la familia tiene una especificidad, la familia da a los hijos y los educa”, dijo Antonelli.
En tanto, Lozano Barragán, quien es presidente del Consejo Pontificio para la Salud, consideró que dos personas del mismo sexo se podrán unir, e incluso el Gobierno reconocerles derechos, pero sin que se necesite un contrato matrimonial, pues éste es la fuente de la familia.
Por su parte, el también arzobispo de Tegucigalpa, Rodríguez Madariaga, aseguró que la familia no es algo que pueda ser definido por la criatura, sino por el creador.
“Oigo a veces a las personas que hablan de distintos tipos de familia, la familia no es como un supermercado a donde se va y se encuentra 20 tipos de cereales distintos, no es creación de los seres humanos sino de Dios, por lo que el hombre no debe definir qué es la familia”.
Antonelli aseguró que a pesar de que en México se han aprobado leyes proaborto y de uniones legales entre homosexuales, la nación todavía es considerada como una esperanza para la familia, porque siempre se le ha dado un lugar muy importante.