México

El Sur del país, la región con más personas con ceguera

Tabasco y Campeche concentran el mayor porcentaje de gente con debilidad visual; Jalisco figura con pocos casos

CIUDAD DE MÉXICO (07/NOV/2011).- Los problemas relacionados con la visión prevalecen en la población mexicana, y en cada uno de los estados de la República arriba de 20% de la población sufre algún padecimiento oftalmológico severo (que impide la visibilidad en un porcentaje importante aún con lentes), según reporta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El gran reto para los especialistas es lograr que este sector sea incluido en las cuestiones tecnológicas y productivas, aspectos de los que han quedado fuera a pesar de los esfuerzos gubernamentales y de organizaciones que han dado frutos aislados con instalación de bibliotecas con libros en Braille, y programas de apoyo de distintos tipos.

Entre los tres estados con mayor incidencia de problemas visuales está Campeche, con 112 mil 681 casos, lo que representa un 34.7% del total de la población. El “foco rojo” está en Ciudad del Carmen, donde se encuentran familias enteras con esta problemática, refirió Alejandro García Martínez, rehabilitador de débiles visuales desde hace 20 años.

La población tabasqueña está en segundo lugar con 34.2% de sus habitantes; mientras que en el Norte de la República, Sonora se ubica con 32.4% de discapacitados visuales. En tanto que Jalisco, Aguascalientes y Zacatecas son las tres entidades con menos problemas; aproximadamente 23% tiene dificultades visuales.

Especialistas y miembros de organizaciones dedicadas a atender el problema coincidieron en que la pobreza, la ignorancia, la discriminación y la falta de mejores políticas públicas para este sector ha dejado de lado en pleno siglo XXI la oportunidad de tener una vida independiente y productiva.

En Campeche existen más de 12 mil personas ciegas, de los cuales sólo 15 de cada 100 son capaces de caminar solos y de tener una vida apegada a la normalidad, manifestó Alejandro García Martínez. Explicó que dicha Entidad tiene un gran atraso en materia de rehabilitación para personas con ceguera, que en gran medida se debe a que los mismos que padecen este problema se muestran renuentes a ingresar a escuelas especiales.

En Quintana Roo, Estado que ocupa el cuarto lugar por personas afectadas, Rafael Alpuche Delgado, titular de la Secretaría de Salud, afirmó que la dependencia no tiene programas preventivos y únicamente ofrecen cirugías correctivas en diferentes fechas del año.

El Centro de Rehabilitación Integral de Quintana Roo (CRIQ), presidido por David Landa Juárez, informó que estas personas no acuden a los servicios de rehabilitación por las barreras arquitectónicas y de desplazamiento que no han sido eliminadas en las ciudades.

Valentín Chablé, maestro de las materias Apoyo Pedagógico y Máquina Perkin, en el Centro de Atención Integral para Ciegos y Débiles Visuales de Tabasco, resaltó que el mayor obstáculo es la pobreza.  “La discapacidad y pobreza es un binomio. La discapacidad se acentúa en la pobreza. En la gente que menos recursos tiene se encuentran más discapacidades”.

Francisco Cisneros, director del Consejo Nacional para las personas con Discapacidad (Conadis), expuso que aunque se registran importantes avances en la inclusión de personas con limitaciones visuales, “aún es un terreno en el que se podría avanzar más si se tuvieran mayores recursos”.

Para saber
Diferencias


En Campeche existen más de 12 mil personas ciegas, de los cuales sólo 15 de cada 100 son capaces de caminar solos y de tener una vida apegada a la normalidad. Jalisco, Aguascalientes y Zacatecas son las tres entidades con menos casos de este tipo.

TESTIMONIO
Podemos ser productivos


Es instructor, estudia el bachillerato abierto, preside una fundación y quiere ser licenciado en educación especial. Todo esto no tendría nada de extraordinario para alguien que lleva una vida normal, pero para Raúl Briseño, de 51 años de edad, no ha sido fácil porque a los 23 años fue perdiendo la vista gradualmente hasta quedar completamente ciego a causa de una retinosis pigmentosa.

Para él la discapacidad visual no es un impedimento para que sea un hombre feliz, casado y con un trabajo que le permitirá alcanzar cada uno de sus sueños, como él mismo refiere.

Desde octubre de 1960 a 1983 pudo ver normal pero, por un problema genético de nacimiento, a los 23 años empezó a perder la visión gradualmente a consecuencia de la retinosis pigmentosa hasta quedar completamente ciego, situación que lo obligó a dar un giro de 180 grados en su vida.  “No podía quedarme sentado y dejar pasar el tiempo. Salí en busca del aprendizaje y lo primero que hice es ir a un módulo del Centro de Maestros para aprender el alfabeto con el sistema Braille, pero para mí no era suficiente y me fui a buscar a un amigo investigador de la UNAM para que me capacitara. Hoy en día puedo leer libros y tocar guitarra”.

La ceguera no le impide diariamente salir de su hogar en la colonia Forjadores y desplazarse hasta el Centro de Rehabilitación Integral de Quintana Roo (CRIQ), donde labora como instructor de lecto-escritura del sistema Braille y por las tardes cursa el segundo semestre de bachillerato, sin contar que preside la Fundación Estrella de Quintana Roo A.C. en la que aglutina a 40 invidentes de diferentes edades.  “Mi vida cambió radicalmente, pero ha sido para bien, tengo un trabajo que me encanta, porque educar y ayudar al prójimo es maravilloso”.

Es promotor educativo en la sala de lectura del CRIQ, pero es escasa la participación precisamente por las limitaciones que enfrentan las personas con discapacidad visual. “Este sistema de aprendizaje aún está muy rezagado y limitado, porque lo único que te enseñan es el alfabeto y mi ambición era aprender más, no sólo la escritura, sino las matemáticas, fórmulas, circunferencias, rectángulos, perímetros, superficies, ortografía y porcentajes, eso es lo que enseño a mis 12 alumnos”.

También estudia cómputo, literatura, guitarra, poesía y está escribiendo un libro, gracias al apoyo que le brinda su amigo de la UNAM.

Agradeció la oportunidad que le ha dado el DIF de Quintana Roo para estar al frente de esta instrucción que ofrece a niños y adultos. Entre sus planes está concluir su bachillerato para inscribirse a la licenciatura en educación especial.

En octubre celebró sus 51 años de edad con su esposa y tres hijos, los cuales no heredaron el mal congénito que a él le causó la ceguera.

Este yucateco por nacimiento, pero quintanarroense por adopción —tiene 30 años viviendo en Chetumal— invitó a las personas con discapacidad visual a vencer sus temores. “Como personas tenemos el pleno derechos de prepararnos e integrarnos a la vida productiva, tenemos que aprovechar la oportunidad y demostrar que sí podemos salir adelante”.

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