México debe mantenerse al margen de la reforma migratoria: ex embajadores
Ex embajadores de Estados Unidos expresaron que México debe mantenerse al margen de las reformas migratorias y, por otra lado, ocuparse en el mejoramiento de la justicia
El trío de diplomáticos estadounidenses se dio cita en el Woodrow Center, en la presentación del libro "US Ambassadors to Mexico: The Relationship through their eyes" de la periodista mexicana Dolia Estévez.
"La mejor cosa que puede hacer el gobierno de México para ayudar a un programa responsable de inmigración es no hacer nada, excepto continuar moviéndose hacia un estatus de país del primer mundo", dijo James Jones, ex representante del gobierno del presidente William Clinton de 1993 a 1997.
Jones agregó que México tiene que trabajar en el mejoramiento de la aplicación de la justicia, así como continuar la construcción de la democracia y las reformas económicas.
Por su parte, Jeffrey Davidow, ex representante de los gobiernos americanos de Clinton y George W. Bush durante los mandatos de Ernesto Zedillo y Vicente Fox, indicó que el país vecino puede "hacer más" en el ámbito del programa de trabajadores temporales.
Indicó que el gobierno mexicano tiene espacio para trabajar en el registro, calificación y movimiento de los trabajadores mexicanos de un país al otro.
"Para ser brutalmente honesto, la reforma migratoria es realmente juego de un lado. No creo que vaya a cambiar", remarcó el autor de "El oso y el puercoespín", Davidow, en el que describe "al hipersensible puercoespín mexicano y el insensible oso estadounidense y su difícil relación".
"Creo que el gobierno de México tiene que sopesar lo suficiente, que si convierte el tema de la reforma migratoria en la tarea más importante de la relación, muy seguramente terminará decepcionado", afirmó por su parte el embajador Negroponte durante el evento.
Apuntó que la relación entre los dos países es muy compleja, basta y extensa como para permitir "descargarla en un sólo tema que no es ni siquiera (...), genuinamente, un tema para el intercambio diplomático", remató.
Destacó la posibilidad de que las grandes cantidades de mexicanos que han emigrado a los Estados Unidos terminarán legalizados y se prevé que a mediados de siglo haya alrededor de 100 millones de hispanos en el país.
El petróleo fue uno de los diferentes temas abordados y los ex diplomáticos coincidieron asimismo en que hay un interés "real" por parte de la iniciativa privada en Estados Unidos para invertir en ese rubro.
Negroponte indicó que los logros más importantes durante su periodo como embajador en México, fueron las negociaciones y firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y se refirió a México como uno de los lugares en los que "ha mantenido amigos a largo plazo".
Por su parte, Jones destacó su trabajo durante las negociaciones para el paquete de "rescate", luego del colapso del peso, así como de convencer al presidente saliente Carlos Salinas sobre la necesidad de llevar al país observadores internacionales en las elecciones de 1994.
Davidow resaltó su labor para convencer a miembros del gobierno de su país de no retirar la certificación a México en su lucha contra las drogas porque, dijo, eso hubiera dañado la confianza y cooperación entre los dos países.
La publicación de la periodista mexicana compila la perspectiva de los representantes estadounidenses ante el gobierno mexicano, desde el embajador Patrick Lucey (1977-1979) hasta Carlos Pascual (2009-2011).