México
ROTONDA del lunes 23 de agosto del 2010
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Plan b por Lydia Cacho
Hope: la esperanza del Norte
Llevaba un año viviendo en Cancún cuando el huracán “Gilberto” azotó las costas de Quintana Roo. Al igual que miles de personas nos quedamos varios días sin servicios. Sin embargo salimos a las calles y muy pronto la ciudad se convirtió en un hormiguero de hombres y mujeres que se ayudaban mutuamente. La Cruz Roja recibía apoyo de todo México, los hoteleros lograron que los recursos del FONDEN llegaran y en menos que canta un gallo todo volvió a la normalidad
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Libre directo por Jaime García Elías
— “Shala lala la...”
Una cosa queda en claro: que fue una bendición que Francisco González Bocanegra y Jaime Nunó nacieran antes que los “compositores” (“de cuyos nombres...”, etc.) del “Himno del Bicentenario”.
Lo de menos es que para los mexicanos de aquí y ahora carezca de sentido el belicoso “Mexicanos al grito de guerra” con que empieza el Himno Nacional del que ya es un lugar común decir que “le enchina la piel a cualquiera”. Tampoco viene al caso referir las encuestas en que se ha demostrado que pocos mexicanos entienden a qué “metal” se alude seguidamente, y muchos menos qué rayos es “el bridón” que debe alistarse...
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Atando Cabos por Denise Maerker
El infierno
La traición es deleznable. En la historia son recordados con un especial espanto esos personajes que mataron o entregaron a sus enemigos al amigo, al padre, al hermano. El que traiciona no sólo prepara su crimen alevosamente, lo hace sin odio, desde la frialdad que se necesita para acercarse lo suficiente sin generar sospechas. El que traiciona convive con su víctima y le conoce por fuerza su lado humano: sus afectos, debilidades y miedos
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Bucareli por Jacobo Zabludovsky
Maneras de celebrar
En vísperas de las fiestas patrias, dos Méxicos muestran en sus preparativos las ideas que rigen sus conductas.
Por una parte el Gobierno federal en un disperso proyecto que echa en la misma olla monumentos ridículos y costosos, espectáculos chabacanos importados a precios de oro y mojigangas irrespetuosas con el tono de superficialidad que caracteriza a sus organizadores
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Hope: la esperanza del Norte
Llevaba un año viviendo en Cancún cuando el huracán “Gilberto” azotó las costas de Quintana Roo. Al igual que miles de personas nos quedamos varios días sin servicios. Sin embargo salimos a las calles y muy pronto la ciudad se convirtió en un hormiguero de hombres y mujeres que se ayudaban mutuamente. La Cruz Roja recibía apoyo de todo México, los hoteleros lograron que los recursos del FONDEN llegaran y en menos que canta un gallo todo volvió a la normalidad
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Libre directo por Jaime García Elías
— “Shala lala la...”
Una cosa queda en claro: que fue una bendición que Francisco González Bocanegra y Jaime Nunó nacieran antes que los “compositores” (“de cuyos nombres...”, etc.) del “Himno del Bicentenario”.
Lo de menos es que para los mexicanos de aquí y ahora carezca de sentido el belicoso “Mexicanos al grito de guerra” con que empieza el Himno Nacional del que ya es un lugar común decir que “le enchina la piel a cualquiera”. Tampoco viene al caso referir las encuestas en que se ha demostrado que pocos mexicanos entienden a qué “metal” se alude seguidamente, y muchos menos qué rayos es “el bridón” que debe alistarse...
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Atando Cabos por Denise Maerker
El infierno
La traición es deleznable. En la historia son recordados con un especial espanto esos personajes que mataron o entregaron a sus enemigos al amigo, al padre, al hermano. El que traiciona no sólo prepara su crimen alevosamente, lo hace sin odio, desde la frialdad que se necesita para acercarse lo suficiente sin generar sospechas. El que traiciona convive con su víctima y le conoce por fuerza su lado humano: sus afectos, debilidades y miedos
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Bucareli por Jacobo Zabludovsky
Maneras de celebrar
En vísperas de las fiestas patrias, dos Méxicos muestran en sus preparativos las ideas que rigen sus conductas.
Por una parte el Gobierno federal en un disperso proyecto que echa en la misma olla monumentos ridículos y costosos, espectáculos chabacanos importados a precios de oro y mojigangas irrespetuosas con el tono de superficialidad que caracteriza a sus organizadores
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