México

Se definirán las reglas para compartir el crudo

México y Estados Unidos han intercambiado recientemente notas diplomáticas para retomar el acercamiento y las pláticas con miras a la negociación sobre la forma de cómo explotar los yacimientos de crudo en el Golfo de México

CIUDAD DEMÉXICO.-Con el fin de evitar un conflicto bilateral, México y Estados Unidos han intercambiado recientemente notas diplomáticas para retomar el acercamiento y las pláticas con miras a la negociación sobre la forma de cómo explotar los yacimientos de hidrocarburos transfronterizos en el polígono occidental del Golfo de México.

Fuentes de ambos gobiernos confirmaron que se ha establecido de manera oficial este diálogo, debido a que es el tiempo oportuno de echar a andar el mecanismo de cooperación y consulta, y avanzar en la determinación de un mapa de yacimientos transfronterizos, así como la forma de explotar los recursos compartidos, análisis con los que hasta hoy no se cuenta.

Este proceso tendrá que darse a la luz del Tratado de Hoyo de Dona que entró en vigor el 17 de enero de 2001.

En este tema, el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi) recomienda al gobierno mexicano dejar claro a Estados Unidos la intención de negociar un tratado bilateral para explotar los yacimientos transfronterizos.

Al mismo tiempo, señala el Comexi, se debe solicitar, a través de notas diplomáticas, una ampliación a la moratoria establecida en el tratado de 2001, así como ampliar la protección de los yacimientos transfronterizos a toda la línea divisoria de ambos países.

Además, indica que “el atractivo de dicha propuesta para Estados Unidos residirá en la negociación del tratado bilateral sobre explotación de reservorios compartidos, lo que permitirá evitar un serio conflicto bilateral en el relativamente corto plazo (2010)”.

Uno de los autores, Miguel Ángel González Félix, consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores de 1994 a 2000 y quien presidiera las negociaciones técnicas para delimitar la plataforma continental en la región occidental del Golfo de México más allá de las 200 millas náuticas, advierte sobre los riesgos de abordar el tema con el país vecino del norte a la luz de la reforma energética.

“Desde la perspectiva de la reforma energética complica la identificación de soluciones viables, toda vez que en la discusión se confunden preguntas fundamentales sobre la necesidad de reformar la Constitución Política de México para dar a Petróleos Mexicanos la posibilidad de aliarse con empresas extranjeras para extraer el recurso compartido.”

Sin embargo, en el análisis del Comexi, titulado México más allá de la reforma energética, una solución práctica: yacimientos transfronterizos de gas y petróleo, se argumenta que el signar un tratado internacional para la explotación de hidrocarburos compartidos no requeriría modificar el artículo 27 constitucional, sino simplemente agregar un párrafo a su ley reglamentaria, que norme este tema.

González Félix, junto con Lourdes Melgar, ex directora de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Energía, advierte que México cuenta con apenas dos años para tomar medidas que permitan evitar que las empresas transnacionales que trabajan del otro lado de la frontera se adueñen de los recursos mexicanos.

Lo anterior, porque Estados Unidos se ha visto obligado a buscar reservas de petróleo en las nuevas fronteras tecnológicas, lo que ha significado avanzar en la exploración y explotación de las aguas profundas y ultra-profundas del Golfo de México, acercándose cada vez más al límite marítimo con México en regiones donde existe una alta probabilidad de que se encuentren yacimientos transfronterizos, los cuales podrían migrar de manera natural como resultado de las perforaciones.

“Una ventaja adicional de iniciar lo antes posible las negociaciones con Estados Unidos sobre una mejor forma de explotar los reservorios compartidos es que, al igual que México, nuestro vecino del norte no cuenta con una regulación sobre el tema en materia internacional”, dicen los especialistas.

Agregan además que este tipo de negociaciones tendría que continuarse con Cuba, Guatemala, y Belice, para establecer tratados que contengan cláusulas de protección de los yacimientos transfronterizos, mecanismos de cooperación y consulta, que permitan eventualmente determinar los depósitos transfronterizos y acordar las formas de explotarlos.

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