Se supo desde el principio, que la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado sería una tarea difícil y a largo plazo, que costaría muy caro alcanzar la victoria, caro en pérdida de vidas, como ha venido sucediendo hasta ahora. Era un riesgo que se correría, a cambio de devolverle a la sociedad la paz y tranquilidad que justamente reclama y que por derecho merece. Así ha sido, y se han tenido que lamentar hechos fatales.
Sin embargo, esa lucha avanza, paso a paso, y a partir de la firma del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad la lucha contra la inseguridad se intensificó... por desgracia también la respuesta de los grupos delincuenciales; los hechos violentos se han multiplicado, la guerra entre bandas ha sido más cruenta y en los últimos acontecimientos han pagado las consecuencias gente inocente, como quienes perdieron la vida o quedaron con secuelas luego del atentado de la noche del 15 de septiembre en Morelia.
Avanza el trabajo del Gobierno federal, a juzgar por los golpes que ha asestado al crimen organizado en los últimos días, como la incautación de toneladas de droga, el segundo aseguramiento más importante de dinero en lo que va de esta administración con el decomiso por parte del Ejército Mexicano por más de 26 millones de dólares en efectivo que presuntamente pertenecía a capos de Sinaloa. En los últimos 30 días se logró la detención de más de mil 300 delincuentes, entre ellos 120 presuntos secuestradores, se han desarticulado 10 bandas y liberando a 30 personas que mantenían como rehenes.
Son pocos los avances, ciertamente, y ayer reconoció el Presidente Calderón que falta mucho por hacer, cuando hay conciencia del tamaño del desafío y la profundidad de los problemas que enfrenta la sociedad. Estos golpes a la criminalidad aún no han hecho eco en la sociedad, que está temerosa, asustada por la magnitud de la ola de violencia.
Tarea pendiente del Gobierno federal, es el intensificar labores de inteligencia para recuperar lo que se ha perdido y que el país vuelva a la calma y tranquilidad que da la seguridad pública.
Sin embargo, esa lucha avanza, paso a paso, y a partir de la firma del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad la lucha contra la inseguridad se intensificó... por desgracia también la respuesta de los grupos delincuenciales; los hechos violentos se han multiplicado, la guerra entre bandas ha sido más cruenta y en los últimos acontecimientos han pagado las consecuencias gente inocente, como quienes perdieron la vida o quedaron con secuelas luego del atentado de la noche del 15 de septiembre en Morelia.
Avanza el trabajo del Gobierno federal, a juzgar por los golpes que ha asestado al crimen organizado en los últimos días, como la incautación de toneladas de droga, el segundo aseguramiento más importante de dinero en lo que va de esta administración con el decomiso por parte del Ejército Mexicano por más de 26 millones de dólares en efectivo que presuntamente pertenecía a capos de Sinaloa. En los últimos 30 días se logró la detención de más de mil 300 delincuentes, entre ellos 120 presuntos secuestradores, se han desarticulado 10 bandas y liberando a 30 personas que mantenían como rehenes.
Son pocos los avances, ciertamente, y ayer reconoció el Presidente Calderón que falta mucho por hacer, cuando hay conciencia del tamaño del desafío y la profundidad de los problemas que enfrenta la sociedad. Estos golpes a la criminalidad aún no han hecho eco en la sociedad, que está temerosa, asustada por la magnitud de la ola de violencia.
Tarea pendiente del Gobierno federal, es el intensificar labores de inteligencia para recuperar lo que se ha perdido y que el país vuelva a la calma y tranquilidad que da la seguridad pública.