Decepcionante

La semana pasada, la Secretaría de Educación Pública sometió a examen a maestros aspirantes a obtener una plaza de docente en el nivel básico, por merecimientos propios, con el objetivo de poner punto final a la corrupción en la venta de puestos de trabajo, así como el influyentismo, ello dentro de la Alianza por la Calidad Educativa que la propia Secretaría firmó con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el mes de mayo. Dicha alianza tiene el objetivo de abatir el rezago educativo en que se encuentra el país.

El examen en cuestión, a través del cual habría de conocerse el nivel de capacidad y habilidad de los mentores para hacerse acreedores a una plaza, fue un acierto de parte de la secretaría, pero el resultado del mismo fue decepcionante, pues se dio a conocer que reprobó 60% de los maestros que se sometieron a la prueba. La dependencia informó que la media de calificación es de cinco, al obtener en promedio 43 aciertos. Sin embargo, 47 mil 809 reprobaron y sólo 23 mil 245 aprobaron la prueba de 80 preguntas. De un total de 76 mil 578 profesores que presentaron el examen, se calificaron poco más de 71 mil, por lo que los restantes se prevé que hayan sido cancelados o anulados.

Los resultados del examen muestran la necesidad de revisar los sistemas de formación inicial de los profesores, pues la evaluación constituye una radiografía que deja ver la urgencia de un esfuerzo importante en las escuelas normales. Se ha dado un paso trascendente, pues por primera vez se tiene un diagnóstico sobre la preparación de los mentores que desean incorporarse al sistema educativo. También muestran que lo que se imparte en las escuelas normales no es lo que se enseña en las aulas, porque la prueba está alineada con los programas de estudio.

Queda claro que, si bien las plazas vacantes serán ocupadas por quienes sí lograron aprobar este examen, falta mucho por hacer para elevar la calidad del magisterio en el nivel básico. Se requiere de una reforma en materia educativa que contemple una mejor preparación de los maestros que egresan de las escuelas normales, y que tengan verdadera vocación para aceptar plazas en lugares lejanos a las zonas metropolitanas, en áreas rurales, en comunidades indígenas... en donde se requiere su presencia para abatir los índices de rezago en la materia.

Alcanzar niveles de excelencia en los mentores no es tarea fácil, pero deben buscar los caminos para lograrlo, porque es la única manera de garantizar a la niñez y juventud una preparación adecuada para hacer frente a los cada vez mayores retos que deben enfrentar.

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