Las coincidencias

A una semana de que concluyan en el Senado de la República los foros de consulta en torno a las pretendidas reformas al sector petrolero, los grupos parlamentarios del Congreso de la Unión se aprestan a entrar a la fase decisiva de las deliberaciones para que se presenten los dictámenes y éstos puedan ser votados en el pleno.

Los coordinadores legislativos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) sostuvieron ya una reunión con su dirigencia nacional y gobernadores de ese partido, en la que —según reportes periodísticos— se reafirmó la decisión de arribar a una reforma energética viable y progresista que pueda alcanzar mayorías.

Al término de este encuentro los priistas aseguraron que sus legisladores y sus cuadros directivos están dispuestos a un diálogo abierto con todas las fuerzas políticas en torno a este tema para alcanzar coincidencias.

La noticia es alentadora, porque muestra que algunas fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión tienen claridad sobre el compromiso que representa recoger los planteamientos de otros, además de generar los propios desde luego, para que a través de un proceso de deliberación, discusión y debate, se pueda arribar a proyectos concretos que culminen en una legislación más moderna y acorde con las necesidades del país y de su sociedad.

El PRI, al igual que lo ha hecho el Partido Acción Nacional (PAN), está mandando una señal de que está interesado en avanzar en la discusión, y no apostarle a la parálisis o al entrampamiento con posiciones irreductibles que dejen de lado las exigencias de modernizar el marco legislativo en el que se aplica la política energética del país. “Nosotros seguimos y apoyamos la dinámica del propio proceso legislativo en sus reuniones de trabajo”, ha dicho la dirigente nacional del PRI, quien establece que es necesario realizar un proceso de modernización de la empresa y fortalecer la autonomía de gestión.

Por el lado del PAN, su postura está clara desde el momento en que el Poder Ejecutivo envió su proyecto de iniciativa al Senado, si bien es cierto que con el transcurso de los foros de consulta se han abierto márgenes de negociación para flexibilizar los planteamientos originales, a efecto de dar cabida no sólo a alternativas de otros grupos parlamentarios, sino de incorporar cuestiones técnicas, administrativas o de gestión que han sido planteadas por los expertos en diversas disciplinas.

Es de esperar que desde el Frente Amplio Progresista (FAP), que aglutina a los partidos que han seguido las directrices marcadas por un ex candidato presidencial, se puedan generar propuestas y no sólo rechazos, como lo ha planteado el dirigente interino del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien está en busca de acercamientos con las cabezas del PAN y PRI.

Los ciudadanos quieren que la arena legislativa sea territorio de acuerdos, de búsqueda de coincidencias, y no un cuadrilátero al que unos lleguen únicamente con ánimo de pelear.

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