Que Guadalajara sea la sede para Los Premios MTV Latinoamérica 2008 puede ser visto desde diversas perspectivas. Esta premiación anual —que es la versión latina de los estadounidenses MTV Music Awards para lo mejor de la música pop/rock— dio inicio en 2002 en Miami, Florida, y ha pasado por el Distrito Federal en dos ocasiones.
Su llegada a esta ciudad generó polémica desde el momento en el que fue anunciado en mayo pasado, cuando el gobernador de Jalisco aseveró que el objetivo sería “presentar al mundo los atractivos turísticos del Estado, así como sus costumbres y tradiciones”. Esto fue mal visto por aquellos que únicamente lo asociaron a la erogación económica, puesto que eran tiempos en los que el Gobierno del Estado recientemente había otorgado recursos financieros a proyectos e instituciones diversas, desde telenovelas hasta asistencia social.
Sin embargo, ahora que estamos a punto de ebullición por la llegada de la aludida fecha, comienzan a hacerse patentes los otros efectos de tal apuesta. Los servicios de transporte terrestre del aeropuerto empezaron a sentirlos desde el pasado martes, la hotelería presenta una considerable ocupación respecto a otras fechas y el ánimo de la juventud está exacerbado.
Es innegable que los ojos de todos están puestos en la retahíla de estrellas musicales que a última hora confirmaron su asistencia a Los Premios MTV Latinoamérica y se trasladaron a la capital jalisciense. Mientras que tampoco es de ignorar el hecho de que la atención de los medios internacionales de comunicación está centrada aquí desde ayer —y al menos hasta muy entrada la noche hoy— para sus tan seguidos segmentos del espectáculo y la farándula.
Guadalajara entra así, en verdad, al circuito de eventos mundiales y ocupa un lugar por el que tanto había suspirado. En tanto, no se puede tapar el Sol con un dedo: esto ha costado dos millones de dólares al erario estatal, sin embargo el posicionamiento global obtenido traerá ganancias —más temprano que tarde— para todo ciudadano, desde el gran empresario hasta el más pequeño prestador de servicios.
Su llegada a esta ciudad generó polémica desde el momento en el que fue anunciado en mayo pasado, cuando el gobernador de Jalisco aseveró que el objetivo sería “presentar al mundo los atractivos turísticos del Estado, así como sus costumbres y tradiciones”. Esto fue mal visto por aquellos que únicamente lo asociaron a la erogación económica, puesto que eran tiempos en los que el Gobierno del Estado recientemente había otorgado recursos financieros a proyectos e instituciones diversas, desde telenovelas hasta asistencia social.
Sin embargo, ahora que estamos a punto de ebullición por la llegada de la aludida fecha, comienzan a hacerse patentes los otros efectos de tal apuesta. Los servicios de transporte terrestre del aeropuerto empezaron a sentirlos desde el pasado martes, la hotelería presenta una considerable ocupación respecto a otras fechas y el ánimo de la juventud está exacerbado.
Es innegable que los ojos de todos están puestos en la retahíla de estrellas musicales que a última hora confirmaron su asistencia a Los Premios MTV Latinoamérica y se trasladaron a la capital jalisciense. Mientras que tampoco es de ignorar el hecho de que la atención de los medios internacionales de comunicación está centrada aquí desde ayer —y al menos hasta muy entrada la noche hoy— para sus tan seguidos segmentos del espectáculo y la farándula.
Guadalajara entra así, en verdad, al circuito de eventos mundiales y ocupa un lugar por el que tanto había suspirado. En tanto, no se puede tapar el Sol con un dedo: esto ha costado dos millones de dólares al erario estatal, sin embargo el posicionamiento global obtenido traerá ganancias —más temprano que tarde— para todo ciudadano, desde el gran empresario hasta el más pequeño prestador de servicios.