Lucha sin cuartel

Cuatro agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) murieron la noche del viernes en un enfrentamiento a tiros con narcotraficantes en la ciudad de Culiacán, con lo que la cifra de víctimas se elevó a 10 en las últimas ocho horas. Los hechos ocurren a casi 10 meses del Operativo Culiacán, en el que se decomisaron 1.6 toneladas de mariguana, 270 kilos de cocaína y 7.9 kilogramos de goma de opio.

La escalada de violencia relacionada con el crimen organizado que se vivió en Culiacán, se extendió a otras partes del país, en donde además en las últimas horas se reportaron siete ganaderos asesinados con armas largas en Iguala, Guerrero, mientras que en Monterrey, Nuevo León, fue encontrado el cuerpo de un hombre ejecutado, con lo que se contabilizaron 16 homicidios en total. De esta manera, el número de víctimas en lo que va del año se incrementó a mil 104.

Las noticias sobre hechos violentos relacionados con el crimen organizado se dan cotidianamente. No hay día en que no se dé cuenta de eventos de esta naturaleza, no obstante los esfuerzos de la administración de Felipe Calderón, quien recién asumió la Presidencia de la República, declaró la guerra al narcotráfico; han transcurrido ya 17 meses desde entonces, y sin embargo los resultados no han sido todo lo favorables que quisieran las autoridades, si se toma en cuenta que a pesar del enorme despliegue militar y de elementos de la Procuraduría General de la República, las estadísticas hablan de tres mil 845 ejecuciones en tan sólo nueve entidades del país.

Ayer, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna, reiteró que no se dará ni un paso atrás en la lucha contra el crimen, y exhortó a los integrantes de la Policía Federal a redoblar esfuerzos. Ello, en el marco de un homenaje a los elementos de la corporación fallecidos recientemente. El secretario señaló que “nuestra nación es mucho más poderosa, muy superior a un puñado de delincuentes, cuyo sentido de la vida representa los más bajos intereses humanos. Esta reacción del crimen organizado muestra cómo el Estado mexicano lleva a cabo un combate sistemático, en una ofensiva sin precedentes. En esta lucha, ni el Gobierno federal ni la Policía Federal darán un paso atrás”.

El Presidente Felipe Calderón ha centrado buena parte de su política en torno al combate contra el crimen organizado, y este tema sigue siendo prioritario para su administración. Pero pareciera que mientras más se intensifican las acciones, mayor es la respuesta de los grupos delincuenciales. Es una guerra abierta, una medición de fuerzas cuyo resultado final es incierto; la lucha costará muchas vidas más, pero ojalá el precio que se tenga que pagar valga la pena para que el país pueda tener paz, tranquilidad y seguridad en un futuro próximo.

EL INFORMADOR 04-05-08 IJALH

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