Suplementos
La Universidad Panamericana, fiel a su vocación formadora e investigadora
Su mejor proyecto: que cada alumno salga mejor preparado en su vida profesional
GUADALAJARA,JALISCO.- En las actividades propias de una Universidad, la palabra crisis, se debe traducir en oportunidades y la formación de los alumnos hay que transformarlas en situaciones de bonanza.
En una plática amena y al concluir las labores académicas del recién finalizado 2009, el rector de la Universidad Panamericana, Juan de la Borbolla, hace un recuento de lo que significó el año anterior y ve con optimismo las tareas docentes, de investigación y del alumnado en la institución educativa que le toca dirigir.
Razona y analiza lo que significaron los ciclos que recién han terminado: “como profesores, partimos del hecho que los alumnos van a estudiar y a trabajar mucho más, para sacar los resultados que se tenían en una época en donde no teníamos este tipo de dificultades.
Creo que el proceso formativo de los muchachos que estudian en la Universidad con vistas a desarrollar un plan de vida profesional y personal, a veces nos ayuda, es decir, a veces es mejor el tiempo de ‘vacas flacas’ para el quehacer universitario, porque en ocasiones el profesor les dice que deben estudiar algo más profundamente y hacer ejercicios extras y así el estudiante lo acepta porque ve y vive el momento de dificultad, en cambio, cuando son tiempos de bonanza, el alumno está viendo por su propio bienestar y que no se altere su vida social, no necesita hacer un esfuerzo académico serio, entonces, nosotros nos adecuamos a los tiempos y circunstancias para sacar el mejor provecho del trabajo de los estudiantes”.
La UP ante otras universidades
Indudablemente que el entorno universitario en la Zona Metropolitana de Guadalajara ha cambiado en muy poco tiempo y se han abierto varias escuelas y universidades de todos los niveles. De la Borbolla se enorgullece de sus instalaciones, de los planes de estudio, pero sobre todo de los profesores y de los egresados de la Universidad Panamericana.
Puntualiza que la universidad moderna debe retomar sus dos ejes fundamentales, incluso menciona el término “fundacional” para nombrarlos: la investigación y la formación de personalidades.
“Muchas de las instituciones sólo se han centrado en la transmisión del conocimiento, aunque una de las funciones es la preparación para la vida profesional, no sólo se debe centrar en esto, si fuere así, pues bueno, cerremos las instalaciones de la universidad, subamos la información a la Red y que el alumno acceda a ésta cuando quiera y pueda, ¿para qué venir a tomar clases a las 7 de la mañana?
Una de las principales inversiones de la Universidad Panamericana, ha sido enviar a 114 profesores a hacer estudios de maestría o doctorado a diferentes universidades nacionales o extranjeras; muchos de ellos ya concluyeron sus esfuerzos y entonces creemos que el siguiente paso es el que todos esos conocimientos y todas esas experiencias adquiridas hay que transmitirlas al alumno, quien insisto, ya no sólo quiere recibir una información lisa y llana”.
Lo que viene para este 2010
Siempre a la vanguardia educativa y de investigación, la Universidad Panamericana, tanto en sus campus de Guadalajara, el de Aguascalientes y de la Ciudad de México, ofrecerá este 2010 un proyecto novedoso a nivel nacional y que ellos denominan la currícula flexible.
A decir del Rector de la Universidad Panamericana, de esta ciudad de Guadalajara, Juan de la Borbolla, esto les va a permitir adecuarse a las nuevas necesidades de la vida científica, técnica y profesional, ya que “girarán” la forma en construir el diseño de algunas de las carreras que ahí se cursan.
Puntualiza De la Borbolla: “se busca por una parte la homologación de contenidos de materias, por supuesto dándole al profesor una libertad para desarrollar su plan de estudios, siempre y cuando se acople a ese contenido de materias, pero después también a través de empezar a generar muchas materias optativas, podemos de una manera más fácil dentro de la pre especialización del alumno, -luego vendrán los posgrados-, conducir estudiantes hacia vocaciones antes no pensadas por lo diferentes de las áreas de especialización, me refiero por ejemplo a que si un alumno elije ser ingeniero mecatrónico, bueno, entonces con esa especialización, le creamos quizá siete materias para su campo, entonces ya tenemos a un ingeniero biomecánico, es decir, conoce los fundamentos de la ingeniería mecatrónica, lleva un tronco común, pero su pre especialización va en el punto específico de ayudar a esas personas que tienen una discapacidad, de disfunción de movilidad debido a un accidente o a un problema clínico y entonces él se va a especializar en crear esos aparatos electrónicos que se necesitan y donde se van a conjuntar los conocimientos electrónicos con los conocimientos mecánicos, entonces de una manera fácil, podríamos crear una carrera que se llame ingeniería biomecánica.
Esto porque tenemos un tronco común, hay una serie de materias para el mecatrónico, pero también tenemos siete materias especializantes para el biomecánico. Creo que esto nos va a dar una gran oportunidad no de construir o cerrar carreras, sino de aplicarlas a las necesidades cambiantes de la sociedad y tener esa flexibilidad que nos está pidiendo una realidad internacional”.
Y hablando de la internacionalización, Juan de la Borbolla es muy tajante, confirma y concluye que la calidad de la Universidad Panamericana ante sus símiles educativas tiene estándares de competencia, “yo les digo a mis alumnos, tú te vas a enfrentar a egresados de Berkeley, Yale, contra los de Harvard, contra los de la Universidad Metodista del Sur o contra los de la Universidad de Seúl. Les digo, imagínense muchachos, que un alumno promedio de la Universidad de Seúl, estudia fuera de clases ocho horas diarias, un alumno medio de la Universidad de Tokio estudia fuera de clases siete horas diarias y ya por eso considera que está en inferioridad de circunstancias frente al de Seúl. Nosotros, ¿cuántas horas estudiamos al día? contra esos son los que vamos a competir en la vida profesional a partir de estos momentos".
En una plática amena y al concluir las labores académicas del recién finalizado 2009, el rector de la Universidad Panamericana, Juan de la Borbolla, hace un recuento de lo que significó el año anterior y ve con optimismo las tareas docentes, de investigación y del alumnado en la institución educativa que le toca dirigir.
Razona y analiza lo que significaron los ciclos que recién han terminado: “como profesores, partimos del hecho que los alumnos van a estudiar y a trabajar mucho más, para sacar los resultados que se tenían en una época en donde no teníamos este tipo de dificultades.
Creo que el proceso formativo de los muchachos que estudian en la Universidad con vistas a desarrollar un plan de vida profesional y personal, a veces nos ayuda, es decir, a veces es mejor el tiempo de ‘vacas flacas’ para el quehacer universitario, porque en ocasiones el profesor les dice que deben estudiar algo más profundamente y hacer ejercicios extras y así el estudiante lo acepta porque ve y vive el momento de dificultad, en cambio, cuando son tiempos de bonanza, el alumno está viendo por su propio bienestar y que no se altere su vida social, no necesita hacer un esfuerzo académico serio, entonces, nosotros nos adecuamos a los tiempos y circunstancias para sacar el mejor provecho del trabajo de los estudiantes”.
La UP ante otras universidades
Indudablemente que el entorno universitario en la Zona Metropolitana de Guadalajara ha cambiado en muy poco tiempo y se han abierto varias escuelas y universidades de todos los niveles. De la Borbolla se enorgullece de sus instalaciones, de los planes de estudio, pero sobre todo de los profesores y de los egresados de la Universidad Panamericana.
Puntualiza que la universidad moderna debe retomar sus dos ejes fundamentales, incluso menciona el término “fundacional” para nombrarlos: la investigación y la formación de personalidades.
“Muchas de las instituciones sólo se han centrado en la transmisión del conocimiento, aunque una de las funciones es la preparación para la vida profesional, no sólo se debe centrar en esto, si fuere así, pues bueno, cerremos las instalaciones de la universidad, subamos la información a la Red y que el alumno acceda a ésta cuando quiera y pueda, ¿para qué venir a tomar clases a las 7 de la mañana?
Una de las principales inversiones de la Universidad Panamericana, ha sido enviar a 114 profesores a hacer estudios de maestría o doctorado a diferentes universidades nacionales o extranjeras; muchos de ellos ya concluyeron sus esfuerzos y entonces creemos que el siguiente paso es el que todos esos conocimientos y todas esas experiencias adquiridas hay que transmitirlas al alumno, quien insisto, ya no sólo quiere recibir una información lisa y llana”.
Lo que viene para este 2010
Siempre a la vanguardia educativa y de investigación, la Universidad Panamericana, tanto en sus campus de Guadalajara, el de Aguascalientes y de la Ciudad de México, ofrecerá este 2010 un proyecto novedoso a nivel nacional y que ellos denominan la currícula flexible.
A decir del Rector de la Universidad Panamericana, de esta ciudad de Guadalajara, Juan de la Borbolla, esto les va a permitir adecuarse a las nuevas necesidades de la vida científica, técnica y profesional, ya que “girarán” la forma en construir el diseño de algunas de las carreras que ahí se cursan.
Puntualiza De la Borbolla: “se busca por una parte la homologación de contenidos de materias, por supuesto dándole al profesor una libertad para desarrollar su plan de estudios, siempre y cuando se acople a ese contenido de materias, pero después también a través de empezar a generar muchas materias optativas, podemos de una manera más fácil dentro de la pre especialización del alumno, -luego vendrán los posgrados-, conducir estudiantes hacia vocaciones antes no pensadas por lo diferentes de las áreas de especialización, me refiero por ejemplo a que si un alumno elije ser ingeniero mecatrónico, bueno, entonces con esa especialización, le creamos quizá siete materias para su campo, entonces ya tenemos a un ingeniero biomecánico, es decir, conoce los fundamentos de la ingeniería mecatrónica, lleva un tronco común, pero su pre especialización va en el punto específico de ayudar a esas personas que tienen una discapacidad, de disfunción de movilidad debido a un accidente o a un problema clínico y entonces él se va a especializar en crear esos aparatos electrónicos que se necesitan y donde se van a conjuntar los conocimientos electrónicos con los conocimientos mecánicos, entonces de una manera fácil, podríamos crear una carrera que se llame ingeniería biomecánica.
Esto porque tenemos un tronco común, hay una serie de materias para el mecatrónico, pero también tenemos siete materias especializantes para el biomecánico. Creo que esto nos va a dar una gran oportunidad no de construir o cerrar carreras, sino de aplicarlas a las necesidades cambiantes de la sociedad y tener esa flexibilidad que nos está pidiendo una realidad internacional”.
Y hablando de la internacionalización, Juan de la Borbolla es muy tajante, confirma y concluye que la calidad de la Universidad Panamericana ante sus símiles educativas tiene estándares de competencia, “yo les digo a mis alumnos, tú te vas a enfrentar a egresados de Berkeley, Yale, contra los de Harvard, contra los de la Universidad Metodista del Sur o contra los de la Universidad de Seúl. Les digo, imagínense muchachos, que un alumno promedio de la Universidad de Seúl, estudia fuera de clases ocho horas diarias, un alumno medio de la Universidad de Tokio estudia fuera de clases siete horas diarias y ya por eso considera que está en inferioridad de circunstancias frente al de Seúl. Nosotros, ¿cuántas horas estudiamos al día? contra esos son los que vamos a competir en la vida profesional a partir de estos momentos".