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Recomiendan no estigmatizar carne de puerco
Guillermo Storey llama a obtener hábitos que contribuyan a una mejor salud entre los mexicanos
MÉRIDA, YUCATÁN (17/OCT/2014).- El director de la Facultad de Medicina de la UADY, Guillermo Storey Montalvo, llamó a obtener hábitos que permitan un balance, equilibrio y moderación en la ingesta de alimentos, incluidos algunos ancestralmente tradicionales, pero estigmatizados, como la carne de cerdo, a fin de contribuir a una mejor salud entre los mexicanos.
Al participar en la inauguración de las actividades conmemorativas del Día Mundial de la Alimentación y del XIX Aniversario de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Storey Montalvo, dijo que los habitantes de las poblaciones rurales tendrían mayores posibilidades de acceder a una mezcla más equilibrada de componentes alimentarios.
Señaló que el factor socioeconómico les impide en muchos casos a estas personas del interior de Yucatán acceder a la cantidad y al balance necesario para que su nutrición sea óptima.
Sobre las necesidades nutricionales de la población en general, Storey Montalvo recordó que la comida es un factor esencial de la idiosincracia de quienes aquí habitan y un emblema de la gastronomía nacional por sus características de presentación, calidad y sabor, pero enfrenta mitos.
Al respecto, el académico opinó que el consumo de carne de cerdo, virtualmente obligado en la tradición culinaria yucateca que persiste y se mantiene firme ya entrado el Siglo XXI, ha sido ''satanizado'' cuando no representa la amenaza que le es atribuida.
La carne de cerdo tiene un alto valor tradicional y estos estigmas incluso han pegado a la economía del sector, porque ya se busca alimentar a esos animales de otras formas y hacer ''cerdos light'', agregó.
El problema no es comer estos alimentos. De hecho no se debe evitar su ingesta, sino consumirlo de forma prudente, acorde con las necesidades de cada persona, dependiendo de si hacen o no ejercicio y si tienen una condición particular.
Los carbohidratos, las proteínas, las grasas, incluso las animales se deben consumir, lo nocivo para la alimentación son productos ''trans'' o grasas saturadas que podemos encontrar en cosas como ''mousses o cremas, jarabes procesados, harinas, pastas, que afectan las condiciones metabólicas'', indicó.
Storey Montalvo insistió en la necesidad de un balance en el consumo de diversos alimentos, tales como frutas, legumbres y carnes (todas), y en su caso, hasta antojitos yucatecos considerados dañinos por provenir del cerdo y por ser fritos como la chicharra, el castakán y el puyul. Todos estos pueden no ser malos si se comen eventualmente y no por hábito.
Yo resumiría la idoneidad del consumo de los alimentos de esta manera: balance, equilibrio y moderación, agregó el entrevistado.
Al participar en la inauguración de las actividades conmemorativas del Día Mundial de la Alimentación y del XIX Aniversario de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Storey Montalvo, dijo que los habitantes de las poblaciones rurales tendrían mayores posibilidades de acceder a una mezcla más equilibrada de componentes alimentarios.
Señaló que el factor socioeconómico les impide en muchos casos a estas personas del interior de Yucatán acceder a la cantidad y al balance necesario para que su nutrición sea óptima.
Sobre las necesidades nutricionales de la población en general, Storey Montalvo recordó que la comida es un factor esencial de la idiosincracia de quienes aquí habitan y un emblema de la gastronomía nacional por sus características de presentación, calidad y sabor, pero enfrenta mitos.
Al respecto, el académico opinó que el consumo de carne de cerdo, virtualmente obligado en la tradición culinaria yucateca que persiste y se mantiene firme ya entrado el Siglo XXI, ha sido ''satanizado'' cuando no representa la amenaza que le es atribuida.
La carne de cerdo tiene un alto valor tradicional y estos estigmas incluso han pegado a la economía del sector, porque ya se busca alimentar a esos animales de otras formas y hacer ''cerdos light'', agregó.
El problema no es comer estos alimentos. De hecho no se debe evitar su ingesta, sino consumirlo de forma prudente, acorde con las necesidades de cada persona, dependiendo de si hacen o no ejercicio y si tienen una condición particular.
Los carbohidratos, las proteínas, las grasas, incluso las animales se deben consumir, lo nocivo para la alimentación son productos ''trans'' o grasas saturadas que podemos encontrar en cosas como ''mousses o cremas, jarabes procesados, harinas, pastas, que afectan las condiciones metabólicas'', indicó.
Storey Montalvo insistió en la necesidad de un balance en el consumo de diversos alimentos, tales como frutas, legumbres y carnes (todas), y en su caso, hasta antojitos yucatecos considerados dañinos por provenir del cerdo y por ser fritos como la chicharra, el castakán y el puyul. Todos estos pueden no ser malos si se comen eventualmente y no por hábito.
Yo resumiría la idoneidad del consumo de los alimentos de esta manera: balance, equilibrio y moderación, agregó el entrevistado.