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Soñar con el éxito
Moisés Becerra Pérez y Hugo Sánchez Naranjo representaron a México en el WORLDSKILLS Internacional, celebrado en Londres
GUADALAJARA, JALISCO (07/NOV/2011).- Desde que Hugo Sánchez era un niño y le regalaron un juego de bloques para armar figuras, se dio cuenta que lo suyo sería la construcción, la invención y la ingeniería. Lo mismo le sucedió a Moisés Becerra, quien recuerda que sus juegos favoritos siempre eran los relacionadoscon inventar cosas y sus materias predilectas en la escuela eran las que tenían que ver con las matemáticas, por ello, no fue difícil definir que sería ingeniero.
Aunque de niños Moisés y Hugo tenían los mismos gustos, no se conocían. El destino los unió cuando ambos tenían 14 años y comenzaron a estudiar como tecnólogos en Control Autónomo, en el Centro de Enseñanza Técnico Industrial (CETI).
A Moisés, quien gusta del futbol, tomar fotos y nació el 23 noviembre de 1989, le fue fácil llevarse bien con Hugo, un chico nacido el 3 de junio que también disfruta el futbol, la natación, así como la interpretación del piano y la guitarra. Ambos jóvenes se hicieron amigos, tomaron las mismas materias y cuando no estaban en clases seguían frecuentándose.
Al terminar sus estudios como tecnólogos, Moisés continuó en Ingeniería Electrónica; Hugo optó por Mecatrónica en el mismo centro de enseñanza.
“La mecatrónica -explica Moisés-, es la rama de la ingeniería que combina la mecánica, electrónica y computación para realizar soluciones de automatización”. Para ejemplicar el asunto, Hugo señala que en la vida diaria la mecatrónica está en la computadora o en el celular, se ve en todos los procesos automáticos.
Ambos recuerdan que a principios de 2010, en los pasillos de su escuela escucharon sobre una competencia internacional llamada WORLDSKILLS, que consistía en un concurso para escoger a los dos mejores estudiantes en mecatrónica, para representar a México en un reto internacional en Londres. Los requisitos eran formar un dúo y armar una línea de ensamble automática. Los amigos se inscribieron y los especialistas calificaron la rapidez y forma de trabajar en equipo. Obtuvieron el puntaje más alto, ello los dotó de confianza en sí mismos.
Pasaron un par de meses y continuaron capacitándose para representar al CETI en la Ciudad de México. En mayo de 2010 competieron contra 10 equipos y se llevaron el primer lugar en mecatrónica.
Al saber que serían representantes de México para competir contra 32 equipos, de 32 países, los jóvenes dejaron sus empleos (el de electricista que hacía Hugo y el del fabricante de microprocesadores que hacía Moisés) y optaron por la capacitación que les brindaba el CETI y el aprendizaje proporcionado por una empresa alemana llamada Festo que patrocinó sus estudios, sumado al apoyo de su familia.
Llegó el 31 de septiembre de 2011 cuando los estudiantes viajaron a Docklands, Londres. Por 15 días estuvieron concursando en WORLDSKILLS, hicieron varias pruebas y aunque los jóvenes de Brasil, Japón, Finlandia y Corea se llevaron los primeros lugares, para los amigos fue gran un logro, ya que tuvieron una de las mejores experiencias de vida.
“Me encantó compartir con mi amigo”, comenta Moisés. “Hace que me convenza de que es posible hacer muchas cosas que cuando las pensé por primera vez parecían inalcanzables y eso lo puedo aplicar en todos los aspectos de la vida. Una competencia así te deja una sensación de satisfacción por el tiempo y esfuerzo que pusimos, te compromete a estudiar más; no nos gustaría que se aplicara el dicho de ‘crea fama y échate a dormir’”.
Hugo comparte el placer: “Ojalá que nuestra competencia sirva para que las futuras generaciones vayan a este tipo de concursos. Ya tuvimos la experiencia de la competencia que nos dice lo que tenemos, lo que somos, lo que nos hace falta y servirá para más gente. A nosotros nos benefició porque somos amigos desde los 14 años y trabajamos muy bien en equipo”.
Esta competencia surgió en 1946 en Europa cuando había una gran necesidad de trabajadores calificados, por ello se impulsó con énfasis la creación de un sistema eficaz de formación profesional. Así, en 1947, con la participación de miles de aprendices de una docena de oficios mecánicos, se realizó el primer WORLDSKILLS Internacional, un certamen que se hace cada dos años en diversos países y que promueve, a través de la colaboración de sus miembros, una conciencia mundial sobre la contribución de las habilidades de los trabajadores en la productividad económica y en la realización individual.
Sus pasos como ejemplo
México requiere invertir en el desarrollo tecnológico
Moisés Becerra Pérez y Hugo Sánchez Naranjo indican que a México le hace falta invertir en investigación y en procesos tecnológicos.
Lamentan que sus compañeros estudiantes se quejen constantemente de la falta de apoyo a la rama tecnológica: “Me da tristeza que compañeros estudiantes estén desanimados porque el desarrollo y la invención generalmente no se hace aquí, se hace en Europa o Asia”, afirma Moisés, “pero a mí no me desanima, porque no hay que limitarse en el creer que se puede”.
El consejo de Hugo para los decepcionados es cambiar la inercia de pensar que están mal las cosas. “Nosotros mismos podemos hacer algo por el cambio. Deben atreverse a demandar al gobierno, a las empresas, mejores condiciones; deben levantar la voz y trabajar por elaborar productos de calidad, porque en México hay gente muy buena, pero con la misma psicología de pesimismo que le tiran los demás se queda callada y no hace nada”, advierte el chico de 22 años.
Moisés y Hugo tienen como plan seguir siendo amigos, terminar su carrera, trabajar en su área y seguir cosechando éxitos, ya que ellos se han atrevido a soñar y a lograr alcanzar esos sueños.
Aunque de niños Moisés y Hugo tenían los mismos gustos, no se conocían. El destino los unió cuando ambos tenían 14 años y comenzaron a estudiar como tecnólogos en Control Autónomo, en el Centro de Enseñanza Técnico Industrial (CETI).
A Moisés, quien gusta del futbol, tomar fotos y nació el 23 noviembre de 1989, le fue fácil llevarse bien con Hugo, un chico nacido el 3 de junio que también disfruta el futbol, la natación, así como la interpretación del piano y la guitarra. Ambos jóvenes se hicieron amigos, tomaron las mismas materias y cuando no estaban en clases seguían frecuentándose.
Al terminar sus estudios como tecnólogos, Moisés continuó en Ingeniería Electrónica; Hugo optó por Mecatrónica en el mismo centro de enseñanza.
“La mecatrónica -explica Moisés-, es la rama de la ingeniería que combina la mecánica, electrónica y computación para realizar soluciones de automatización”. Para ejemplicar el asunto, Hugo señala que en la vida diaria la mecatrónica está en la computadora o en el celular, se ve en todos los procesos automáticos.
Ambos recuerdan que a principios de 2010, en los pasillos de su escuela escucharon sobre una competencia internacional llamada WORLDSKILLS, que consistía en un concurso para escoger a los dos mejores estudiantes en mecatrónica, para representar a México en un reto internacional en Londres. Los requisitos eran formar un dúo y armar una línea de ensamble automática. Los amigos se inscribieron y los especialistas calificaron la rapidez y forma de trabajar en equipo. Obtuvieron el puntaje más alto, ello los dotó de confianza en sí mismos.
Pasaron un par de meses y continuaron capacitándose para representar al CETI en la Ciudad de México. En mayo de 2010 competieron contra 10 equipos y se llevaron el primer lugar en mecatrónica.
Al saber que serían representantes de México para competir contra 32 equipos, de 32 países, los jóvenes dejaron sus empleos (el de electricista que hacía Hugo y el del fabricante de microprocesadores que hacía Moisés) y optaron por la capacitación que les brindaba el CETI y el aprendizaje proporcionado por una empresa alemana llamada Festo que patrocinó sus estudios, sumado al apoyo de su familia.
Llegó el 31 de septiembre de 2011 cuando los estudiantes viajaron a Docklands, Londres. Por 15 días estuvieron concursando en WORLDSKILLS, hicieron varias pruebas y aunque los jóvenes de Brasil, Japón, Finlandia y Corea se llevaron los primeros lugares, para los amigos fue gran un logro, ya que tuvieron una de las mejores experiencias de vida.
“Me encantó compartir con mi amigo”, comenta Moisés. “Hace que me convenza de que es posible hacer muchas cosas que cuando las pensé por primera vez parecían inalcanzables y eso lo puedo aplicar en todos los aspectos de la vida. Una competencia así te deja una sensación de satisfacción por el tiempo y esfuerzo que pusimos, te compromete a estudiar más; no nos gustaría que se aplicara el dicho de ‘crea fama y échate a dormir’”.
Hugo comparte el placer: “Ojalá que nuestra competencia sirva para que las futuras generaciones vayan a este tipo de concursos. Ya tuvimos la experiencia de la competencia que nos dice lo que tenemos, lo que somos, lo que nos hace falta y servirá para más gente. A nosotros nos benefició porque somos amigos desde los 14 años y trabajamos muy bien en equipo”.
Esta competencia surgió en 1946 en Europa cuando había una gran necesidad de trabajadores calificados, por ello se impulsó con énfasis la creación de un sistema eficaz de formación profesional. Así, en 1947, con la participación de miles de aprendices de una docena de oficios mecánicos, se realizó el primer WORLDSKILLS Internacional, un certamen que se hace cada dos años en diversos países y que promueve, a través de la colaboración de sus miembros, una conciencia mundial sobre la contribución de las habilidades de los trabajadores en la productividad económica y en la realización individual.
Sus pasos como ejemplo
México requiere invertir en el desarrollo tecnológico
Moisés Becerra Pérez y Hugo Sánchez Naranjo indican que a México le hace falta invertir en investigación y en procesos tecnológicos.
Lamentan que sus compañeros estudiantes se quejen constantemente de la falta de apoyo a la rama tecnológica: “Me da tristeza que compañeros estudiantes estén desanimados porque el desarrollo y la invención generalmente no se hace aquí, se hace en Europa o Asia”, afirma Moisés, “pero a mí no me desanima, porque no hay que limitarse en el creer que se puede”.
El consejo de Hugo para los decepcionados es cambiar la inercia de pensar que están mal las cosas. “Nosotros mismos podemos hacer algo por el cambio. Deben atreverse a demandar al gobierno, a las empresas, mejores condiciones; deben levantar la voz y trabajar por elaborar productos de calidad, porque en México hay gente muy buena, pero con la misma psicología de pesimismo que le tiran los demás se queda callada y no hace nada”, advierte el chico de 22 años.
Moisés y Hugo tienen como plan seguir siendo amigos, terminar su carrera, trabajar en su área y seguir cosechando éxitos, ya que ellos se han atrevido a soñar y a lograr alcanzar esos sueños.