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Una enfermedad silenciosa
Se desconocen las causas de la leucemia mieloide crónica, aunque se estima que se da principalmente en varones
GUADALAJARA, JALISCO (03/FEB/2012).- ¿Te sientes mal? ¿Hay algún dolor en el abdomen? ¿Cuándo fue la última vez que revisaste el nivel de tus glóbulos blancos y rojos? Son preguntas que pudieran parecer absurdas cuando no hay señales de padecer una enfermedad en específico. No hay dolor, ni síntoma alguno que amenace. Pero el misterio el cuerpo humano tiene sus artimañas para engañar hasta al más atlético individuo del planeta, hasta estropearle por completo su calidad de vida.
Así pasa con la leucemia mieloide crónica, que aparece y se manifiesta aunque el cuerpo goce de una supuesta vitalidad excepcional. De manera silenciosa, este padecimiento aumenta la producción de glóbulos blancos, células responsables de combatir y expulsar a las infecciones al nivel de la médula ósea.
Las causas exactas del porqué se desarrolla la leucemia mieloide se desconocen, afirma José Carlos Aguilar Luna, hematólogo del Hospital regional del ISSSTE de Zapopan, pues únicamente se sabe que es una enfermedad crónica que debilita por completo al organismo.
Algunas teorías aseguran que esta patología se presenta en personas que fueron expuestas a radiaciones, radioterapias practicadas ante algún tipo de tumor, insecticidas y fumigantes; sin embargo, es hasta los 40 o 60 años de edad, cuando las posibilidades de desarrollar leucemia mieloide aumentan, principalmente en los varones.
Estadísticas señalan que nueve de cada 10 pacientes desconocen que padecen la enfermedad a causa del incremento de glóbulos blancos en la sangre. El mayor obstáculo para identificar y realizar el oportuno diagnóstico es que los síntomas parecen minúsculos: cansancio intenso, fiebre moderada, falta de apetito, sudoración nocturna y en ocasiones, hay ausencia de los mismos, pues lo más común, es que la persona pueda sentir un malestar general en la zona de abdomen, porque el bazo tiende a inflamarse.
A decir de Aguilar Luna, la mayoría de los pacientes detectan el aumento de glóbulos blancos cuando desean donar sangre o simplemente requieren de un examen de ésta a través del cromosoma philadelphia. Inmediatamente y sin medias tintas, el resultado médico indicará el desequilibrio entre los glóbulos rojos (responsables de la hemoglobina y transportar el oxígeno) y los blancos.
“Con los medicamentos, actualmente la calidad de vida es aceptable. El paciente puede volver a su actividad, trabajar, estudiar. Una vez que se hace un control de la enfermedad, puede reintegrarse a la sociedad”, comenta el hematólogo al especificar que el tratamiento tomado corresponde a un inhibidor de la enzima llamada tirosincinasa, con el cual el paciente tiene una expectativa de 10 a 15 años más de vida.
“La enfermedad tiene tres etapas: una es crónica, cuando se detecta y se realiza el diagnóstico. La segunda es llamada acelerada, que es la que se va transformando a una leucemia aguda, que es la etapa final. Lo que tratamos de hacer con los medicamentos es evitar que el paciente pase a la segunda o tercera etapa”.
TOMA NOTA
Puntos de alerta
* Para un diagnóstico oportuno hay que realizar una exploración física: ya sea cuando haya una esplenomegalia (agrandamiento del bazo); hepatomegalia (aumento del hígado), lesiones cutáneas, aumento de ganglios linfáticos.
* Al realizar la pruebas de laboratorio, revisa la elevación en los glóbulos blancos o leucocitos, si la hemoglobina es baja o normal, al igual que el nivel de las plaquetas.
Estadísticas
* En México, según reportes del Instituto Nacional de Cancerología, la incidencia de pacientes con leucemia mieloide crónica es del 13 por ciento.
Así pasa con la leucemia mieloide crónica, que aparece y se manifiesta aunque el cuerpo goce de una supuesta vitalidad excepcional. De manera silenciosa, este padecimiento aumenta la producción de glóbulos blancos, células responsables de combatir y expulsar a las infecciones al nivel de la médula ósea.
Las causas exactas del porqué se desarrolla la leucemia mieloide se desconocen, afirma José Carlos Aguilar Luna, hematólogo del Hospital regional del ISSSTE de Zapopan, pues únicamente se sabe que es una enfermedad crónica que debilita por completo al organismo.
Algunas teorías aseguran que esta patología se presenta en personas que fueron expuestas a radiaciones, radioterapias practicadas ante algún tipo de tumor, insecticidas y fumigantes; sin embargo, es hasta los 40 o 60 años de edad, cuando las posibilidades de desarrollar leucemia mieloide aumentan, principalmente en los varones.
Estadísticas señalan que nueve de cada 10 pacientes desconocen que padecen la enfermedad a causa del incremento de glóbulos blancos en la sangre. El mayor obstáculo para identificar y realizar el oportuno diagnóstico es que los síntomas parecen minúsculos: cansancio intenso, fiebre moderada, falta de apetito, sudoración nocturna y en ocasiones, hay ausencia de los mismos, pues lo más común, es que la persona pueda sentir un malestar general en la zona de abdomen, porque el bazo tiende a inflamarse.
A decir de Aguilar Luna, la mayoría de los pacientes detectan el aumento de glóbulos blancos cuando desean donar sangre o simplemente requieren de un examen de ésta a través del cromosoma philadelphia. Inmediatamente y sin medias tintas, el resultado médico indicará el desequilibrio entre los glóbulos rojos (responsables de la hemoglobina y transportar el oxígeno) y los blancos.
“Con los medicamentos, actualmente la calidad de vida es aceptable. El paciente puede volver a su actividad, trabajar, estudiar. Una vez que se hace un control de la enfermedad, puede reintegrarse a la sociedad”, comenta el hematólogo al especificar que el tratamiento tomado corresponde a un inhibidor de la enzima llamada tirosincinasa, con el cual el paciente tiene una expectativa de 10 a 15 años más de vida.
“La enfermedad tiene tres etapas: una es crónica, cuando se detecta y se realiza el diagnóstico. La segunda es llamada acelerada, que es la que se va transformando a una leucemia aguda, que es la etapa final. Lo que tratamos de hacer con los medicamentos es evitar que el paciente pase a la segunda o tercera etapa”.
TOMA NOTA
Puntos de alerta
* Para un diagnóstico oportuno hay que realizar una exploración física: ya sea cuando haya una esplenomegalia (agrandamiento del bazo); hepatomegalia (aumento del hígado), lesiones cutáneas, aumento de ganglios linfáticos.
* Al realizar la pruebas de laboratorio, revisa la elevación en los glóbulos blancos o leucocitos, si la hemoglobina es baja o normal, al igual que el nivel de las plaquetas.
Estadísticas
* En México, según reportes del Instituto Nacional de Cancerología, la incidencia de pacientes con leucemia mieloide crónica es del 13 por ciento.