Tecnología
Tras susto, más fácil dejar de fumar que bajar de peso
Demuestra un estudio que las personas que fuman tienen más probabilidades de dejar el vicio al recibir una alerta de una posible enfermedad
CIUDAD DE MÉXICO.- Según una nota publicada por The New York Times, los fumadores tienen tres veces más probabilidades de
dejar de fumar si reciben una señal de alerta, que puede ser un ataque al corazón, apoplejía o el diagnóstico de que padecen cáncer pulmonar, demostró un estudio.
No obstante, las personas obesas y con sobrepeso pierden a lo mucho, uno o dos kilos después de haber sido diagnosticados con una enfermedad seria como alguna cardiopatía o diabetes, según el mismo reporte. El estudio, que analizó la pérdida de peso sólo en personas menores de 75 años, fue publicado el lunes en los Archivos de Medicina Interna.
No está del todo claro porqué una cardiopatía motivaría a los pacientes a dejar de fumar pero no a bajar de peso, sin embargo, la autora del estudio señaló que la mayoría de los planes de salud no contemplan programas para bajar de peso y sí para dejar de fumar.
"La gente realmente está abierta a cambiar su comportamiento después de un problema de salud y esto podría ser realmente una ventana de oportunidades", indicó la autora Patricia S. Keenan, profesora adjunta del área de políticas sanitarias de la Escuela de Medicina de Yale.
Para la investigación, la doctora Keenan analizó información del Estudio de Salud y Jubilación, encuesta que contiene datos detallados-- reunidos de manera anual entre 1992 y 2000-- sobre adultos de tercera y mediana edad Estos datos incluyeron información relacionada con 20 mil 221 personas obesas o con sobrepeso menores de 75 años y con aproximadamente 7 mil 764 fumadores.
Mientras que sólo aproximadamente uno de cada 10 fumadores que no había sido diagnosticado con una enfermedad seria dejó de fumar, casi una tercera parte de los fumadores que habían sufrido un ataque de apoplejía o habían sido diagnosticados con cáncer, cardiopatía o alguna enfermedad pulmonar, dejaron el cigarro, arrojó el estudio.
Cuando los fumadores fueron diagnosticados con dos enfermedades serias, tuvieron seis veces más probabilidades de dejar de fumar que cualquier otro fumador, descubrió el estudio.
Por su parte, las personas obesas perdieron muy poco peso después de los diagnósticos, aunque perdieron hasta un punto de masa corporal después de enterarse de que tenían diabetes, mostró la investigación.
"Una de las razones por las que pudieron no haber encontrado pérdida de peso importante es que la asesoría médica sola no es suficiente para causar un impacto en la pérdida de peso", indicó Sherry Pagoto, profesora adjunta de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts y que coescribió la editorial que acompaña al estudio. "Las evidencias relacionadas con el comportamiento para perder peso sugieren que es necesario un programa intensivo para alcanzar el objetivo".
No obstante, las personas obesas y con sobrepeso pierden a lo mucho, uno o dos kilos después de haber sido diagnosticados con una enfermedad seria como alguna cardiopatía o diabetes, según el mismo reporte. El estudio, que analizó la pérdida de peso sólo en personas menores de 75 años, fue publicado el lunes en los Archivos de Medicina Interna.
No está del todo claro porqué una cardiopatía motivaría a los pacientes a dejar de fumar pero no a bajar de peso, sin embargo, la autora del estudio señaló que la mayoría de los planes de salud no contemplan programas para bajar de peso y sí para dejar de fumar.
"La gente realmente está abierta a cambiar su comportamiento después de un problema de salud y esto podría ser realmente una ventana de oportunidades", indicó la autora Patricia S. Keenan, profesora adjunta del área de políticas sanitarias de la Escuela de Medicina de Yale.
Para la investigación, la doctora Keenan analizó información del Estudio de Salud y Jubilación, encuesta que contiene datos detallados-- reunidos de manera anual entre 1992 y 2000-- sobre adultos de tercera y mediana edad Estos datos incluyeron información relacionada con 20 mil 221 personas obesas o con sobrepeso menores de 75 años y con aproximadamente 7 mil 764 fumadores.
Mientras que sólo aproximadamente uno de cada 10 fumadores que no había sido diagnosticado con una enfermedad seria dejó de fumar, casi una tercera parte de los fumadores que habían sufrido un ataque de apoplejía o habían sido diagnosticados con cáncer, cardiopatía o alguna enfermedad pulmonar, dejaron el cigarro, arrojó el estudio.
Cuando los fumadores fueron diagnosticados con dos enfermedades serias, tuvieron seis veces más probabilidades de dejar de fumar que cualquier otro fumador, descubrió el estudio.
Por su parte, las personas obesas perdieron muy poco peso después de los diagnósticos, aunque perdieron hasta un punto de masa corporal después de enterarse de que tenían diabetes, mostró la investigación.
"Una de las razones por las que pudieron no haber encontrado pérdida de peso importante es que la asesoría médica sola no es suficiente para causar un impacto en la pérdida de peso", indicó Sherry Pagoto, profesora adjunta de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts y que coescribió la editorial que acompaña al estudio. "Las evidencias relacionadas con el comportamiento para perder peso sugieren que es necesario un programa intensivo para alcanzar el objetivo".