Fórmula 1: La revolución tecnológica
La nueva era desafía a ingenieros y pilotos con las modificaciones
La Fórmula 1 se encuentra ante su mayor encrucijada tecnológica. El reglamento 2026, presentado oficialmente en su forma definitiva esta semana, propone un concepto de auto “nimble” (ágil): más pequeño, 30 kg más ligero y 10 cm más estrecho. Pero debajo de esa carrocería compacta se esconde una complejidad que tiene a los ingenieros de Pirelli y de las escuderías trabajando a marchas forzadas.
El paso del DRS al sistema de aerodinámica activa y el modo Overtake cambia el ADN de las carreras. “Ya no se trata de abrir un hueco en el alerón”, comenta un ingeniero del paddock. “Se trata de un baile coordinado entre el ala delantera y la trasera para evitar que el auto pierda el equilibrio”. Durante las pruebas en simulador, se detectó que si solo se abría el ala trasera, el auto sufría un desbalance aerodinámico tan severo que podía volverse inestable a altas velocidades. Por ello, la FIA dictaminó que ambos alerones deben moverse al unísono.
El nuevo sistema Overtake devuelve un poco de mística al pilotaje. Al ser un extra de energía eléctrica, el piloto tendrá que decidir cuándo gastar sus reservas de batería: ¿usarlas todas para intentar el rebase en la recta principal o guardarlas para defenderse en la zona revirada? La gestión del ERS (Sistema de Recuperación de Energía) será, más que nunca, la diferencia entre el podio y el abandono.
El rompecabezas de Pirelli
Para Pirelli, el proveedor único de neumáticos, el reto es monumental. Aunque se mantienen las llantas de 18 pulgadas, los neumáticos de 2026 serán más estrechos (25 mm menos al frente y 30 mm menos atrás). Este cambio busca reducir el drag y el peso, pero introduce una variable peligrosa: el sobrecalentamiento.
Con autos que tendrán una entrega de potencia eléctrica inmediata de 350 kW (casi el triple de los actuales 120 kW), el torque sobre el eje trasero será brutal. Pirelli debe desarrollar compuestos que no se “desintegren” ante estas aceleraciones eléctricas, mientras que la reducción de la carga aerodinámica total, proyectada en un 30% menos respecto a 2025, obligará al neumático a generar más agarre mecánico para evitar que los autos se vuelvan inmanejables en las curvas lentas.
ADIÓS AL DRS
La llegada del “Manual Override”
- A diferencia del DRS, que es una ayuda puramente aerodinámica (abrir el ala trasera), el modo Overtake es una ayuda de potencia eléctrica.
- La ventaja del perseguidor: El auto que defiende verá su entrega de energía eléctrica disminuir gradualmente después de los 290 km/h. Sin embargo, el auto perseguidor (a menos de 1 segundo) podrá activar este modo para disponer de 350 kW constantes (unos 470 hp adicionales de potencia eléctrica) hasta alcanzar los 337 km/h.
- Uso estratégico: Este “impulso” eléctrico permite que el adelantamiento dependa más de la gestión de la batería y la potencia que de la simple reducción de resistencia al aire.
AERODINÁMICA ACTIVA
El fin de los alerones estáticos
- Para compensar la menor potencia del motor de combustión y maximizar la eficiencia, los autos 2026 tendrán Aerodinámica Activa en ambos ejes (delantero y trasero).
- Corner Mode (Modo Z): Configuración de alta carga aerodinámica. Los flaps de los alerones se cierran para dar agarre máximo en curvas.
- Straight Mode (Modo X): Configuración de baja resistencia (low drag). Los flaps delanteros y traseros se abren para reducir el arrastre y permitir velocidades punta competitivas en las rectas. Todos los pilotos usarán este modo en las rectas, no solo el que intenta adelantar.