* Ciclo Messi
Una de las más acertadas aportaciones a la polémica en torno a quién es mejor futbolista, si Messi o Ronaldo, corresponde a Gerard Piqué, compañero del primero, por muchos años, en el Barcelona: “Cristiano es el mejor de los humanos; Messi es extraterrestre”.
De momento, la incógnita es si la continuidad de Messi en el Barcelona es cuestión de días, de horas..., o, a lo sumo, de meses. En todo caso, todo indica que su fecha de caducidad es inminente; que esa relación tiene más pasado que futuro.
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La reciente derrota ante el Bayern Munich, especialmente por el escandaloso 8-2 con que se escribió, fue, al parecer, la gota que derramó el vaso; el indicio más claro de que el ciclo del Barcelona “campeón de todo”, considerado “el mejor equipo del mundo”, por aclamación, llegó a su fin.
Lo que sigue, fatalmente, tendrá que ser la renovación de una plantilla envejecida; la salida de varios jugadores que probablemente aún tengan cuerda para prolongar sus carreras en equipos de primer nivel en las grandes ligas de Europa... pero ya no para hacer del suyo uno de los mejores equipos del mundo; la contratación de dos o tres figurones de primerísimo nivel, a despecho de los problemas agudizados por la pandemia del coronavirus y por las inciertas perspectivas del regreso de los aficionados a los estadios... pasando por las taquillas; la promoción de otros tantos elementos surgidos de unas fuerzas básicas raquíticas en la producción de talentos en los últimos años.
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Por su solvencia financiera -a pesar de todos los pesares- y la solidez de su estructura, es previsible que el Barcelona salga de la crisis actual y recupere su grandeza histórica. Seguirá siendo, casi seguramente, el rival sempiterno del Real Madrid. Volverá a ser uno de los protagonistas obligados de las competencias continentales. El lugar que en el pasado tuvieron Kubala, Maradona, Cruyff, Rivaldo o Ronaldinho, y el que fue de Messi en los últimos tiempos, tendrá un digno reemplazo...
Se cumplirá el adagio de que “los hombres pasan, las instituciones quedan”. Messi será recordado como un jugador de época con el Barça. Y podrá decir, cuando se vaya -al margen de los reproches de quienes quisieran verlo cerrar su carrera en el club con el que ambos alcanzaron la cumbre del futbol-, “Barça, nada me debes; Barça, estamos en paz...”.