La gran sequía rojinegra de 1981
Atlas suma siete partidos de Liga consecutivos sin anotar gol. Para encontrar un ayuno más largo en la historia de los rojinegros hay que remontarse a la temporada 1980-1981, cuando los Zorros se fueron en blanco en 11 partidos de Liga al hilo.
Como muchos capítulos en la historia rojinegra, la gran sequía del 81 fue el epílogo triste de una historia con un inicio prometedor.
Hacia el final de 1980 el equipo dirigido por Alfonso “El Pescado” Portugal estuvo varias veces a la cabeza del Grupo 1, y llegó a colocarse como superlíder.
El 10 de enero de 1981 los atlistas se dieron el lujo de propinarle un 3-1 al América de José Antonio Roca. En su partido de la jornada siguiente sólo un autogol les impidió llevarse el triunfo y terminaron empatando 1-1 ante Cruz Azul.
El 24 de enero los rojinegros perdieron por 1-0 en casa ante Atletas Campesinos (un resultado que los hacía caer al segundo lugar de su grupo) y de manera inexplicable, inesperada, como ocurre con todas las sequías, los goles dejaron de caer.
En casa o de visita, Atlas se volvió un cheque al portador, y en ocasiones, un escalón para equipos que necesitaban triunfos con urgencia. Atletas Campesinos, Toros Neza, Puebla, Zacatepec, Leones Negros (con un escandaloso 4-0), Tecos y Tigres aprovecharon el mal momento de la Academia.
Inevitablemente, llegaron las medidas correctivas. A inicios de marzo fueron sancionados cinco jugadores rojinegros, entre ellos Peter Nover, un defensa alemán cuyos constantes viajes a Estados Unidos para visitar a su novia terminaron pasándole factura. Aún así, Atlas seguía sin ganar, y la séptima derrota consecutiva llegó ante Tigres.
“Tengo vergüenza y no renunciaré”, dijo Portugal cuando la crisis de Atlas era ya insostenible.
Fue necesaria una sacudida brutal para sacar a los rojinegros de su marasmo. Portugal fue despedido (luego del “voto de confianza” de rigor) y sustituido con el hispano-argentino Héctor Rial (que había dirigido a Chivas en la temporada 1974-1975). Además, Héctor Pitarch, de 29 años, llegó como refuerzo del Unión de Santa Fe, de Argentina.
Ya bajo el mando de Rial, los rojinegros enfrentaron a Atlante (0-0), el Atlético Español (2-0), León (0-0) y Pumas (1-0). El gol no llegaba.
El embrujo se rompió finalmente el 11 de abril. Al minuto 20 del partido ante el Tampico Madero, Pitarch, que hacía su debut en el futbol mexicano, recibió un pase de Magaña y anotó el primer gol de Atlas en dos meses y medio.
Según narra la crónica de EL INFORMADOR, el público del Jalisco “prorrumpió en un aplauso general”, pero no iba a ser un partido fácil. En el segundo tiempo Atlas defendió a ultranza la ventaja con tres defensas centrales (Tovar, Masciarelli y Barba) y un medio campo de cinco hombres, con sólo Lomelí buscando el contragolpe. El Tampico se lanzó al ataque y los últimos 20 minutos del partido fueron de martirio para los rojinegros, que se salvaron del empate sólo gracias a las atajadas del portero Paco Castrejón.
El partido terminó con la victoria para los Zorros, que al final de la temporada libraron con apuros el descenso, dejando atrás una sequía que no volvería a presentarse sino hasta 37 años después.