La tensión Alfaro-Lemus
El carácter de pronóstico reservado en que se tornaría la relación del Gobernador Enrique Alfaro con el alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus, se veía venir desde hace un año que de forma intempestiva tuvo que relevar a Ismael del Toro, en la candidatura a Guadalajara, y se convirtió en el aspirante con mayores posibilidades de sucederlo en la gubernatura.
Y es que la situación ahora es muy distinta a aquél 2015 cuando Alfaro y Lemus fueron compañeros de fórmula en la propaganda electoral donde el primero aparecía como candidato a alcalde de Guadalajara y el segundo de Zapopan. La convivencia entre ambos se empezó a tensar desde el 2018 cuando Alfaro gana la gubernatura y Lemus en su segundo periodo como alcalde reelecto empieza a cuestionar algunas de las decisiones que desde el Poder Ejecutivo se querían imponer en los Ayuntamientos metropolitanos. Uno de los temas que más los confrontó, por ejemplo, fue el de las Villas Panamericanas a cuya apertura siempre se opuso, al menos en el discurso el entonces Presidente zapopano. Otro el de la creación de la Policía Metropolitana.
El sorpresivo retiro de la vida política de “El Pope” quien era el que el Gobernador perfilaba como el siguiente candidato naranja a la gubernatura, hizo que Lemus creciera su influencia a la capital tapatía, mientras que en Zapopan había logrado imponer como candidato a su coordinador de gabinete, Juan José Frangie, rompiendo así equilibrios internos que instalaban como el único hombre fuerte del emecismo a Alfaro desde el 2012.
De hecho, tanto Lemus como Frangie marcaron su raya y su distancia con el alfarismo desde el día cero de su gobierno, cuando a su toma de posesión, ambos tuvieron como invitado de honor al ex rector Raúl Padilla, con el que el mandatario estatal mantenía ya un abierto conflicto desde meses atrás por cuestiones presupuestales. Las desconfianzas de los alfaristas hacia los lemusistas se han venido recrudeciendo en estos primeros meses del gobierno tapatío, por haber marginado y acotado a liderazgos del equipo político de su antecesor.
Por eso en las últimas semanas desde las altas esferas naranjas le han mandado señales a Lemus, que él no tiene todos los controles ni en el Ayuntamiento ni en la estructura de MC, y que aunque sea el puntero en las encuestas, ya calientan otros posibles candidatos como Clemente Castañeda, Alberto Esquer o Salvador Zamora, o incluso argumentando temas de género, cerrarle el paso, postulando a una mujer.
Como políticos y políticas que son, el lunes pasado en el cónclave nacional naranja y ante su dirigente Dante Delgado, hablaron en sus discursos de estar más unidos que nunca y que en el partido Movimiento Ciudadano no habrá fracturas internas.
Por eso habrá que ver si efectivamente se evita el rompimiento, logran acuerdos internos y se impone de ambas partes el pragmatismo que les asegure nuevamente el triunfo electoral en Jalisco en el 2024.
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