Los feminicidios (otra vez siempre)
Desde hace varias semanas empecé a notar un aumento de asesinatos de mujeres. Lo que más me inquietó fue la saña y la exhibición violenta de sus cuerpos.
Conté 14 mujeres asesinadas del 7 de agosto a la fecha sólo en el Área Metropolitana de Guadalajara. En seis casos las encontraron envueltas en bolsas de plástico, lonas o cobijas, la mayoría abandonadas en la calle, y todas tenían huellas de violencia.
En Los Robles, en Zapopan, encontraron adentro de un motel a una mujer con lesiones y golpes. El 30 de agosto, en La Echeverría, en Guadalajara, localizaron el cuerpo de una joven adentro de un tambo. Ese mismo día reportaron otras dos mujeres sin vida, golpeadas y amortajadas en Lomas del Paraíso y en El Fresno (tres feminicidios en martes).
Esa cantidad de feminicidios ocurridos en el último mes triplica la tendencia de cualquier mes previo en este sexenio. La Fiscalía del Estado, vía transparencia, informa de 226 feminicidios durante este sexenio. Los principales medios de comisión del crimen son con arma blanca (65), arma de fuego (52), golpes u objeto contundente (49) y asfixia (44). En seis casos han sido calcinadas o quemadas, y en una decena la autoridad no ha determinado las causas de muerte.
Justo esa violencia y crueldad excesiva, que refleja odio y desprecio contra la mujer, convierte estos casos en feminicidios y no en homicidios comunes. El feminicida atenta contra la vida de la víctima, su dignidad, su integridad y su libertad, sólo por el hecho de ser mujer.
El domingo pasado la Policía Estatal retiró de la Plaza de Armas, frente a Palacio de Gobierno, un tótem con la leyenda: “México Feminicida”. Veo este hecho como una metáfora de nosotros mismos: la autoridad no quiere que veamos esa leyenda porque es la verdad, pero nosotros como ciudadanos dejamos de ver esa verdad porque la creemos una leyenda.
Sólo despertamos de ese letargo cuando hay un caso mediático, preferiblemente con un desarrollo dramático para consumir como cualquier ficción de Netflix.
Debanhi, Abigail, Luz Raquel, ¿pero quién cuenta la historia y los nombres de esas 14 mujeres asesinadas? ¿Quién clama justicia para las diez mujeres asesinadas en promedio al día en México?
La violencia feminicida no es normal. Las autoridades intentan minimizar, matizar o borrar esa realidad. Nuestro deber como sociedad es no olvidar y mantener encendida la consigna de “ni una más”. Y recordárselo todos los días a la clase gobernante.