Vacúnese, “nadie se salva solo”: El Papa
El semáforo rojo se volvió a encender. Miles de personas se han contagiado y nos encontramos envueltos en una nueva ola de la pandemia. Los hospitales se empiezan a saturar y los riesgos de una paralización amenazan a muchos sectores, que es lo que menos se desea pero que a lo mejor será necesario. No es cuestión de gustos o tendencias, es una emergencia. Pero, ¿hasta donde se puede frenar las actividades de todos los sectores?. Nadie tiene la respuesta correcta. Serán las circunstancias las que nos dicten la pauta a seguir, eso sí, con muchos sacrificios en todos los sentidos.
De lo único que estamos seguros en estos momentos es que “97 % de las personas que hoy están hospitalizadas por Covid-19 no se vacunaron”, según las autoridades de salud en México, y el caso es el mismo en el resto del mundo. Es difícil establecer cuánto de ese porcentaje son personas que rechazaron la vacuna -por diferentes motivos- y cuántas no han tenido acceso a la misma por la falta de disponibilidad. La experiencia en otras partes, como en el caso de Estados Unidos, millones de personas la han rechazado por iniciativa propia, porque ellos si la tienen al alcance y no han querido recibirla. En nuestro país los casos de contagio se empiezan a duplicar y casi el 100% son personas que no han recibido la vacuna. La primera vacuna que se administró en Estados Unidos fue en diciembre pasado, llegando a aplicar en las primeras semanas hasta tres millones de dosis diarias. Hoy el número de aplicaciones se ha reducido drásticamente a pesar de que uno la puede conseguir hasta en los centros comerciales y tiendas de conveniencia.
Hoy ya hay países que han autorizado que se aplique una tercera vacuna de refuerzo a los que ya recibieron las dos primeras dosis, como es el caso de Chile, Uruguay, República Dominicana, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin. Ante esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ’pegado el grito en el cielo’. Su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dice que las vacunas han ido a países de recursos medios y altos, mientras que los más pobres no han tenido acceso en la misma proporción. Pidió a los países que ya piensan en la tercera dosis, se esperen hasta que haya una distribución más equitativa y que “por lo menos el 10 % de la población pueda vacunarse”. Hasta hoy se han administrado 4,000 millones de dosis, más del 80 por ciento han sido aplicadas en naciones con mejores condiciones económicas, “a pesar de que solo representan menos de la mitad de la población mundial”.
La súplica, por el bien personal, de la familia y de todos, es que se sigan las recomendaciones de la ciencia y quienes tengan posibilidades de vacunarse, lo hagan lo antes posible, siguiendo la recomendación y dándole validez a lo señalado en la tercera Encíclica ‘Fratelli Tuti’ (Hermanos todos) del Papa Francisco sobre la fraternidad y la amistad social, que señala que “nadie se salva solo, que únicamente es posible salvarse juntos”. ¿Usted, qué opina?
daniel.rodriguez@dbhub.net