Escapada invernal al Nevado de Colima
El senderismo, los miradores y las áreas recreativas familiares convierten esta área natural protegida en un destino ideal para vacacionar y despedir el año entre paisajes de alta montaña y aire frío
Cuando el invierno comienza a sentirse en el occidente del país y las temperaturas bajan en la ciudad, la idea de buscar aire frío, paisajes abiertos y un ritmo más pausado se vuelve irresistible. A pocas horas de Jalisco y Colima, el Nevado de Colima aparece como uno de esos destinos que sorprenden: una montaña imponente donde el clima invernal, los bosques de altura y la posibilidad -si la naturaleza lo permite- de ver nieve, construyen una experiencia distinta para las vacaciones decembrinas.
Este volcán, compartido por los estados de Jalisco y Colima, forma parte del Parque Nacional Volcán Nevado de Colima, un Área Natural Protegida federal que resguarda más de seis mil 500 hectáreas del Complejo Volcánico de Colima, integrado por el Volcán de Fuego y el Nevado. En esta región de montaña, el paisaje cambia radicalmente respecto al entorno cálido del Pacífico: aquí predominan los bosques de pino, oyamel y encino, los caminos cubiertos de hojarasca y un silencio que solo se interrumpe por el viento.
Durante los meses de diciembre, enero y febrero, el Nevado ofrece su mejor versión invernal. Las mañanas suelen ser frías y claras, y aunque la nevada no es constante, entre enero y febrero las cumbres pueden cubrirse de blanco, regalando postales que parecen sacadas de otra latitud. Para muchos visitantes, esta posibilidad convierte la visita en una experiencia casi mágica, especialmente para quienes viajan en familia.
El parque permite disfrutar de distintas actividades al aire libre pensadas tanto para aventureros como para viajeros que buscan tranquilidad. Las caminatas por senderos autorizados, la exploración fotográfica y el ascenso hacia zonas permitidas son algunas de las opciones para conectar con el entorno. Además, cuenta con miradores naturales desde donde se pueden observar las montañas y los valles, así como áreas recreativas y espacios de acampado equipados con asadores, ideales para pasar el día o incluso una noche rodeados de naturaleza.
Más allá del Nevado, la región ofrece otros atractivos que complementan la escapada. Uno de ellos es Comala, Pueblo Mágico colimense ubicado a poca distancia, donde el visitante puede cambiar el abrigo por una caminata entre calles blancas, probar la gastronomía local y conocer un sitio cargado de historia y tradición. La combinación entre montaña y pueblo convierte el viaje en una experiencia diversa, perfecta para aprovechar varios días.
Antes de emprender el recorrido, es fundamental planear con anticipación. Consultar las condiciones climatológicas permite saber si hay probabilidad de nevada y preparar el equipo adecuado. Ropa térmica, calzado resistente y protección contra el frío son indispensables. Asimismo, se recomienda seguir las indicaciones del personal del Área Natural Protegida, respetar los accesos permitidos y cuidar la flora y fauna del lugar.
Visitar el Nevado de Colima en temporada navideña es descubrir un rostro distinto del occidente mexicano: uno donde el frío invita a caminar despacio, el paisaje se impone con calma y la naturaleza marca el ritmo del viaje. Una escapada que combina aventura, contemplación y la posibilidad de cerrar el año rodeado de montaña y silencio.