Niño Dios, Reyes Magos o Santa Claus: quién reparte los regalos en México
En la mayoría de las familias confluyen dos tradiciones, pero hay una que claramente domina
Todas las tradiciones, por más antiguas que puedan parecer, tuvieron un origen concreto, y la de los regalos para los niños en época navideña es relativamente reciente. Fue apenas en el siglo XIX cuando se popularizó la costumbre de dejar obsequios a los niños en nombre de figuras religiosas o mitológicas, una práctica que el mercantilismo y el avance del capitalismo hicieron posible.
No solo se trató de una cuestión económica, sino de la “creación” misma de la infancia como la conocemos hoy. Al aumentar la esperanza de vida y desplazarse el pensamiento social hacia el humanismo, se comenzó a dejar de tratar a los niños como adultos en miniatura y se les vio como personas que atraviesan una etapa que necesita y merece protección.
Con ciertos elementos comunes, la tradición se fijó con un cariz particular en diversas regiones del mundo. En México, donde la figura del Niño Jesús formó un elemento central en la evangelización —utilizada, por ejemplo, en las pastorelas para dramatizar la encarnación de Dios—, esta tradición convive con la de los Reyes Magos, más popular en otros países hispanos. Además, la influencia de la cultura popular de Estados Unidos y de sus medios de comunicación ha hecho que, desde el siglo XX, Santa Claus gane terreno como proveedor de regalos para los niños.
Cabe aclarar que una opción no elimina a las otras, pues un mismo hogar puede mantener dos tradiciones: una en Navidad y otra en el Día de Reyes, con la tendencia a que una sea principal y la otra más simbólica o de menor costo.
Según el Estudio de Navidad 2025: Lo que mueve al consumidor mexicano en Navidad, realizado por la firma de análisis de datos Kantar, los Reyes Magos son los preferidos en México, con visitas en 75% de los hogares del país. Les sigue Santa Claus, señalado este año por 68%, y después el Niño Dios, con 15%. La suma no alcanza 100% porque, como se ha señalado, es posible mantener una costumbre para el 25 de diciembre y otra para el 6 de enero.
De acuerdo con el mismo estudio, lo que más se pide a los Reyes Magos son juguetes, ropa, artículos escolares y bicicletas.
Quetzalcóatl también trajo juguetes a los niños mexicanos
En 1930, el gobierno revolucionario y nacionalista del presidente Pascual Ortiz Rubio consideró inapropiado que una figura extranjera como Santa Claus fuera adoptada como parte de la Navidad, pero tampoco coincidía plenamente con la tradición católica de los Santos Reyes o el Niño Dios. Por ello, intentó inculcar a Quetzalcóatl, uno de los principales dioses del panteón mexica, como el encargado de llevar regalos a los niños mexicanos.
Para ello, el 23 de diciembre de ese año la Asociación Nacional de Protección de la Infancia organizó una verbena en el ya desaparecido Estadio Nacional, donde hubo danzas indígenas y una representación de Quetzalcóatl como un anciano vestido de blanco, que repartió dulces, ropa y juguetes a entre cuatro mil y cinco mil niños asistentes.
“Concluida la fiesta se ejecutó el himno a Quetzalcóatl”, señaló la nota que en su momento publicó este diario.
La iniciativa no tuvo seguimiento y no se volvió a hablar de la Serpiente Emplumada como figura navideña.