En el corazón de Hidalgo, lo que comenzó como una apuesta arriesgada de 100 mil dólares en 1995 se ha transformado en un consorcio valuado en cientos de millones. Grupo Pachuca no es solo un dueño de equipos de futbol; es una fábrica de éxitos que ha redefinido el significado de la gestión deportiva en América Latina. Hoy, mientras el grupo prepara la venta del Club León para cumplir con las normativas de la FIFA y la Liga MX sobre la multipropiedad, el legado de la familia Martínez se consolida como una de las más influyentes del balompié azteca.El éxito del grupo no es producto del azar. Mientras otros clubes apuestan por carteras abiertas y fichajes bomba, los Martínez apostaron por la tierra. La creación de la Universidad del Futbol y el constante flujo de talento de su cantera (exportando nombres como Hirving Lozano o Enner Valencia) permitieron que los Tuzos del Pachuca pasaran de la intrascendencia a ganar la Copa Sudamericana en 2006, un logro que ningún otro equipo mexicano ha podido igualar: ganar un torneo oficial de otra confederación.Esa misma mística fue trasladada a Guanajuato en 2010. Al adquirir al Club León, entonces atrapado en una "maldición" de 10 años en la división de ascenso, el grupo aplicó la misma receta: orden administrativo, una base de jugadores técnicos y confianza en un proyecto a largo plazo. El resultado fue inmediato y devastador para sus rivales: un ascenso histórico seguido de un bicampeonato en Primera División, devolviéndole a la "Fiera" su lugar como uno de los cinco equipos más ganadores de México.Sin embargo, el hambre de Grupo Pachuca no se detuvo en las fronteras nacionales. La visión de Jesús Martínez Patiño siempre fue global. Tras consolidar al Everton en Chile, el grupo dio el salto más ambicioso de su historia al adquirir al Real Oviedo en España. En apenas tres temporadas, el modelo de gestión mexicano logró lo que los capitales locales no pudieron en dos décadas: devolver al Oviedo a la Primera División española en este 2025, demostrando que su metodología de "ascender y triunfar" es un lenguaje universal.La noticia de la venta del León marca el fin de una era dorada de multipropiedad, pero no el fin del crecimiento del grupo. Con el Pachuca compitiendo en la final de la Copa Intercontinental contra el Real Madrid este mismo mes, y con el Real Oviedo de vuelta en la élite europea, Grupo Pachuca se retira de la gestión compartida en México no por debilidad, sino para consolidar un imperio que ahora mira de tú a tú a los grandes clubes del mundo. El modelo 360°, que integra educación, salud y deporte, queda como el manual que todo equipo moderno debería seguir si aspira a la inmortalidad deportiva.Inicio: Todo comenzó en 1995, cuando Jesús Martínez Patiño adquirió al Club Pachuca (en ese entonces en Segunda División) por apenas $100,000 USD.Evolución: De ser un equipo que "subía y bajaba", se convirtió en el referente del siglo XXI en México.Pilares: Su éxito se basa en el modelo 360°: no solo es futbol, sino educación (Universidad del Fútbol), salud (Centro de Excelencia Médica FIFA), cultura (Salón de la Fama) y comercialización.SV