Jalisco volvió a convertirse en salvavidas de la Serie del Caribe, repitiendo una historia que ya había vivido en 2018, cuando la máxima justa del beisbol invernal caribeño tuvo que cambiar de sede de manera emergente.En aquella ocasión, el torneo estaba programado para celebrarse en Venezuela, pero los problemas sociales que atravesaba el país sudamericano impidieron su realización, por lo que, de último momento, Guadalajara fue designada como anfitriona, respondiendo con solvencia y dejando una grata impresión a nivel internacional.Ocho años después, el escenario se repite. La Serie del Caribe 2026, nuevamente prevista para jugarse en territorio venezolano, tuvo que ser reubicada ante los conflictos políticos y las complicaciones logísticas que derivaron en la imposibilidad de que varias ligas participantes viajaran a dicho país. Así, Jalisco y la Perla Tapatía levantaron la mano una vez más para rescatar el evento, que se disputará en febrero en el Estadio Panamericano, casa de los Charros de Jalisco.La diferencia sustancial entre ambas ediciones radica en la participación de Venezuela. En 2018, pese a la crisis interna, la novena venezolana sí tomó parte del certamen, el cual terminó coronando a los Criollos de Caguas de Puerto Rico. Para la edición de 2026, la presencia de Venezuela es una incógnita y, en caso de que persista su negativa a viajar a México, el formato sufrirá una modificación importante.De concretarse la ausencia venezolana, México contará con dos representantes en la competencia con el campeón y el subcampeón de la temporada 2025/26 de la Liga Mexicana del Pacífico. De esta manera, las novenas de México, República Dominicana, Panamá y Puerto Rico serán las encargadas de pelear por la corona caribeña en suelo jalisciense.Una vez más, Jalisco demuestra su capacidad organizativa y su peso dentro del beisbol internacional, consolidándose como una sede confiable que sabe responder cuando la Serie del Caribe más lo necesita.SV