Quien convive con un gato lo sabe: no importa cuántos juguetes tenga su mascota, tarde o temprano terminará metiéndose en una simple caja de cartón. Este comportamiento, que resulta tan común como curioso, tiene varias explicaciones relacionadas con su naturaleza, su forma de explorar el entorno y la manera en que gestionan el estrés.A continuación, se presenta un panorama completo de las razones por las que este objeto tan cotidiano resulta irresistible para los felinos.Los gatos, incluso los domesticados, conservan rasgos de sus antepasados cazadores. Les atraen los espacios pequeños donde pueden esconderse, observar y sentirse protegidos. Las cajas funcionan como una guarida donde pueden descansar sin sentirse expuestos a ruidos o movimientos inesperados.Al poder controlar su entorno desde un lugar cerrado, reducen la posibilidad de verse sorprendidos, lo que para ellos representa seguridad.Diversos especialistas en comportamiento felino han señalado que las cajas ayudan a disminuir el estrés en los gatos. Al ofrecer un escondite cómodo y aislado, el cartón actúa como un “amortiguador” emocional.Por eso es común que, cuando un gato llega a un nuevo hogar, se sienta más tranquilo en una caja mientras se adapta al ambiente.El cartón es un excelente aislante térmico. Para los gatos, que buscan constantemente temperaturas cálidas, una caja representa un sitio perfecto para mantener el calor corporal. Este simple material les permite sentirse más cómodos sin necesidad de un esfuerzo adicional.Las cajas activan el instinto exploratorio del gato. Permiten acechar, esconderse, saltar y rascar, lo que convierte al cartón en un juguete versátil y económico. Además, la textura del material es ideal para arañar sin riesgo, lo que lo vuelve aún más atractivo.Los gatos son animales territoriales. Cuando adoptan una caja, la convierten en parte de su espacio personal. Este comportamiento les brinda seguridad y control sobre su ambiente, incluso si la caja está en medio de la sala.El olor del cartón, su textura y el sonido que produce al moverse son estímulos que llaman la atención del gato. Es una experiencia sensorial completa que no encuentran en otros objetos.Las cajas de cartón son mucho más que un simple objeto para los gatos: son escondites seguros, espacios cálidos, territorios propios y escenarios de juego. Su atracción por ellas es una combinación de instinto, comodidad y necesidad de controlar su entorno. Por eso, aunque su hogar esté lleno de juguetes, una caja seguirá siendo uno de los regalos favoritos para cualquier felino.BB