Dicen que el Torneo de Clausura del futbol mexicano podría reanudarse en mayo. Dicen que si ese buen deseo se cumple, sería factible ajustar los calendarios para que la competencia finalizara, como estaba previsto antes de que la crisis del coronavirus obligara a modificar los planes, a finales de junio…Pues sí. Pero también “dicen que un buey voló”… Para ambas hipótesis, vale la misma conclusión: “Pue’ que sí…, pue’que no…”.*En el mundo del deporte, a la vista de la pandemia epidemiológica que amenaza a todos los mortales, ya se han tomado algunas decisiones. Por ejemplo, el aplazamiento “sine diae” de las finales de la Europa League y la Champions Cup, seguramente los torneos más prestigiosos y atractivos del mundo…Ha habido asimismo propuestas razonables -en proceso de discusión, porque tampoco se trata de cerrar la puerta con candado y tirar la llave al río- como la del presidente del Brescia de Italia, Massimo Cellino, de dar por terminada la Liga en curso y empezar a pensar en la próxima temporada… aun a sabiendas de que muchas facetas del impacto definitivo de las actuales contingencias son absolutamente imprevisibles.Hay inquietudes generalizadas, como las referentes a la celebración puntual, el aplazamiento por un año o incluso la cancelación de los XXXII Juegos Olímpicos, programados originalmente del 24 de julio al 7 de agosto próximos en Tokio. Los organizadores han solicitado un compás de espera de cuatro semanas antes de tomar la decisión definitiva… (El gobierno de Canadá, por cierto, ya anunció su decisión de no participar en esos Juegos. Es probable que, en el corto plazo, otros países sigan el ejemplo… o que, simplemente, no puedan hacerlo).*En el caso de los torneos en que participan los clubes mexicanos, la verdad monda y lironda es que todo está en el aire: la final de Copa, los compromisos en la Concachampions, el Preolímpico que se jugaría en Guadalajara, la recta final y el desenlace de la Liga… Todos los proyectos que hoy mismo pudieran elaborarse, están entre signos de interrogación: a expensas de las condiciones sociales y económicas en que quede el país al final del presente episodio.No será tan fácil como despertar de una pesadilla y volver de inmediato a la realidad… Esta crisis -valga la metáfora- es un golpe de nocáut del que es imposible prever cuándo nos recuperaremos.