Entre quienes aventuran pronósticos relacionados con la vuelta a la normalidad en los deportes que se practican en estadios pletóricos, los hay de dos clases: los optimistas… y los ilusos.Unos asocian sus vaticinios al buen deseo de que para mediados del año –finales de junio o principios de julio— pudieran reanudarse las competencias que se interrumpieron (el campeonato de futbol en México, por ejemplo) e iniciarse las que se decidió postergar (las ligas de beisbol, verbigracia). Serían –al decir de los entendidos— los ilusos… Los optimistas condicionan la luz verde de las autoridades sanitarias para que se autorice la eventual congregación de multitudes en la mayoría de los países del mundo, a que se disponga de una vacuna que inmunice contra el coronavirus a la gran mayoría de la gente. Y ello –apuntan— no sucederá sino hasta dentro de 12 ó 18 meses.* En Europa se anticipan fechas tentativas para la celebración de competencias como el Tour de Francia o la Vuelta de España: el primero, a finales de agosto; la segunda, en noviembre. Se trata, en todo caso, de competencias en que participantes (ciclistas) y espectadores están al aire libre, y en que las posibilidades de contagio son menores; no en espacios cerrados, como el futbol y otros deportes, en que la “sana distancia” entre los aficionados es prácticamente imposible…En Italia, las autoridades sanitarias ya anticiparon –lo hizo la subsecretaria de sanidad, Sandra Zampa— que volverán a verse los estadios llenos “cuando estemos totalmente seguros”. O sea que va para largo.* El mensaje tras la suspensión de toda actividad deportiva que congregue multitudes, está muy claro: con el balón puede jugarse; con la vida, no…En los países que más severamente han resentido el impacto de la pandemia, se dará luz verde, gradualmente, a la reanudación de actividades. Las relacionadas con la alimentación y la salud tendrían prioridad. Las vinculadas con la educación y los procesos industriales vendrían a continuación. Y así sucesivamente… Es de elemental sentido común suponer que las actividades accesorias, como las asociadas al turismo y los espectáculos, estarán casi al final de la lista. Pueden esperar sin que se acabe el mundo.Después de todo, por más que a algunos les parezca que la vida sin futbol no tiene sentido, ya se está viendo que hay mil cosas en la vida más importantes que el futbol.
