Domingo, 12 de Octubre 2025

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

Contra la inercia

Por: Augusto Chacón

Contra la inercia

Contra la inercia

De 1822 cuenta Luis Pérez Verdía, recién estrenada la independencia de México y ya en trance de quedar sometido a un emperador que terminó por abdicar tan rápido como se entronizó, en su Historia Particular del Estado de Jalisco: “La Nueva Galicia era en general ardiente iturbidista, de suerte que se dispusieron grandes preparativos para solemnizar la coronación. Por desgracia la conducta del emperador, que propendía al absolutismo, el antagonismo entre los legítimos intereses de la revolución y los de las clases privilegiadas del Imperio, la falta de recursos para atender las necesidades sociales y el derroche de la Corte, y la versatilidad del caracter (sic) mexicano, hicieron bien pronto estallar en el Congreso una formidable oposición que de parlamentaria degeneró en revolucionaria.” En Guadalajara, el impulso revolucionario que tomó la oposición ante el despotismo de Iturbide fue un dilema para el Capitán General y Jefe Superior Político, el Mariscal de Campo D. Luis Quintanar, Soto, Bocanegra y Ruiz (por apellidos no iba a quedar) que, según Pérez Verdía, “era adicto a Iturbide”: cómo contemporizar con el resto, representado por lo que nos dice el historiador al referir las circunstancias: Quintanar “no se creyó bastante fuerte para hacer frente a la opinión general que se desbordaba por todas partes” y que unas páginas antes era “ardiente iturbidista”.

Para ahorrarnos la reflexión, esa muda de ánimo podríamos inscribirla en los gestos de la “versatilidad” del carácter mexicano (suponiendo que algo así exista), pero al mismo tiempo Don Luis escribió que Agustín I tomó medidas contrarias a las expectativas de una nación que pasó once años en guerra y que, por lo mismo, estaba devastada; es decir, la inconstancia del fervor político no se debe a la actitud secular de las y los mexicanos, en cambio tiene raíces en la inconformidad ante lo que se percibe contrario al bienestar general que en aquel entonces llegó al grado de revolución gracias a la postura del Congreso, digno al extremo que el efímero monarca optó por disolverlo. Iturbide se alzó con el trono según el modelo europeo; poco después alguien que contribuyó a su defenestración dio con la fórmula tropical para regir sin contrapesos: Antonio López de Santa Anna, que supo, tal vez fue puro instinto, conjugar el ánimo popular, con su gusto por hacer su voluntad y con los intereses de las élites, militares, económicas y eclesiales. Décadas después Porfirio Díaz se impuso dictatorialmente también merced a su conocimiento de las circunstancias, ésas que después dejó de entender y que le consiguieron un boleto sencillo a París. Al porfiriato siguió otra actualización de las formas para mantenerse en el poder, unas que pasaron a la historia con un acrónimo: PRI; el truco que idearon fue cambiar de presidentes, que fueran los modos los que se perpetuaran.

Al cabo, las experiencias autoritarias, autocráticas, en el país han tenido una respuesta idéntica: la inconformidad de quienes ven sus expectativas, políticas y vitales, traicionadas, sobre todo las clases media y popular, que han reaccionado en consecuencia. Esta reducción de una historia de dos siglos parece apuntar a una constante: el anhelo cíclico de unos pocos por mandar indefinidamente; en realidad lo que persiste son las mayorías que, gobierne quien gobierne, nomás no han visto que sus esperanzas tengan el grado de cumplimiento que alcanzan las de la minoría privilegiada.

Supongamos que las voces que hoy alertan sobre el peligro que representa el régimen del Presidente López Obrador tienen algo de razón por, como describió Pérez Verdía, “la conducta del emperador”, y aceptemos los datos que apuntalan el hecho de que las condiciones en que viven quienes están en la categoría de pobres y asimismo aquellas y aquellos que ocupan las clases medias, a muchos de los cuales les basta perder el empleo para correrse a la pobreza, son ominosas e inmutables. ¿De dónde vendría el golpe de timón?

Quizá convenga imaginar vías de escape acordes al siglo XXI, y más por los signos de los que se valió el Presidente en su informe del jueves anterior: “No ha habido asaltos a comercios ni actos de vandalismo o desesperación por hambre o desatención a las necesidades básicas de la gente. Hay gobernabilidad en nuestro país.” (Es preocupante que a eso reduzca su noción de gobernabilidad; a lo mejor Iturbide o Santa Anna en su declive pudieron haber destacado semejantes indicadores; aunque para beneficio de nuestro argumento, lo discurseado por el Presidente López Obrador dejó traslucir su reconocimiento de una realidad preocupante y el miedo atávico a la ira del pueblo, aquí si aplica el vocablo). Pero ¿hay rutas de fuga diferentes, nuevas, a esta situación que cada día se acerca más a las pesadillas nacionales?

Podrían estar en la postura que tome Jalisco, soberano e independiente, que actuara dentro del marco legal en sentido contrario al gobierno de la República. Por ejemplo: que el poder Legislativo y el Judicial locales gocen de una autonomía e independencia evidentes y provechosas para la gente, no mera simulación. Igual con los organismos autónomos, que sean referencia eficaz para la gente, contrapeso de los Poderes. Elevar el debate con y desde los medios de comunicación, con las y los activistas de toda laya, elementos clave en una democracia, para la libertad. Resaltar que en Jalisco hay un movimiento intenso de la sociedad civil organizada, que puede articularse con el gobierno sin que ambos pierdan su talante crítico entre ellos y hacia las problemáticas que aquejan a la sociedad. Que la interlocución con los factores del poder económico sea más que muestra de poder político: mecanismo para apuntalar la economía del estado, para menguar la desigualdad y acrecentar el bienestar de las y los trabajadores, y que estos lo noten.

Parece fácil, los componentes están dispuestos. Lo que complica la fórmula es el eterno mimetismo: los políticos en México, salvo excepciones intrascendentes, suelen ser espejos del Presidente.

agustino20@gmail.com

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones