Viernes, 10 de Octubre 2025

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

El niño y la bañera: ¿cuánto cuesta la democracia?

Por: Diego Petersen

El niño y la bañera: ¿cuánto cuesta la democracia?

El niño y la bañera: ¿cuánto cuesta la democracia?

Hay que cuidar no tirar al niño con todo y el agua de la bañera, dice la sabiduría popular. En la urgencia por tirar el agua sucia corremos el riesgo de dañar lo esencial, al sujeto que merece el agua limpia.

Vamos partiendo de dos acuerdos fundamentales. Todos queremos democracia, y todos queremos que cueste lo menos posible. En ese orden. El tema del costo de la democracia mexicana lo hemos discutido durante al menos una década, y la perspectiva de unos y otros ha ido cambiando, dependiendo de quién esté en el poder. Hace unos años empresarios y grupos de derecha pugnaban por la reducción de plurinominales y de prerrogativas para los partidos, y la izquierda exigía ampliar la representación de las minorías y defendía las prerrogativas como una forma de asegurar el equilibrio en la competencia electoral. Hoy vivimos en el mundo al revés. El partido que se dice de izquierda y hoy esta en el poder sabe que la mejor manera de mantenerlo es limitando a la oposición, tanto en su representatividad como en los recursos que reciben del Estado. Los empresarios y la derecha defienden a los pluris como nunca lo habían hecho.

Reducir el número de diputados plurinominales ha sido un anhelo de todos los partidos cuando han estado en el poder. Lo intentó el PAN, lo propuso el PRI de Peña Nieto y ahora lo tratará de hacer López Obrador. ¿Cuánto nos ahorraríamos si quitamos 100 diputados? Siete millones y medio de pesos al mes, 90 millones al año. No pinta, no importa. El único que gana con esta reducción es el Presidente en turno que tendrá mayor margen de maniobra. Exactamente lo mismo podemos decir de la reducción de consejeros electorales y la desaparición de organismos estatales. La democracia es cara porque lo que pagamos es la desconfianza; a menor credibilidad mayor es el costo que hay que pagar. Ahorrar en eso es tan absurdo como dejar de pagar el seguro de vida porque el horóscopo dice que vienen buenos tiempos y fluyen las buenas vibras desde las estrellas.

Más complicado es qué entendemos por democracia y para qué la queremos. Si hoy la democracia no tiene quien la defienda y la exija, como sucedió en los años ochenta y noventa del siglo pasado, es porque ésta incumplió su promesa básica de una mejor calidad de vida. Las reglas democráticas son para regular el acceso al poder y el equilibrio en el ejercicio de éste: evitar abusos, encontrar las mejores soluciones, generar acuerdos que nos permitan avanzar económica y socialmente, tener mejores instituciones federales, estatales y municipales.

La democracia es para vivir mejor o no sirve para nada. De nada sirve cambiar el agua de la bañera si no es para que el niño esté más limpio, más sano y contento. Es desde ahí, desde el ciudadano como sujeto de derechos y no desde el presupuesto y el control, desde donde debemos discutir nuestra democracia y las reformas posibles.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones