Además de la controvertida propaganda política por su Cuarto Informe de Gobierno que se lanzó antes y después de su presentación con un autobalance positivo y un tono triunfalista como es tradición de nuestra clase política y gubernamental, y el ríspido acto dominical en el Congreso donde afloró el prolongado conflicto que mantiene con las autoridades de la Universidad de Guadalajara, han sorprendido también algunas declaraciones hechas en este marco por el gobernador Enrique Alfaro Ramírez. Está desde luego la confirmación explícita que ha hecho de su aspiración de ser candidato presidencial por su partido Movimiento Ciudadano (MC), y su sorpresiva afirmación de asegurar que su proyecto de la refundación de Jalisco, que fue su principal bandera de campaña y que se diluyó, incluso en la narrativa oficial, lleva un avance del 80 por ciento. Pero sin duda lo que llamó mucho la atención fue la declaración que también le hizo al periodista Raúl Torres, en una entrevista para el periódico El Universal, en la que señala que en la administración del finado gobernador, Jorge Aristóteles Sandoval, entregó el Estado a la delincuencia organizada.Esta delicada afirmación no la hizo siquiera cuando en junio de 2020, en medio de la crisis política en la que degeneró el caso del joven Giovanni que murió a manos de policías de Ixtlahuacán, dijo que la Fiscalía de Jalisco estaba infiltrada por la delincuencia organizada y que desde ahí vino la orden para que agentes de esa dependencia hicieran detenciones ilegales de los jóvenes que participarían en una protesta, un episodio que, también comentó, pudo haber terminado como el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.Viene también luego de que en los documentos hackeados a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por el colectivo Guacamaya se revela el presunto contacto con el crimen organizado del primer secretario de Seguridad Pública del Gobierno alfarista, el general en retiro Daniel Velasco Ramírez, quien renunció al cargo en octubre de 2019, y quien ya negó esas acusaciones. También que, de acuerdo a comunicaciones intervenidas, “El Tapatío” habría revelado a sus jefes mafiosos que se reuniría con Hugo Luna Vázquez, jefe del gabinete estatal, a quien había ofrecido cinco millones de pesos, y que los escoltas del gobernador se habían comprometido a retirar unidades policiales “a favor del grupo delictivo”.En la entrevista, Alfaro asegura que cuando llegó al Gobierno de Jalisco recibió “una estructura en materia de seguridad totalmente entregada, doblada y un Estado en el que no se distinguía la raya que divide a los buenos de los malos. Eso se corrigió, no ha sido sencillo, pero estoy muy tranquilo de poder decir que en este Gobierno hemos estado del lado correcto y que no se platica, no se negocia, no se pacta con delincuentes”.Por eso habrá que ver si pronto el Gobierno estatal aclarará cuántas denuncias penales se presentaron contra los funcionarios que entregaron el Estado al narco, y también ver qué dicen los ex integrantes del gabinete de seguridad y otros ex funcionarios de la pasada administración de estos señalamientos o si prefieren guardar silencio.jbarrera4r@gmail.com