Lunes, 13 de Octubre 2025

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Más fandango que concierto

Por: Jaime García Elías

Más fandango que concierto

Más fandango que concierto

El sexto de la Primera Temporada de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), la noche del jueves en el Teatro Degollado, más que concierto, fue fandango. Aunque lo primero, diccionario en mano, alude a funciones en que se ejecutan piezas sueltas de música, de cualquier género, lo segundo, que equivale a bullicio, quizá venga más al caso.

El programa, en una temporada que incluye obras de Beethoven, Bruckner, Mahler, Mozart, Schumann, etc., fue heterodoxo. Se confeccionó a base primordialmente de obras para trompeta, de compositores latinoamericanos.  Un virtuoso de ese instrumento -el venezolano Pacho Flores- fungió como solista en cuatro de las piezas programadas. Todas ellas, además, tuvieron en esta ocasión su estreno en México.

Sala llena (aunque -como señaló el solista en una de las ocasiones en que se dirigió al público para dar información sobre las obras que interpretaría- competían con Alejandro Fernández que se presentaba a la misma hora en el Auditorio Telmex). Público joven, principalmente, y pocos de los asistentes habituales.

Pacho Flores arrobó a los asistentes con su simpatía, y, sobre todo, con sus dotes excepcionales -agilidad, fiato, memoria…- para proyectar, valiéndose alternativamente de media docena de trompetas de diversas tonalidades y tesituras, el alma latina de las composiciones programadas. La OFJ, integrada en buena medida por músicos venezolanos, y su titular, Jesús Medina Villarreal, aportaron el marco propicio para que la velada -heterodoxa y todo, como ya se apuntó- resultara exitosa.

El Concierto para Trompeta y Orquesta No. 1, del cubano Arturo Sandoval, abrió la función. Pacho Flores demostró, desde el principio, que tiene dedos ágiles y pulmones poderosos, además de una musicalidad descomunal.

Como especie de interludio, en la primera parte, se incluyó una pieza de repertorio: Tierra de Temporal, de Moncayo.

Pacho Flores cerró esa primera parte con Danzas Latinas para Trompeta y Orquesta, del uruguayo Efraín Oscher. La obra, un mosaico con toques de Puerto Rico, Argentina, Brasil, Cuba y Uruguay, fue compuesta especialmente para Pacho Flores.

En la segunda parte del programa se incluyeron Stunning Concert, del venezolano Giancarlo Castro, y Cantos y Revueltas, del propio Pacho Flores. El dúo de la trompeta y el cuatro, a cargo de Héctor Molina, fue la cereza en el helado del programa.

La repetición del mismo, como de costumbre, tendrá lugar este domingo, en la misma sala, a partir de las 12:30 horas.

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