Sin pregunta de por medio —con los recientes antecedentes de que cuando se le aborda sobre el tema “se sale por la tangente” y dice “sin comentarios”—, ayer la Presidenta Claudia Sheinbaum, al abrir su conferencia matutina, después del tradicional “Buenos días. ¿Cómo están?”, dirigiéndose a los periodistas, se fue directo al tema de las diferencias entre Venezuela y Estados Unidos.De manera sorpresiva, ante la posición extrema que Donald Trump ha asumido en contra del régimen de Nicolás Maduro, la mandataria dijo: “... por la situación, por la declaración de ayer del presidente Trump y la situación en Venezuela, reiteramos la posición de México, acorde con la Constitución, de no intervención, no injerencia extranjera, autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de las controversias. Llamamos a que, en cualquier controversia internacional, se utilice el diálogo y la paz, y no la intervención”. ¿De dónde le vino la “urgencia” de recordar la posición de México con respecto a la bronca entre régimen dictatorial con Washington, cuando en el pasado esquiva los cuestionamientos?La respuesta a la interrogante anterior puede estar ante la inminente intervención estadounidense que provocaría el derrocamiento de Maduro del poder y en el mismo comentario —insistente— con el que continuó Sheinbaum su intervención al inicio de su conferencia: “Más allá de las opiniones del régimen de Venezuela, sobre la presidencia de Maduro, más allá de eso, la posición de México siempre debe ser no a la intervención, no a la injerencia extranjera, solución pacífica de los conflictos y diálogo por la paz”. Por supuesto que un “aliado”, un “amigo”, un “simpatizante” de la Cuarta Transformación está en un grave riesgo de ser “eliminado” y eso es motivo de preocupación y lamentación en Palacio Nacional.Y en plegaria presidencial de que el conflicto se resuelva de manera “pacífica” y mediante el “diálogo”, apeló y criticó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al hacer “... un llamado a Naciones Unidas, que asuma su papel, no se le ha visto, que asuma su papel para evitar cualquier derramamiento de sangre”. (Este comentario nos hizo recordar al expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien el 18 de julio de 2024 dijo que la ONU “está convertida en un cero a la izquierda; es un florero, un adorno y se trata de un aparato burocrático; es oneroso, cuesta mucho mantener toda esa organización, tiene oficinas para todo, pero no hay resultados”).Así que, ante lo que parece inevitable —la cercana e inminente salida de Maduro del poder en Venezuela—, desde Palacio salió el grito de auxilio para que todo se haga de manera “pacífica” y a través del “diálogo… para evitar cualquier derramamiento de sangre”.Usted, ¿qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net