Ahora que el Consejo Mundial de Boxeo desconoció a Terence Crawford, como campeón mundial súpermediano, por no pagar la sanción de 300 mil dólares, correspondientes al 0.6% de su bolsa de 50 millones de dólares en el combate ante el tapatío Saúl "Canelo" Álvarez, la negativa del boxeador estadounidense parece otro acto de menosprecio hacia el cinturón verde y oro.El de Crawford podría sumarse a una colección de similares actos hacia el CMB. El promotor Bob Arum en los años 1990 decía que el cinturón que avala al campeón del mundo es mera artesanía. El estadounidense Riddick Bowe, lanzó al cesto de basura el cinturón del CMB que lo acreditaba como campeón del mundo de peso completo, en una clara muestra de desprecio. Su manager, Rock Newman, dijo “es una basura de cinturón”. Sin embargo años más tarde, Bowe, se arrepintió, confió que así se lo aconsejó su mánager. Saúl "Canelo" Álvarez no aceptó el Cinturón Huchol de CMB en 2017.Oscar de la Hoya en 1999 declaró que no pagaría más en el futuro tarifa alguna estipuladas por las organizaciones que rigen destinos del boxeo profesional; fue como una declaración de independencia, prácticamente hacia el CMB, que se llevaría una bolsa del 3 por ciento de los 8 millones de dólares que ganaría el californiano ante Shane Mosley en 2000, y con quien perdió.José Sulaimán, entonces presidente del CMB, dijo, "si no hay organizaciones mundiales, ¿quién los representará para el campeonato?... pues nadie. El boxeo es un deporte de campeones, si no hay campeones, no hay boxeo".Bob Arum, presidente de Top Rank, consideraba en aquella época a su producto Oscar de la Hoya, un artículo de primera necesidad para los aficionados: “El es quien mete a la gente a las arenas y al pago por evento”. De la Hoya no necesita de ningún título para seguir siendo una auténtica figura del boxeo, aseguraba Arum.Terence Crawford terminó su relación con Bob Arum porque quería crecer en fama y en bolsas. Lo logró. Óscar de la Hoya, ahora como promotor, señaló la falta de gratitud de Crawford, hacia los organismos que clasifican a los boxeadores de todo el mundo hasta ascender a la punta de la pirámide. El tiempo dirá si Crawford termina por reconocer la trascendencia de los organismos para los pugilistas actuales y del futuro.José Sulaimán dijo, tras conocer las declaraciones de Bob Arum y Oscar de la Hoya, que "la ingratitud no la perdona ni Dios Padre"... Y por ahí estaré atisbando.