Sábado, 13 de Diciembre 2025

Mejorar la seguridad, lo que más pide la feligresía a la Virgen de Guadalupe

En un país marcado por la violencia, la súplica más repetida en las iglesias y basílicas fue la misma: seguridad para las familias

Por: El Informador

Cientos de familias acudieron al Santuario de Guadalupe para pedir protección y seguridad, cargando esperanza entre veladoras y flores. EL INFORMADOR/ J. Acosta

Cientos de familias acudieron al Santuario de Guadalupe para pedir protección y seguridad, cargando esperanza entre veladoras y flores. EL INFORMADOR/ J. Acosta

Las primeras luces del 12 de diciembre iluminaron a miles de peregrinos que, desde distintos puntos del país, avanzaron con un ruego compartido: vivir sin miedo. En un México marcado por la violencia -con focos rojos en Michoacán, Guanajuato, Sinaloa, Tamaulipas y Chihuahua-, la súplica más repetida en las iglesias y basílicas fue la misma: seguridad para las familias.

Ramón Castro Castro, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, confirmó lo que ya se escuchaba en cada esquina: “María también está preocupada por esta falta de paz, seguridad y honestidad que sufre México”. 

Frente a miles de devotos, insistió en que la fe da esperanza, pero la oración no sustituye la responsabilidad ciudadana. En su voz asomaba la gravedad de un país que busca consuelo en la espiritualidad, pero que también clama acciones concretas a las autoridades de todos los ámbitos.

En Guadalajara, el sentimiento se repitió. “Pido por la paz… que ya no haya tanta inseguridad. Diario escuchamos de violencia, muertos… que ya no haya”, expresó Alicia Martínez mientras avanzaba entre las veladoras y las flores que cubrían El Santuario de Guadalupe. Como ella, cientos llevaban estampas, rosarios y mandas. Todos bajo un mismo anhelo: que sus familias lleguen seguras a casa.

La devoción guadalupana se remonta a 1531, cuando la tradición cuenta que la Virgen se apareció a Juan Diego en el Cerro del Tepeyac. Casi cinco siglos después, la imagen sigue convocando multitudes y, este año, amplifica un clamor que atraviesa generaciones.

Mientras las filas de peregrinos no dejaban de crecer, la Presidenta Claudia Sheinbaum aprovechó la fecha para sostener una conversación con el Papa León XIV e invitarlo formalmente a México. “La Virgen de Guadalupe es símbolo de identidad y paz”.

La esperanza también se mezcla con historias íntimas. María del Rosario y su nuera, Guadalupe, llegaron para agradecer la vida de una recién nacida y pedir protección. Ambas cargan un pasado doloroso. María del Rosario perdió varios embarazos hasta que, un 12 de diciembre, pidió un milagro frente a la Virgen. Luego logró tener dos hijos, uno con un padecimiento cardíaco, pero están vivos. Por su parte, Guadalupe, con miedo de repetir la tragedia, rezó para que su último embarazo llegara a término. Hoy, con su hija en brazos, pide algo más que salud: “Lo que más necesito es seguridad para mi familia”.

En la capital del país, Clara Pérez repartía botellas de agua a desconocidos para cumplir una promesa hecha junto a su hijo, hoy médico. “Él prometió que, si la Virgen lo ayudaba a terminar la carrera, daríamos agua. Aquí estamos”.

La familia Bernabé, desde la cajuela de su camioneta, ofrecía tacos y agua. “Mi papá nos enseñó que, si tenemos, podemos dar”, afirma Dafne, mientras servía raciones a peregrinos cansados, algunos con kilómetros a cuestas.

CT

Temas

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones