Las reuniones entre funcionarios federales y líderes de los sectores campesino y transportista, celebradas el miércoles, no solucionaron del todo las demandas de los productores inconformes, por lo que la amenaza de paros carreteros como medida de presión sigue activa.Tras cuatro horas de conversaciones, el líder de la Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC), David Estévez, señaló que su gremio no iría al paro ni participaría en bloqueos, luego de conseguir el compromiso de la Secretaría de Gobernación (Segob) de revisar los retenes de las policías estatales de Nayarit y Nuevo León, señalados como puntos de extorsión. Asimismo, se acordó implementar un programa de “botón de pánico” que ayude a disminuir la inseguridad en las carreteras, una de las principales demandas del sector.David Estévez precisó, sin embargo, que lo negociado será puesto a consideración de las delegaciones estatales de la ANTAC para su ratificación.En el caso de los campesinos agrupados en el Frente Nacional de Rescate al Campo Mexicano (FNRCM), la situación se mantiene en suspenso. Alrededor de las 23:00 horas del miércoles, la organización emitió un comunicado en el que aseguró aceptar el diálogo con el Gobierno y el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), aunque demandó que las próximas mesas de trabajo se realicen en el Congreso de la Unión y sean transmitidas en vivo, para que “la nación sea testigo de quién defiende la soberanía alimentaria y quién defiende intereses comerciales”.Además, reiteraron sus peticiones:En el mismo documento, hicieron un llamado a la presidenta Claudia Sheinbaum y al secretario de Agricultura, Julio Berdegué: “Pongan fecha y hora en San Lázaro. Estamos listos para debatir”.Advirtieron también: “De no atender las demandas del sector agropecuario del país, ¡nos vamos al paro nacional! Que lo escuche el Gobierno federal”.Así, el diálogo entre los agricultores del FNRCM y el Gobierno queda a la espera de nuevas fechas para continuar. Por ahora, no hay bloqueos carreteros programados para hoy ni para los próximos días, aunque esta medida se mantiene sobre la mesa como una opción para presionar por las demandas del sector.