Cultura
Andrés Neuman gana el Premio Alfaguara con ''El viajero del siglo''
''Es una novela futurista que sucede en el pasado''
La noticia de la obtención del Premio Alfaguara de Novela 2009 por la obra El viajero del siglo produjo ayer a su autor, el argentino Andrés Neuman, una "impresión de irrealidad", porque era "saludablemente pesimista" ante la posibilidad de lograr el prestigioso galardón, dotado con 175 mil dólares y al que optaron más de medio millar de manuscritos inéditos. A continuación se sucedieron sentimientos como "perplejidad, alivio y pena", porque como "amigo" de los personajes, "saldrán de casa" y no los volverá a ver, aunque ellos se abran al público.
"Es una novela futurista que sucede en el pasado". De este modo definió Neuman su obra El viajero del siglo, de la que el escritor Luis Goytisolo, presidente del jurado de la duodécima edición del Premio Alfaguara, destacó su estilo y la reconstrucción histórica, subrayando de forma especial la estructura narrativa por la que desfilan las cuatro estaciones del año. "Poco después de empezar a leer la novela, me di cuenta de que ya teníamos el ganador. Está escrita con la prosa de un autor peninsular, pero algunas expresiones no se corresponden con un español de la Península". Nacido en Buenos Aires en 1977, de padres argentinos, Neuman reside desde los 14 años en la ciudad española de Granada, donde se licenció en Filología Hispánica y donde ha sido profesor de Literatura Hispanoamericana.
"La narración está ambientada en la Europa de la Restauración, en la Alemania posnapoleónica, en un momento de crisis que se resolvió con valores conservadores, como está ocurriendo en la actualidad. El año de la acción es 1827, aunque no se mencione la fecha en la novela, y el lugar es una ciudad inventada, si bien podríamos situarla cerca de Berlín", señaló Neuman.
Basada en un lied de Franz Schubert, El viajero del siglo cuenta el encuentro entre Hans, un forastero, y un anciano organillero. Como ha relatado su autor, "el personaje, un viajero misterioso, piensa pasar una sola noche en la posada de la localidad, pero distintos acontecimientos lo retienen durante un año entero".
Mezcla de novela histórica, misterio, relato amoroso y reflexión sobre la emigración y los cruces de culturas, El viajero del siglo también incluye una crónica de una época en la que algunas intelectuales alemanas comenzaron a reclamar la emancipación femenina.
Declarado aficionado al futbol y a la historia, extrovertido y locuaz, Neuman se ha mostrado orgulloso de utilizar "un castellano híbrido que no contenga demasiados localismos", sin que se trate de un español estándar. "En definitiva -apostilló el joven ganador del Premio Alfaguara-, un castellano Frankenstein".
Cuentos, poemas, aforismos y poesía
La carrera literaria de Andrés Neuman ha estado más volcada hasta ahora en la poesía que en la narrativa y tiene publicada una docena de libros poéticos. Con 22 años publicó su primera novela, Bariloche, finalista del Premio Herralde. Sus siguientes novelas fueron La vida en las ventanas (finalista del Premio Espasa de Primavera) y Una vez Argentina. Es autor de los libros de cuentos El que espera, El último minuto y Alumbramiento.
Ha desarrollado una intensa labor de estudio y divulgación del relato breve. Sus libros de cuentos incluyen apéndices teóricos sobre el género y fue el coordinador de Pequeñas Resistencias, antología en cuatro volúmenes del cuanto actual escrito en español en todo el mundo. También cabe destacar su prólogo a los Cuentos de amor, de locura y de muerte, de Horacio Quiroga.
Como poeta ha publicado entre otros poemarios Métodos de la noche, El tobogán, La canción del antílope y Mística abajo, así como la colección de haikus Gotas negras y los Sonetos del extraño. Es también autor del libro de aforismos y microensayos El equilibrista y de una traducción del Viaje de invierno, de Wilhelm Müller, del que ha extraído cierta inspiración para El viajero del siglo.
"Es una novela futurista que sucede en el pasado". De este modo definió Neuman su obra El viajero del siglo, de la que el escritor Luis Goytisolo, presidente del jurado de la duodécima edición del Premio Alfaguara, destacó su estilo y la reconstrucción histórica, subrayando de forma especial la estructura narrativa por la que desfilan las cuatro estaciones del año. "Poco después de empezar a leer la novela, me di cuenta de que ya teníamos el ganador. Está escrita con la prosa de un autor peninsular, pero algunas expresiones no se corresponden con un español de la Península". Nacido en Buenos Aires en 1977, de padres argentinos, Neuman reside desde los 14 años en la ciudad española de Granada, donde se licenció en Filología Hispánica y donde ha sido profesor de Literatura Hispanoamericana.
"La narración está ambientada en la Europa de la Restauración, en la Alemania posnapoleónica, en un momento de crisis que se resolvió con valores conservadores, como está ocurriendo en la actualidad. El año de la acción es 1827, aunque no se mencione la fecha en la novela, y el lugar es una ciudad inventada, si bien podríamos situarla cerca de Berlín", señaló Neuman.
Basada en un lied de Franz Schubert, El viajero del siglo cuenta el encuentro entre Hans, un forastero, y un anciano organillero. Como ha relatado su autor, "el personaje, un viajero misterioso, piensa pasar una sola noche en la posada de la localidad, pero distintos acontecimientos lo retienen durante un año entero".
Mezcla de novela histórica, misterio, relato amoroso y reflexión sobre la emigración y los cruces de culturas, El viajero del siglo también incluye una crónica de una época en la que algunas intelectuales alemanas comenzaron a reclamar la emancipación femenina.
Declarado aficionado al futbol y a la historia, extrovertido y locuaz, Neuman se ha mostrado orgulloso de utilizar "un castellano híbrido que no contenga demasiados localismos", sin que se trate de un español estándar. "En definitiva -apostilló el joven ganador del Premio Alfaguara-, un castellano Frankenstein".
Cuentos, poemas, aforismos y poesía
La carrera literaria de Andrés Neuman ha estado más volcada hasta ahora en la poesía que en la narrativa y tiene publicada una docena de libros poéticos. Con 22 años publicó su primera novela, Bariloche, finalista del Premio Herralde. Sus siguientes novelas fueron La vida en las ventanas (finalista del Premio Espasa de Primavera) y Una vez Argentina. Es autor de los libros de cuentos El que espera, El último minuto y Alumbramiento.
Ha desarrollado una intensa labor de estudio y divulgación del relato breve. Sus libros de cuentos incluyen apéndices teóricos sobre el género y fue el coordinador de Pequeñas Resistencias, antología en cuatro volúmenes del cuanto actual escrito en español en todo el mundo. También cabe destacar su prólogo a los Cuentos de amor, de locura y de muerte, de Horacio Quiroga.
Como poeta ha publicado entre otros poemarios Métodos de la noche, El tobogán, La canción del antílope y Mística abajo, así como la colección de haikus Gotas negras y los Sonetos del extraño. Es también autor del libro de aforismos y microensayos El equilibrista y de una traducción del Viaje de invierno, de Wilhelm Müller, del que ha extraído cierta inspiración para El viajero del siglo.