Cultura
Fanatismo religioso es novelado y documentado por Falcones
Como católico considero que nuestra religión ha derivado hacia posturas de libertad
MEXICO, D.F.- Nunca apela a dar mensajes en sus novelas porque no es la misión del novelista, pero a Ildefonso Falcones, autor de “La catedral del mar” que recién ha publicado su segunda novela histórica “La mano de Fátima” le gustaría que el lector atendiera a la historia de la humanidad para no repetir los mismos errores; pero es consciente que nunca será así.
“No aprendemos. Hace 20 años en Serbia se violaban a las niñas y se quemaban vivos a los musulmanes.
Como católico considero que nuestra religión ha derivado hacia posturas de libertad absoluta, hemos logrado una separación muy clara entre lo civil y lo religioso; sin embargo, hay otras religiones donde ha renacido el fanatismo religioso en algunos grupos.
Parece que poco hemos aprendido, siempre te dicen ‘aprende de la historia’, el problema es que se aprende mal de la historia y con conciencia”, señaló el narrador español.
El autor que fue un fenómeno editorial con “La catedral del mar” al alcanzar ventas millonarias en más de 40 países, asegura que él escribe historias sencillas aunque muy bien documentadas para entretener a los lectores.
“Me interesa que cuando el lector termine de leer la novela tenga plena certeza de que aquello que le conté es cierto en cuanto a que hay historiadores que dicen que fue así. Lo que escribo se basa en documentación”.
Historias de verdad que venden
Lo hizo con “La catedral del mar” y lo repite en “La mano de Fátima”, ambas publicadas en México por Grijalbo.
Mientras que la primera se movía exclusivamente en el ámbito de la religión católica, en la segunda versa sobre el conflicto multireligioso en la España del siglo XVI, durante la rebelión de los musulmanes y su posterior expulsión de España.
La trama de la historia protagonizada por Hernando, un joven morisco de 14 años, se centra en el conflicto entre la religión católica y la musulmana, en el que juega un papel fundamental el fanatismo católico del momento.
“En aquella época los reyes católicos que conquistaron Granada firmaron un tratado de paz con los musulmanes, mediante el cual les permitían continuar su religión, su lengua y sus costumbres; pero en 1508, el cardenal Cisneros derogó el convenio y obligó a los musulmanes a bautizarse, evangelizarse y vivir como cristianos”.
Fanatismos de nunca acabar
La novela aborda de 1568, cuando los musulmanes se levantan en guerra contra la injusticia y la opresión que sufren por parte de los cristianos, a 1609, al ser expulsados. Falcones relata un periodo en el que los musulmanes buscan mantener viva su religión, su cultura, pese a la evangelización que sufrían.
“Esa es una historia real y desgraciadamente continua en el siglo XXI; por ejemplo, tan sólo en el siglo XX se dieron guerras contra los musulmanes y limpiezas étnicas muy superiores a las que padecieron en el siglo XVI”, señala el escritor de novelas históricas.
Al escritor y abogado le interesó contar la lucha y expulsión morisca porque es un hecho poco tratado y desconocido incluso para los españoles.
Con ese convencimiento comenzó a estudiar la época y leyó cerca de 200 libros -varias crónicas del siglo de más de 700 hojas casi ilegibles con un lenguaje de la época-, todo para escribir una novela de 950 páginas en la que sitúa del lado musulmán.
“Hay que reconocer que la injusticia estuvo contra los musulmanes, un pueblo que llevaba en España 800 años, o sea, eran españoles; una comunidad poco conflictiva y muy apegados a la tierra; ya desde entonces eran explotados por los nobles y los grandes terratenientes; salvo por el asunto religioso no representaban grandes problemas sociales”, concluyó el novelista español.
“No aprendemos. Hace 20 años en Serbia se violaban a las niñas y se quemaban vivos a los musulmanes.
Como católico considero que nuestra religión ha derivado hacia posturas de libertad absoluta, hemos logrado una separación muy clara entre lo civil y lo religioso; sin embargo, hay otras religiones donde ha renacido el fanatismo religioso en algunos grupos.
Parece que poco hemos aprendido, siempre te dicen ‘aprende de la historia’, el problema es que se aprende mal de la historia y con conciencia”, señaló el narrador español.
El autor que fue un fenómeno editorial con “La catedral del mar” al alcanzar ventas millonarias en más de 40 países, asegura que él escribe historias sencillas aunque muy bien documentadas para entretener a los lectores.
“Me interesa que cuando el lector termine de leer la novela tenga plena certeza de que aquello que le conté es cierto en cuanto a que hay historiadores que dicen que fue así. Lo que escribo se basa en documentación”.
Historias de verdad que venden
Lo hizo con “La catedral del mar” y lo repite en “La mano de Fátima”, ambas publicadas en México por Grijalbo.
Mientras que la primera se movía exclusivamente en el ámbito de la religión católica, en la segunda versa sobre el conflicto multireligioso en la España del siglo XVI, durante la rebelión de los musulmanes y su posterior expulsión de España.
La trama de la historia protagonizada por Hernando, un joven morisco de 14 años, se centra en el conflicto entre la religión católica y la musulmana, en el que juega un papel fundamental el fanatismo católico del momento.
“En aquella época los reyes católicos que conquistaron Granada firmaron un tratado de paz con los musulmanes, mediante el cual les permitían continuar su religión, su lengua y sus costumbres; pero en 1508, el cardenal Cisneros derogó el convenio y obligó a los musulmanes a bautizarse, evangelizarse y vivir como cristianos”.
Fanatismos de nunca acabar
La novela aborda de 1568, cuando los musulmanes se levantan en guerra contra la injusticia y la opresión que sufren por parte de los cristianos, a 1609, al ser expulsados. Falcones relata un periodo en el que los musulmanes buscan mantener viva su religión, su cultura, pese a la evangelización que sufrían.
“Esa es una historia real y desgraciadamente continua en el siglo XXI; por ejemplo, tan sólo en el siglo XX se dieron guerras contra los musulmanes y limpiezas étnicas muy superiores a las que padecieron en el siglo XVI”, señala el escritor de novelas históricas.
Al escritor y abogado le interesó contar la lucha y expulsión morisca porque es un hecho poco tratado y desconocido incluso para los españoles.
Con ese convencimiento comenzó a estudiar la época y leyó cerca de 200 libros -varias crónicas del siglo de más de 700 hojas casi ilegibles con un lenguaje de la época-, todo para escribir una novela de 950 páginas en la que sitúa del lado musulmán.
“Hay que reconocer que la injusticia estuvo contra los musulmanes, un pueblo que llevaba en España 800 años, o sea, eran españoles; una comunidad poco conflictiva y muy apegados a la tierra; ya desde entonces eran explotados por los nobles y los grandes terratenientes; salvo por el asunto religioso no representaban grandes problemas sociales”, concluyó el novelista español.