Cultura
Raúl Villegas: Puede ser la novela un vehículo ideal para escapar de la realidad
El escritor presenta su nuevo libro
CIUDAD DE MÉXICO.- Tras el descontento general por la ausencia de Víctor Flores Olea, el comentarista prometido para la presentación del nuevo
libr
o de Raúl Villegas Dávalos, el autor mencionó que en estos tiempos, "La gente quiere escapar de la realidad y la novela puede ser el medio ideal".
El patio del Museo de la Ciudad de México, copado por un nutrido grupo de personas deseosas de escuchar al profesor universitario, ensayista, narrador, autor de libros de política internacional, diplomático y fotógrafo mexicano Víctor Flores Olea, se manifestó "defraudado".
Empero, el público permaneció en sus lugares y escuchó a Enrique González Ruiz y a Manuel Aguilar Mora, quienes pusieron todo su empeño al ponderar las virtudes del escritor Villegas Dávalos y del libro "El fin de los tiempos. La catástrofe en marcha".
Mientras tanto, un grupo de cinco agentes de ventas de la empresa editorial dispuso todo para la vendimia del volumen, aunque el libro no logró atrapar más que a un puñado de lectores; el resto, prefirió marcharse del lugar tan sólo con los afables comentarios vertidos por González y Mora durante más de una hora.
Ambos coincidieron al narrar que la novela presentada está contada desde el punto de vista de un empresario mexicano de origen libanés, quien a la fecha es uno de los hombres más ricos del mundo, dueño de un importante consorcio telefónico y de una amplia y famosa red de tiendas, y conocidos restaurantes.
Ese personaje, hombre de mundo, rico y poderoso, permite al autor llevar al lector a los centros de poder económico y político localizados en Nueva York, el Vaticano, Shanghai y Therán. Aunque se presenta como una obra de ficción, es un relato apegado a la realidad de lo que es el mundo actual.
Dijeron que la escritura de este libro requirió de un amplio conocimiento de la realidad nacional que abarca. Al mismo tiempo, elogiaron el estilo literario y la manera de contar del autor, quien luego habló de lo que para él es esta novela donde se citan nombres de personajes reales de la política y economía.
"Observo el conjunto de crisis que vivimos, ambiental, económica, energética y de otras materias, señales que indican que la humanidad está caminando al borde del precipicio, y que hay pocas esperanzas de que podamos librarlas satisfactoriamente; no la crisis que se viene, sino la que ya tenemos encima", expuso.
Por eso, tras hablar de la crisis que vive la industria editorial, "porque en el mundo se venden millones de ejemplares de El Código Da Vinci; mientras que los análisis y estudios que afectan a la sociedad apenas se conocen", reiteró que "La gente quiere escapar de la realidad, y la novela puede ser el medio ideal".
El patio del Museo de la Ciudad de México, copado por un nutrido grupo de personas deseosas de escuchar al profesor universitario, ensayista, narrador, autor de libros de política internacional, diplomático y fotógrafo mexicano Víctor Flores Olea, se manifestó "defraudado".
Empero, el público permaneció en sus lugares y escuchó a Enrique González Ruiz y a Manuel Aguilar Mora, quienes pusieron todo su empeño al ponderar las virtudes del escritor Villegas Dávalos y del libro "El fin de los tiempos. La catástrofe en marcha".
Mientras tanto, un grupo de cinco agentes de ventas de la empresa editorial dispuso todo para la vendimia del volumen, aunque el libro no logró atrapar más que a un puñado de lectores; el resto, prefirió marcharse del lugar tan sólo con los afables comentarios vertidos por González y Mora durante más de una hora.
Ambos coincidieron al narrar que la novela presentada está contada desde el punto de vista de un empresario mexicano de origen libanés, quien a la fecha es uno de los hombres más ricos del mundo, dueño de un importante consorcio telefónico y de una amplia y famosa red de tiendas, y conocidos restaurantes.
Ese personaje, hombre de mundo, rico y poderoso, permite al autor llevar al lector a los centros de poder económico y político localizados en Nueva York, el Vaticano, Shanghai y Therán. Aunque se presenta como una obra de ficción, es un relato apegado a la realidad de lo que es el mundo actual.
Dijeron que la escritura de este libro requirió de un amplio conocimiento de la realidad nacional que abarca. Al mismo tiempo, elogiaron el estilo literario y la manera de contar del autor, quien luego habló de lo que para él es esta novela donde se citan nombres de personajes reales de la política y economía.
"Observo el conjunto de crisis que vivimos, ambiental, económica, energética y de otras materias, señales que indican que la humanidad está caminando al borde del precipicio, y que hay pocas esperanzas de que podamos librarlas satisfactoriamente; no la crisis que se viene, sino la que ya tenemos encima", expuso.
Por eso, tras hablar de la crisis que vive la industria editorial, "porque en el mundo se venden millones de ejemplares de El Código Da Vinci; mientras que los análisis y estudios que afectan a la sociedad apenas se conocen", reiteró que "La gente quiere escapar de la realidad, y la novela puede ser el medio ideal".