Economía
Deplora sindicato injerencia gubernamental en pláticas con GM-Canadá
El Sindicato de Trabajadores Canadienses del Automóvil asegura que el 'lento proceso' de negociaciones con la división canadiense de GM
MONTREAL, CANADÁ.- El Sindicato de Trabajadores Canadienses del Automóvil (TCA) asegura que el 'lento proceso' de negociaciones con la división canadiense de General Motors (GM) obedece a que hay muchas partes en la mesa de pláticas.
Ken Lewenza, presidente del TCA, afirmó en Toronto que cuando se acercan las posiciones sindicales y de GM, hay partes -los gobiernos de Estados Unidos y Canadá- que "nos separan". 'Esto no es una negociación entre dos partes", dijo el dirigente sindical.
Pese a que este lunes es feriado nacional con motivo del "día de la reina Victoria" en Canadá, las negociaciones continúan entre el TCA y GM Canadá, según fuentes sindicales.
Esta negociación, exigida por los gobiernos de ambos países para obtener concesiones de la parte sindical en términos de salarios y beneficios marginales, forma parte de la reestructuración y es condicional a cualquier plan de ayuda para GM Canadá.
En total se le exige al sindicato reducir en unos 16 dólares estadunidenses el costo horario en el caso de GM, similar a la reducción en la negociación con Chrysler Canadá.
Según el sindicato, están interviniendo los gobiernos de Washington, de Ottawa y el de Ontario, pero también la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos y el grupo de funcionarios del Ejecutivo encargados de la reestructuración de la industria automotriz.
La negociación del TCA y GM Canadá debía terminar en la medianoche del viernes pasado, pero frente a la falta de resultados los gobiernos de Canadá y Estados Unidos dieron "unos días más" siempre que "ninguna de las partes abandone la mesa de negociaciones".
Las negociaciones continuaron el fin de semana y este lunes no hubo resultados, aunque Lewenza afirma que la parte sindical ha hecho mayores concesiones que las exigidas para que Chrysler pudiera acceder a la ayuda financiera de ambos gobiernos.
Para el TCA, los mayores obstáculos en esta negociación son las reducciones que los gobiernos exigen en los costos de salud y los beneficios marginales.
Sin una solución negociada, GM Canadá deberá presentar la quiebra y liquidar sus haberes canadienses.
El fabricante de automóviles de Detroit tiene hasta finales de este mes, por otra parte, para presentar su plan de reestructuración a Washington y Ottawa.
No se excluye que ese plan contemple una quiebra bajo la protección de las cortes.
Las críticas a la presión de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá comienzan a expresarse en ambos países, en particular con el anuncio en los últimos días de que GM y Chrysler eliminarán mil 900 concesionarios en Estados Unidos, que emplean unas 10 mil personas.
La situación de GM y Chrysler está afectando seriamente a las manufacturas canadienses de autopartes, que a su vez reclaman una ayuda financiera para mantenerse en operaciones.
Ken Lewenza, presidente del TCA, afirmó en Toronto que cuando se acercan las posiciones sindicales y de GM, hay partes -los gobiernos de Estados Unidos y Canadá- que "nos separan". 'Esto no es una negociación entre dos partes", dijo el dirigente sindical.
Pese a que este lunes es feriado nacional con motivo del "día de la reina Victoria" en Canadá, las negociaciones continúan entre el TCA y GM Canadá, según fuentes sindicales.
Esta negociación, exigida por los gobiernos de ambos países para obtener concesiones de la parte sindical en términos de salarios y beneficios marginales, forma parte de la reestructuración y es condicional a cualquier plan de ayuda para GM Canadá.
En total se le exige al sindicato reducir en unos 16 dólares estadunidenses el costo horario en el caso de GM, similar a la reducción en la negociación con Chrysler Canadá.
Según el sindicato, están interviniendo los gobiernos de Washington, de Ottawa y el de Ontario, pero también la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos y el grupo de funcionarios del Ejecutivo encargados de la reestructuración de la industria automotriz.
La negociación del TCA y GM Canadá debía terminar en la medianoche del viernes pasado, pero frente a la falta de resultados los gobiernos de Canadá y Estados Unidos dieron "unos días más" siempre que "ninguna de las partes abandone la mesa de negociaciones".
Las negociaciones continuaron el fin de semana y este lunes no hubo resultados, aunque Lewenza afirma que la parte sindical ha hecho mayores concesiones que las exigidas para que Chrysler pudiera acceder a la ayuda financiera de ambos gobiernos.
Para el TCA, los mayores obstáculos en esta negociación son las reducciones que los gobiernos exigen en los costos de salud y los beneficios marginales.
Sin una solución negociada, GM Canadá deberá presentar la quiebra y liquidar sus haberes canadienses.
El fabricante de automóviles de Detroit tiene hasta finales de este mes, por otra parte, para presentar su plan de reestructuración a Washington y Ottawa.
No se excluye que ese plan contemple una quiebra bajo la protección de las cortes.
Las críticas a la presión de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá comienzan a expresarse en ambos países, en particular con el anuncio en los últimos días de que GM y Chrysler eliminarán mil 900 concesionarios en Estados Unidos, que emplean unas 10 mil personas.
La situación de GM y Chrysler está afectando seriamente a las manufacturas canadienses de autopartes, que a su vez reclaman una ayuda financiera para mantenerse en operaciones.