Internacional
Barack Obama apuesta por una reforma migratoria bipartidista
El mandatario pide un esfuerzo a los republicanos para discutir la iniciativa; ellos piden más medidas de seguridad
WASHINGTON, EU (10/MAY/2010).- El presidente estadounidense Barack Obama impulsa un acercamiento con republicanos para lograr el apoyo a la reforma migratoria presentada el mes pasado por los senadores demócratas Harry Reid, Charles Schumer y Robert Menéndez.
“Ha habido conversaciones adicionales y acercamiento a personal de las oficinas de los senadores republicanos y seguimos trabajando con los senadores que presentaron la propuesta para convertirla en un proyecto de ley”, indicó una fuente de la Casa Blanca.
Sin dar una fecha específica, Obama ha reiterado varias veces su apoyo a una reforma “este año”, aunque ha reconocido la falta de “apetito” en el Congreso por un tema tan polémico en un año electoral.
El presidente ha mandado varias señales a los republicanos para apoyarlo en el proyecto. El pasado 20 de abril en el avión presidencial Obama le pidió a los republicanos Scott Brown y a Richard Lugar, George LeMieux, Lisa Murkowski y Judd Gregg, apoyar la iniciativa.
Tres días después en una ceremonia de naturalización, Obama urgió a 11 republicanos que en 2007 votaron a favor de una reforma migratoria integral apoyar un nuevo esfuerzo.
El senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham le ha pedido que demuestre su liderazgo enviando una propuesta de reforma migratoria. “Preséntelo al Senado y a la Cámara de Representantes y vea cuántos partidarios demócratas y republicanos puede conseguir”.
Qué quiere la oposición
Los republicanos quieren que migratoria tenga medidas más estrictas en materia de seguridad y los demócratas han respondido con planteamientos como la tarjeta biométrica del Seguro Social como condición para legalizar a 10.8 millones de indocumentados.
Robert Menéndez reconoció que hay elementos de la iniciativa que plantearon que él no apoyaría, pero que la intención es traer a los republicanos a la mesa de discusión.
El líder demócrata Harry Reid por su parte, acusa a los senadores republicanos por negarse a aprobar una reforma en la materia.
“Este tema exige nuestra atención y creo que es muy triste que no logremos que los republicanos se nos unan al menos a presentar un proyecto de ley ante el pleno del Senado”, dijo ayer al programa “Al Punto”, de la cadena Univisión.
El senador reconoció que no hay una fecha exacta para un debate de una reforma migratoria en el Senado, pero se comprometió a mover el tema “tan rápido como pueda”.
El secretario de Justicia Eric Holder consideró que la llamada ley Arizona carece de móviles racistas, pero teme que su aplicación lleve a incidentes de etiquetación racial.
Agregó que Estados Unidos tiene un problema nacional de inmigración que no puede ser resuelto con “una solución individual para cada Estado”.
Ficha técnica
La propuesta demócrata
Solicita más equipos y recursos tecnológicos para la Patrulla Fronteriza.
Plantea la creación de una “unidad auxiliar” que ayude a esa entidad en la detención e interdicción de quienes intenten ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
Exige combatir el contrabando de drogas o “armas de destrucción masiva” en la frontera común.
Otorga a la Secretaría de Seguridad Nacional la autoridad para desplegar a personal de la Guardia Nacional en las fronteras cuando sea necesario.
Recomienda la construcción de más puertos de entrada al país, y la contratación de “miles” de inspectores de aduanas.
Prohíbe que los estados y ciudades puedan aplicar sus propias leyes y sanciones relacionadas con inmigración, porque eso “podría socavar las políticas federales”.
McCain endurece su postura, advierte analista universitario
Las posturas políticas cambian dependiendo de los intereses y la prueba más clara es lo que sucedió con el ex candidato presidencial Jhon McCain, quien promovió una reforma migratoria cuando era candidato a la presidencia, y que ahora que busca la reelección en el Senado por Arizona dice estar a favor de la ley antiimigrante.
En 2006 McCain propuso junto con el fallecido senador por Massachussets Edward Kennedy una reforma migratoria que planteaba la residencia permanente para los inmigrantes indocumentados que tuvieran trabajo, pagaran impuestos y carecieran de antecedentes penales.
La iniciativa se llamó “Un país seguro, una inmigración ordenada” y contaba con el respaldo de los representantes Jim Kolbe y Jeff Flake (republicanos de Arizona) y Luis Gutiérrez (demócrata de Illnois), además de Lincoln Díaz-Balart (republicado de Florida).
La propuesta tenía puntos muy concretos como la creación un programa laboral para trabajadores extranjeros e indocumentados que viven en Estados Unidos; la conformación de un Comité de Seguridad Fronterizo y la creación de dos tipos de visa distintas, la H5-A, destinada a extranjeros que quisieran ir a Estados Unidos por un plazo temporal y la H5-B, destinada a trabajadores indocumentados que se encuentran en territorio de Estados Unidos.
La propuesta no prosperó en gran medida porque era un año electoral y los demócratas la volvieron a colocar en la agenda en junio de 2007, aunque ese mes fue pospuesta de manera indefinida ante la frustración demócrata encabezada por Harry Reid, “quiero terminar esta ley pero no puedo hacerlo solo”.
Pero el discurso de McCain ha cambiado, sobre todo cuando la pelea por su reelección se pondrá en juego en noviembre próximo.
“Debido a la popularidad de esta ley en el electorado local, John McCain se sube al tren y apoya esta reforma discriminatoria, lo cual es un ejemplo claro de cómo se está jugando a la política local, de una manera nefasta, pero es a final de cuenta lo que se está haciendo”, consideró en entrevista con Notimex el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Arturo Santa Cruz.
“Ha habido conversaciones adicionales y acercamiento a personal de las oficinas de los senadores republicanos y seguimos trabajando con los senadores que presentaron la propuesta para convertirla en un proyecto de ley”, indicó una fuente de la Casa Blanca.
Sin dar una fecha específica, Obama ha reiterado varias veces su apoyo a una reforma “este año”, aunque ha reconocido la falta de “apetito” en el Congreso por un tema tan polémico en un año electoral.
El presidente ha mandado varias señales a los republicanos para apoyarlo en el proyecto. El pasado 20 de abril en el avión presidencial Obama le pidió a los republicanos Scott Brown y a Richard Lugar, George LeMieux, Lisa Murkowski y Judd Gregg, apoyar la iniciativa.
Tres días después en una ceremonia de naturalización, Obama urgió a 11 republicanos que en 2007 votaron a favor de una reforma migratoria integral apoyar un nuevo esfuerzo.
El senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham le ha pedido que demuestre su liderazgo enviando una propuesta de reforma migratoria. “Preséntelo al Senado y a la Cámara de Representantes y vea cuántos partidarios demócratas y republicanos puede conseguir”.
Qué quiere la oposición
Los republicanos quieren que migratoria tenga medidas más estrictas en materia de seguridad y los demócratas han respondido con planteamientos como la tarjeta biométrica del Seguro Social como condición para legalizar a 10.8 millones de indocumentados.
Robert Menéndez reconoció que hay elementos de la iniciativa que plantearon que él no apoyaría, pero que la intención es traer a los republicanos a la mesa de discusión.
El líder demócrata Harry Reid por su parte, acusa a los senadores republicanos por negarse a aprobar una reforma en la materia.
“Este tema exige nuestra atención y creo que es muy triste que no logremos que los republicanos se nos unan al menos a presentar un proyecto de ley ante el pleno del Senado”, dijo ayer al programa “Al Punto”, de la cadena Univisión.
El senador reconoció que no hay una fecha exacta para un debate de una reforma migratoria en el Senado, pero se comprometió a mover el tema “tan rápido como pueda”.
El secretario de Justicia Eric Holder consideró que la llamada ley Arizona carece de móviles racistas, pero teme que su aplicación lleve a incidentes de etiquetación racial.
Agregó que Estados Unidos tiene un problema nacional de inmigración que no puede ser resuelto con “una solución individual para cada Estado”.
Ficha técnica
La propuesta demócrata
Solicita más equipos y recursos tecnológicos para la Patrulla Fronteriza.
Plantea la creación de una “unidad auxiliar” que ayude a esa entidad en la detención e interdicción de quienes intenten ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
Exige combatir el contrabando de drogas o “armas de destrucción masiva” en la frontera común.
Otorga a la Secretaría de Seguridad Nacional la autoridad para desplegar a personal de la Guardia Nacional en las fronteras cuando sea necesario.
Recomienda la construcción de más puertos de entrada al país, y la contratación de “miles” de inspectores de aduanas.
Prohíbe que los estados y ciudades puedan aplicar sus propias leyes y sanciones relacionadas con inmigración, porque eso “podría socavar las políticas federales”.
McCain endurece su postura, advierte analista universitario
Las posturas políticas cambian dependiendo de los intereses y la prueba más clara es lo que sucedió con el ex candidato presidencial Jhon McCain, quien promovió una reforma migratoria cuando era candidato a la presidencia, y que ahora que busca la reelección en el Senado por Arizona dice estar a favor de la ley antiimigrante.
En 2006 McCain propuso junto con el fallecido senador por Massachussets Edward Kennedy una reforma migratoria que planteaba la residencia permanente para los inmigrantes indocumentados que tuvieran trabajo, pagaran impuestos y carecieran de antecedentes penales.
La iniciativa se llamó “Un país seguro, una inmigración ordenada” y contaba con el respaldo de los representantes Jim Kolbe y Jeff Flake (republicanos de Arizona) y Luis Gutiérrez (demócrata de Illnois), además de Lincoln Díaz-Balart (republicado de Florida).
La propuesta tenía puntos muy concretos como la creación un programa laboral para trabajadores extranjeros e indocumentados que viven en Estados Unidos; la conformación de un Comité de Seguridad Fronterizo y la creación de dos tipos de visa distintas, la H5-A, destinada a extranjeros que quisieran ir a Estados Unidos por un plazo temporal y la H5-B, destinada a trabajadores indocumentados que se encuentran en territorio de Estados Unidos.
La propuesta no prosperó en gran medida porque era un año electoral y los demócratas la volvieron a colocar en la agenda en junio de 2007, aunque ese mes fue pospuesta de manera indefinida ante la frustración demócrata encabezada por Harry Reid, “quiero terminar esta ley pero no puedo hacerlo solo”.
Pero el discurso de McCain ha cambiado, sobre todo cuando la pelea por su reelección se pondrá en juego en noviembre próximo.
“Debido a la popularidad de esta ley en el electorado local, John McCain se sube al tren y apoya esta reforma discriminatoria, lo cual es un ejemplo claro de cómo se está jugando a la política local, de una manera nefasta, pero es a final de cuenta lo que se está haciendo”, consideró en entrevista con Notimex el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Arturo Santa Cruz.